Las protestas contra la sentencia del Tribunal Constitucional Polaco en contra del aborto han conseguido que el Ejecutivo retroceda en su decisión. Centenares de miles de manifestantes piden la dimisión del Gobierno ultraconservador, mientras que la sentencia se queda actualmente en una especie de limbo legal.

El pasado 22 de octubre, el Tribunal Constitucional acordó impedir el aborto por malformación del feto. El Gobierno del partido Ley y Justicia (PiS) defendía que el aborto por malformación del feto “suponía el asesinato selectivo de niños sospechosos de enfermedad”. Tras esta prohibición, el aborto únicamente se contemplaría en caso de violación, incesto o si la madre corre peligro. Esta decisión ha provocado revueltas contra el Gobierno, sobre todo, pero también contra la Iglesia, que desde hace años presionaba para que el Gobierno endureciera o eliminara el acceso al aborto.
En Katowice, este domingo 25 de octubre, los manifestantes llevaron su indignación hacia los lugares de culto. Alrededor de 7.000 personas protestaron en frente de la Catedral al grito de “ley humana, no eclesiástica”. El mismo día, en una catedral de Lodz, mujeres vestidas como los personajes de El cuento de la criada irrumpían y protestaban.
“Nuestra rabia debe estar dirigida hacia los políticos, pero también hacia los altos mandos de la iglesia ya que ellos también han contribuido a este infierno para las mujeres que están preparando las autoridades”
Mateusz Sulwinski, organizador de similares protestas en Poznam
El 31 de octubre más de 100.000 personas protestaron contra la medida en Varsovia. Fue la mayor manifestación antigubernamental desde que Ley y Justicia entró al poder hace cinco años. Grupos ultraderechistas lanzaron bengalas a la multitud que participaba en la protesta, que por lo demás se desarrolló de manera pacífica.

«Vamos a protestar, pero en Internet»
Mateusz Morawiecki sobre las protestas
Las manifestaciones han coincidido con un aumento de contagios. A un paso del confinamiento domiciliario, con 24.700 casos únicamente el pasado 4 de noviembre. Polonia se encuentra entre los países más afectados por la pandemia, sin haber sido capaces de superar el pico. El primer ministro intenta apelar a la conciencia ciudadana «Vamos a protestar, pero en Internet», ha planteado. Muchas mujeres opinan ser peones utilizados por el Gobierno para distraer la atención de su manejo de la pandemia.
Michal Dworczyk, portavoz del Ejecutivo, explicó que el retraso se debe a que los miembros del Gobierno están analizando alternativas a la polémica decisión. Sin embargo este retraso puede suponer una ilegalidad. «Hasta que no se publique la sentencia hay una falta de seguridad jurídica para los profesionales de la salud. Y esto, en un Estado democrático, no debería pasar” comenta Adam Krzywon, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Varsovia.
A raíz de las protestas, Mateusz Morawiecki, primer ministro, ha pedido los manifestantes llegar a una solución a través del diálogo. La propuesta ha sido rechazada por los organizadores, que además han anunciado más protestas.
Fuente imagen de cabecera: Marcin Stepien / Agencia Gazeta, via Reuters