Batallas de gallos: de las plazas al mainstream

La cultura del Hip-Hop está calando cada vez más en los jóvenes. En especial, el freestyle que viene expuesto en batallas de gallos. Tuvo sus inicios en las plazas y ahora ha pasado a los mayores escenarios. Pero, ¿cómo se ha llegado hasta aquí? 

Para empezar, se deben conocer dos conceptos que se emplean como sinónimos pero realmente no lo son: freestyle y batalla de gallos. El primero es un término que se usa en muchos ámbitos y en todos tiene el mismo significado: improvisar. En Hip-Hop alude a la persona que es capaz de crear oraciones adecuándose al medio y rimando sus terminaciones. Parece uniforme, pero los mejores profesionales han conseguido distinguirse mediante complejas métricas, distintos flows o dobles sentidos en el punchline.

Chuty vs Walls en FMS. Fuente: Instagram @fmsesp

Batallas de gallos es un término distinto. Se refiere a varias personas que se enfrentan entre ellas verbalmente, mediante la improvisación. Una batalla no se puede hacer solo y al final tiene que haber un ganador. Antes de adentarnos más en este mundo, debe quedar clara una idea que competidores y espectadores repiten continuamente: “Lo que pasa en una batalla, se queda en una batalla”.

Si de primeras se escucha esto, puede asustar. Pero lo que se quiere dar a entender es que los gallos están interpretando un rol en un escenario. Es decir, si un batallero dice una oración obscena, su persona puede estar totalmente en contra y no implica que esté defendiéndola frente un público masivo. 

Esta idea no la comparte todo el mundo y ha habido momentos en las que ciertas expresiones se han sacado de la narrativa y han generado revuelos. Pero si se echa la vista atrás, se comprobará que han existido distintos papeles en toda su historia. O bien el del freestyler heróico que ha luchado por la igualdad de distintos colectivos, como es el caso de Arkano. O bien el villano que se oponía a estas ideas. 

Beso en la batalla Arkano vs Blon. Fuente: Youtube: Urban Roosters

Estas representaciones ya se daban en los parques y las plazas, que fueron los primeros escenarios. Antes, los mismos raperos eran los que organizaban los eventos y conseguían difusión gracias a Internet. Estos mandaban un mensaje a sus conocidos, que se encargaban de hacérselo llegar a una cantidad de personas. El número no era muy alto, diez o veinte sujetos que asistían y pagaban una cantidad muy baja de dinero por la suscripción a la batalla.  

Dichos enfrentamientos callejeros fueron grabados y subidos a Youtube. En consecuencia, se hicieron virales. Si se quería asistir como espectador, o incluso competir con algún rapero que se había visto en esos grabados, debían viajar hacia su ciudad. Conllevando a que se perdiera en el viaje más dinero del que se podía llegar a ganar. Pero con mucha ilusión al conocer a personas que compartían el mismo pasatiempo.

Una vez que el público empezó a tener más hambre de batallas, surgieron las primeras organizaciones serias de eventos. Entre ellas, Red Bull Batalla de los Gallos en 2005. La organización contactó con los MC’s que estaban adquiriendo un peso importante en la escena nacional. Como fueron Legendario de Dogma Crew, Zatu de SFDK y Ehler Danloss. Al año siguiente se realizó la primera Internacional de esta competición.

Red Bull Batalla de los Gallos 2005. Fuente: estilolibre.com

Aunque no se posean muchos vídeos de aquel momento, la multitud que estuvo allí afirma que el panorama Hip-Hop había abierto sus puertas a una nueva expresión de su cultura. En efecto, no ha parado de crecer gracias a personajes como Arkano, que se han dejado la piel en llevarlo a los mayores medios de comunicación posibles.

Desde entonces, este mainstream ha provocado el nacimiento de nuevas competiciones tanto regionales, nacionales e internacionalmente con bastante relevancia pública. Como podría ser la FMS, que empezó en 2017 en España y ahora forma parte de cuatro países más. Un formato que consta de nueve jornadas anuales donde los diez mejores freestylers del país compiten entre ellos, mientras se van posicionando en un ranking.

Esta influencia en la sociedad ha generado el debate de si se ha perdido la esencia callejera que caracterizaba a este movimiento. Muchos raperos afirman que lo que empezó siendo un hobby, ha acabado explotando tanto que se ha convertido en un deporte, perdiendo su parte artística. Otros reiteran que aunque esto sea cierto, la naturaleza urbana todavía se puede percibir.  

Lo que sí es incuestionable es que a parte de una pasión, se ha transformado en un trabajo. Hay personas que entrenan para poder dedicarse profesionalmente a ello. Mientras que años atrás se perdía dinero por viajar para conocer a gente que compartiera una misma afición, ahora se rechazan competiciones si no es adecuada a intereses económicos. 

Pero al igual que han aumentado las competiciones, también han crecido los medios de comunicación que han querido informarse. Sin embargo, algunos raperos no están muy de acuerdo con este repentino interés:

No se me olvida que llevamos muchos, muchos, muchos años siendo los payasos de los medios. Entonces a veces tengo ciertas reticencias. ¿Ahora mola lo que hacemos? Coño, es lo mismo que hacíamos hace no sé cuántos años. Lo que pasa que ahora lo ve más gente y a ti te interesa.”

Skone en una entrevista

De hecho, cualquier seguidor del rap que lleve consumiéndolo durante un tiempo sabe que siempre ha sido censurado por los medios. Ya sea por las letras que contenían, las formas de expresión o los mismos individuos que lo ejercían. Ahora la historia ha dado un vuelco y son los MC’s los que han creado plataformas digitales. Con la finalidad de dar a conocer el rap y abrirle los brazos a cualquiera que quiera integrarse en esta cultura.

Sin embargo, a pesar de la evolución que se ha llevado a cabo, todavía siguen existiendo bastantes prejuicios que provocan rechazo a esta rama. Ya sea o a formar parte de ella o a ser simple espectador. De hecho, uno de los colectivos que más apartados se han visto han sido las mujeres. Es innegable reconocer que más de la mitad del panorama está formado por hombres. Aunque hay nombres femeninos que han conseguido resonar bien fuerte, como es el caso de Queen Mary o Sara Socas. 

Queen Mary, host en una batalla. Fuente: El comercio Perú

Pero es que a pesar de esta sociedad que parece cada vez más igualitaria, el error se ubica más en la perspectiva del público que en el propio movimiento. Ambas mujeres mencionadas anteriormente han soportado comentarios de unos oyentes excluyéndolas del panorama, demeritando sus puestos. Aún cuando han luchado de la misma manera que sus compañeros para llegar hasta donde están. 

Quizá el problema es que la sociedad todavía no esté acostumbrada a presenciar a mujeres interpretando un papel agresivo, siendo hosts de un gran evento o simplemente, escuchado rap. Sea el motivo que sea, la ausencia de este colectivo es notable, a pesar de haber demostrado en múltiples ocasiones que el Hip-Hop no tiene género y no lo tendrá.

Bnet y Valles-T en la Red Bull Internacional 2019

En definitiva, para eliminar ciertos prejuicios y conseguir este cambio, la corriente debe interiorizarse en un público todavía mayor. La mejor manera es conociendo a freestylers y siguiendo su trayectoria, dándole oportunidades a lo que siempre ha tratado de suprimirse. Uno de los más oportunos momentos para empezarlo es este domingo, en la Jornada 6 de la FMS España. Donde los mejores gallos de este país se enfrentarán entre ellos para subir en el ranking y entrar en el podium. Sin duda alguna, es una cita que nadie debería perderse si quiere conocer el movimiento artístico en su máxima expresión. 

Anuncio publicitario

2 comentarios en «Batallas de gallos: de las plazas al mainstream»

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.