Jeddah acogía por segunda vez en su historia el campeonato de la Fórmula 1. Tras lo vivido el año pasado, las expectativas estaban muy altas.
Tras la clasificación, Checo Pérez sorprendía con la pole, la primera de un mexicano en la historia. Los Ferrari de Leclerc y Sainz sería segundo y tercero, respectivamente. Verstappen sería cuarto mejor tiempo. Hamilton no pasaría de la Q1 y clasificaba decimoquinto, una posición anómala para el británico. Alonso saldría séptimo.
Tras una salida limpia, Pérez mantenía el liderato de la carrera. Pegado a él seguía Charles Leclerc. Verstappen conseguirá arrebatarle la posición a Carlos.
En la vuelta 16, un choque de Latifi provocaría la salida del Safety Car. Esto arruinaría la carrera de Checo, que habría parado justo antes del accidente. El mexicano pasó a ser cuarto, por lo que la carrera se decidiría entre Leclerc y Verstappen.

El monegasco defendería la posición en la vuelta 43, siendo adelantado en la última curva pero recuperando la posición en la vuelta principal. En el siguiente intento de Verstappen por conseguir el primer puesto, no cometería el mismo error. El holandés frenaría mucho antes que Leclerc para tener el DRS en la recta, pero el piloto de Ferrari tenía la misma idea. Ambos bloquearon neumáticos en la curva 27, saliendo como victorioso de este envite el vigente campeón del mundo.

Max Verstappen ganaría la carrera. En segundo lugar quedaría Charles Leclerc, tras una batalla preciosa con el holandés. En tercer lugar, Carlos Sainz terminaría en el podio por tercer Gran Premio consecutivo. Fernando Alonso abandonaría la carrera tras un problema en el motor de su monoplaza.
