Badvilas, también conocido como Miguel Vilas. Un gallego que se dio a conocer en el reality Gran Hermano 17, personaje polémico que tuvo que hacer frente a numerosas críticas y amenazas por ser si mismo. Luchó para dedicarse a lo que realmente le gusta, la cosmética. Una tarde del pasado mes de abril, nos concedió una entrevista donde nos relató su historia.
Con ocho o nueve años le cogía a mi madre las pinturas y ya me pintaba sin tener ni idea. Pero con 14 años fue cuando comencé realmente. Iba al instituto maquillado porque me gustaba una chica y el maquillaje era la única manera de disimular las imperfecciones que todos tenemos a esa edad.
Desde siempre tuve claro que me quería dedicar a la cosmética, pero tenía que estudiar y me saqué la carrera de enfermería. Mientras tanto, para ganar dinero eché curriculum en una marca muy conocida, Sephora. Me cogieron y allí me formaron.
¿Cuál es la fuente de inspiración para tus vídeos?
No tengo fuente de inspiración. Es decir, mis vídeos son creados a base de mi alter ego, de canalizar toda mi energía en algo. Yo no me inspiro en nadie, yo soy mi propia inspiración.
Todos los remedios naturales que utilizo en mis vídeos eran los que utilizaban las personas mayores. Me encanta hablar con esas mujeres y que me cuenten sus trucos.
¿Consideras que tienes algún referente en cuanto a moda y belleza?
A lo mejor suena muy egocéntrico pero, mi referente soy yo mismo. Es decir, yo me retroalimento a mí mismo. No me gusta ni inspirarme ni tener referentes porque al final son copias. Yo nací para ir a contracorriente y hacer todo lo que no se hace.
¿Te consideras a ti mismo un referente para tus seguidores?
Nunca me he sentido un referente para nadie, aunque la gente me lo haga saber constantemente. Admiro muchísimo a la gente que me tiene como referente, pero yo, en mis círculos más cercanos, soy una persona súper insegura, todo lo contrario a la imagen que los demás tienen de mí. Lo que pasa, que esa faceta no la muestro en las redes sociales.
Respecto a tus rutinas, ¿tienes alguna fija en cuanto a maquillaje y limpieza facial?
¡Olvídate! Cero rutinas. Soy una persona que me encanta probar todo. Empiezo con una crema y al tiempo la cambio por otra. Creo que no debería haber rutinas en este ámbito, hay que cambiar y explorar.
¿Crees que es fácil conseguir productos de calidad por un precio económico a día de hoy?
A día de hoy, está por encima el mercado. Las marcas pasan por muchos procesos y, al final, el coste de venta de un producto no tiene nada que ver con el final. Cada vez compro menos porque creo que los costes son muy elevados. Yo siempre tiro a lo natural, porque es más sano y económico.
En cuanto al cabello, ¿hay pelucas de calidad accesibles en nuestro país?
En España hay un problema con las pelucas, la gente aún no está preparada para este mundo.
He tenido la suerte de viajar mucho y de cultivarme de muchas culturas. Y en muchos de esos países llevar peluca es tan normal como llevar un bolso, sobre todo en países latinos.
A la pregunta inicial, pelucas de calidad en España no hay, los precios son muy elevados para lo que ofrecen. Hay un mercado muy pequeño.
Tengo preparado un proyecto para finales de este año, aún no puedo revelar mucho más, que va a abrir mucho campo en este tema.
Por otro lado, ¿has notado un aumento en tus seguidores gracias a tu paso por Gran Hermano 17?
Sirvió para impulsarme y darme a conocer, pero con el tiempo esa popularidad va bajando porque al final la gente se enamora de un personaje. Cuando empiezas a cambiar, esas personas me seguían por el personaje de GH17 me dejaron de seguir y otras que no seguían el programa me comenzaron seguir.
¿Qué supuso para ti cambiar tan radicalmente de aspecto siendo ya un personaje público?
Cuando salí del programa sufrí numerosas amenazas y agresiones físicas y psicológicas. Hubo un tiempo en el que todo eso me afectó bastante, hasta que descubrí quien era y que no tenía que afectarme jamás lo que los demás puedan decir de uno.
Cuanto más te critican, más fuerte te tienes que hacer. A mí las criticas me gustan y me las tomo como algo positivo. Y amo a los haters.
Por último, ¿algún consejo para nuestros lectores?
Creer en uno mismo, da igual que les digan que algo está bien o está mal, al final la vida son dos días. Haz de todo para poder conseguir tus logros.
Da igual lo que los demás digan, lo importante es que tú sepas quién eres, el resto del mundo da igual. Haz lo que te de la gana en esta vida y se feliz sin hacer daño a nadie.
Juan de Dios Mellado fue elegido Director General de RTVA en 2019. Desde entonces ha impulsado la modernización de Canal Sur para poder competir en el ámbito digital con otros medios de comunicación. Hablamos con él sobre su opinión del periodismo actual y el futuro de la cadena autonómica más reconocida en España
En primer lugar y para conocerle un poco mejor, ¿qué le llevó a estudiar Ciencias de la Información?
En mi casa es por tradición familiar. Tanto mi abuelo como mi padre y algunos de mis tíos son periodistas. Desde pequeño he vivido el periodismo en casa y, de hecho, mi padre era redactor jefe del Sol de España, un periódico legendario de la provincia de Málaga. Los fines de semana, en vez de irme a jugar al fútbol, iba con mi padre y me tiraba allí todo el día jugando en la rotativa, en los cuartos oscuros que había antes de fotografía, con los teletipos… Me he criado desde pequeño en una redacción, lo tenía tanto por herencia familiar como en la sangre. Desde pequeño tenía claro que quería estudiar periodismo.
Fue enviado especial al llamado Genocidio de Ruanda, la guerra civil que hubo en 1994. ¿Qué puede contar de su experiencia allí?
Pues es de las experiencias profesionales más gratificantes sin duda, pero también muy dura. En toda España, y concretamente en Málaga, hubo un movimiento de recogida de fondos para enviar ayuda tanto médica como alimentaria por parte de varias ONG’s como Médicos del Mundo, Cáritas o UNICEF. Por ello se decidió enviar a una serie de periodistas que contaran cómo llegaba la ayuda humanitaria. Entonces me presenté voluntario en el periódico y estuve catorce días en la ciudad de Goma, al lado del Lago Kivu, cubriendo el mayor desastre humanitario que ha habido en los últimos años en el mundo.
Me enseñó la parte mala del ser humano, pero también su bondad. Muchas personas desinteresadas dejaron de lado su comunidad para ayudar a un país que estaba en Guerra Civil y en descomposición. Como periodista fue apasionante el poder mandar crónicas de lo que estaba pasando allí y contárselo a Europa. Encontrar los medios para transmitirlo era complicado —estoy hablando de un año donde no había móviles ni casi Internet—, tenías que buscarte la vida.
Genocidio de Ruanda. Fuente: EcoRed
Apostó por la renovación digital cuando dirigió La Opinión de Málaga, ¿por qué es importante para el periodismo adaptarse a la era digital?
Yo me incorporé en 1999 como uno de los fundadores del periódico del grupo Prensa Ibérica. En aquella época las páginas web de los periódicos estaban en periodo de efervescencia, pero aún no se veía la potencia de hoy en día. En 2013 decidimos hacer la transformación digital del periódico porque vimos que las formas de consumo estaban cambiando y que la venta de los periódicos en kioscos bajaba.
Hicimos un plan para integrar la redacción digital, que estaba apartada en una esquina de la redacción, y ya empezamos a trabajar para volcar la información en Internet. Fue una experiencia muy interesante, porque veníamos de la prensa escrita tradicional de toda la vida, con unos ritmos y una forma de trabajar diferente. Se cambió la forma de trabajar del periodista, sobre todo por la inmediatez. Con eso aprendimos que el futuro del periodismo estaba también en la web.
Existe la opinión de que el periodismo de papel está muriendo, ¿cómo cree que se adaptarán los medios cuando esto ocurra?
Hubo tres factores que caracterizaron la entrada de los periódicos tradicionales en la web. En primer lugar, la carrera para ver quién difundía mayor contenido y de forma gratuita, con el afán de ganar muchos usuarios. En segundo lugar, se cambiaron los titulares a unos más frívolos, es decir, nada periodísticos para captar a la audiencia. Y en tercer lugar, teníamos pocos conocimientos del tema, a diferencia de los periódicos nativos nacidos en Internet. Hubo una carrera desquiciada para tener presencia en Internet, aunque se hizo sin tener una estrategia clara de cómo comercializar esa información.
Estadísticas de ventas de ejemplares en papel. Fuente: El Español
Nunca ha habido en nuestro sector un acuerdo entre las editoriales —si uno pone un muro de pago y el otro no, la audiencia se va al que no—. Ahora se ha revertido y ya se están instalando muros de pago o suscripciones con ciertas ventajas que establecen un modelo de negocio. Esto permitirá que el periodismo digital deje un poco esa frivolidad para ganar audiencia.
En cuanto al papel, aquel que siga haciendo productos de calidad no va a desaparecer porque va a ser un periodismo más analítico, sosegado y reflexivo. Hay muchos que hacen versiones digitales semanales potentes y los fines de semana dan una oferta buena en papel. Por tanto seguirá, pero ya no como lo concebimos: se buscará el por qué y no el qué.
Como profesional de la comunicación, ¿qué opina acerca del desprestigio que tiene en España esta profesión?
El periodismo en España es fruto de la sociedad que tenemos. Actualmente hay una polarización entre la izquierda y la derecha, y los periodistas se han situado en una u otra trinchera. Esto hace que se pierda la esencia del periodismo de ver, oír y contar y no posicionarse en lo que está pasando. Esta polarización, que cada vez es más agresiva, se ha llevado también al periodismo y esto pasa factura.
La sociedad hoy es más madura y, afortunadamente, los ciudadanos se dan cuenta de cuándo una información está caducada, les intentan mentir o manipular. Es muy difícil que el periodista pueda engañar al ciudadano. Pero aun así creo que el periodismo goza de buena salud, porque con los nuevos medios y soportes, se puede tener buena información.
¿Cree que esas críticas hacia la profesión son acertadas?
Hay que distinguir entre la buena y la mala praxis periodística. En las redes sociales abundan las fake news y muchos periódicos tienden a captar al lector con titulares cebo. Pero no todo vale. El buen periodismo es reconocido por la gente y tiene su recorrido. La pregunta que yo me hago es quién dejó antes a quién, ¿el periodismo a la ciudadanía o la ciudadanía al periodismo? Los periodistas tenemos que reivindicar nuestro papel como prescriptores de noticias verdaderas porque si no, los ciudadanos no nos verán como útiles y se informarán donde circulan bulos. Ahora prima la inmediatez, cuando es mejor dar una noticia bien contrastada y con cantidad de información. También la ciudadanía tiene que aprender a profundizar en la información y no leer solo los titulares porque, al final, tendrá un conocimiento fragmentado de la realidad.
Estadísticas de fake news. Fuente: SciELO
¿Qué cambios ha introducido en RTVA?
Ahora tengo el reto de transformar digitalmente RTVA para que pueda ser competitiva en el futuro. Estamos creando nuevos soportes como una plataforma de consumo bajo demanda, que estará operando en octubre o noviembre. En ella se van a introducir algunos contenidos históricos más los que estamos haciendo ahora expresamente, que permitirá que los contenidos de Canal Sur no se vean solo en Andalucía. Gracias a esta plataforma, va a haber una labor de difusión del patrimonio cultural de Andalucía. En radio también hemos creado una plataforma de podcasts que ya está en marcha. Estamos intentando que RTVA alcance también los nuevos hábitos de consumo y es un reto apasionante.
Plataforma de podcasts de Canal Sur. Fuente: Canal Sur
Después renovar e impulsar la empresa, queremos reafirmar que pretendemos seguir siendo RTVA con todos esos cambios. Canal Sur entrará en este año, 2021, en la carrera por los nuevos hábitos de consumo tanto de televisión como de la radio.
Canal Sur está siempre muy analizada por otros medios, ¿cómo gestiona esa presión que existe sobre la empresa?
Al ser una empresa pública financiada con dinero público es normal que se nos pidan explicaciones sobre qué hacemos con ese dinero. Ahí no hay problema. Lo que sí veo es que hay un excesivo foco sobre cualquier cosa que hace Canal Sur, tanto por parte de otros periódicos como de las clases políticas. Creo que habría que dejar trabajar a los profesionales de Canal Sur —no solo a la dirección general— porque están cuestionando todos los días lo que se hace aquí.
Si bien es cierto que a pesar de ser contenidos trabajados con mucha profesionalidad, hay información malintencionada que le hace daño a la reputación de Canal Sur. Cuando llegué a este puesto dije que me gustaría que Canal Sur dejara de ser noticia para empezar a dar las noticias. Pero me he dado cuenta con el tiempo de que seguirá siendo objeto de noticia porque hay mucha gente pendiente de lo que pasa aquí. Esto no se va a cambiar. Respeto las opiniones de todo el mundo, no comparto algunas, intento aislarme de ellas y seguir con la hoja ruta que nos hemos marcado para intentar avanzar en la gestión de RTVA.
Teniendo en cuenta la situación política actual y la continua amenaza de la disminución de recortes, ¿cree que Canal Sur podría lidiar con un menor presupuesto que el actual?
Todas las televisiones públicas están mal financiadas. Si un gobierno autonómico, nacional, en Europa, quiere tener un servicio público, eso significa un coste. Ahora, se puede tener con poco presupuesto o con uno que permita cumplir con el servicio público. Lo veo como una doble inversión: cada euro que destina el gobierno de turno a cualquier televisión consigue, por un lado, cumplir con el servicio público que tiene encomendado y, por el otro, desarrollar toda la industria audiovisual.
Canal Sur —como cualquier otra cadena— cuando hace un programa, o lo hace con recursos propios, o recurre al mercado o hace una producción mixta. Por tanto contrata a una productora, con sus debidos empleados, que lo mismo contrata a otra empresa para poner la seguridad en su programa, por ejemplo. Hay un empleo directo e indirecto que ya cumplía con un objetivo, que era el del servicio público y, a la vez, desarrolla la industria audiovisual. Canal Sur es uno de los máximos artífices para que el cine andaluz pueda ser competitivo y que los directores puedan rodar películas gracias a su aportación.
Huelga de Canal Sur en Huelva por los recortes. Fuente: elDiario.es
Por tanto, están mal financiadas y encima se nos exige competir con las televisiones privadas en cuestiones de audiencias, con la limitación que tenemos respecto a cierto tipo de publicidad, como el de loterías y juegos de azar que no admitimos aquí, o respecto a los recursos para nuestros programas, que son menos espectaculares. Las televisiones públicas estamos en un momento difícil. Si el gobierno quiere tener una televisión pública, la tiene que financiar.
Hablamos con Rafael Rodríguez, distinguido con la Medalla de la Ciudad de Sevilla y presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Nos relata cómo funciona la asociación y la situación actual del periodismo
Fuente: Extradigital
Para que los jóvenes, sobre todo los periodistas, lo entiendan, ¿qué es realmente la Asociación de la Prensa de Sevilla? ¿Qué se hace concretamente ahí?
La Asociación de la Prensa de Sevilla es la segunda de España. Y, por detrás de Madrid, somos la que tenemos más asociados. Estamos volcados en el periodismo y en los periodistas y, sobre todo, en la situación actual de precariedad del periodismo y de su debilidad absoluta tanto económica como ética: defendemos la honestidad, el buen periodismo y los buenos periodistas.
Nos ocupamos del empleo, de la ética y de la formación. En materia de empleo, actualmente está muy mal y la pandemia ha venido a ponerlo peor. Y cuando salgamos de esto, estaremos mucho peor. Todos los medios de España están en una situación de ERTE y después de todo esto derivará en ERE. Si no el teletrabajo que es lo peor que puede haber en el periodismo y que vendrá para quedarse: una plantilla de 50 personas la puedes convertirla en miles de falsos autónomos. Miles de personas trabajando para ti.
En cuanto al tema de la enseñanza, tenemos dos programas: La Prensa en las Escuelas y La Igualdad es Noticia. Son talleres teóricos-prácticos que vamos haciendo en los institutos de la provincia de Sevilla enseñándoles a los alumnos todo lo referente sobre los medios de comunicación con una visión crítica. Estamos negociando —primero con el Ministerio, luego con la Consejería de Educación— que la alfabetización mediática sea una asignatura en secundaria y en bachillerato porque es una formación transversal que vale tanto para el periodismo como para cualquier profesión.
El tema de la ética es otra cuestión que a la Asociación de la Prensa de Sevilla nos importa mucho y estamos muy alerta porque, ahora mismo, la mentira prevalece sobre todo.
Recientemente la APS ha creado una comisión contra el plagio y el robo de imágenes y texto ¿no es preocupante que se llegue a esta medida si se supone que a los periodistas se les enseña a no hacer precisamente esto?
Sí, es la Comisión de Ética y Deontología. La hemos desarrollado para todo el tema del plagio de fotos y de texto porque con el tema de Internet, cualquiera puede coger una foto y hacerla suya. Tenemos muchos pleitos con medios de comunicación que se van resolviendo y llegando a un acuerdo donde el medio o la persona en cuestión le paga después al autor de la foto.
Rafael Rodríguez recibiendo la Medalla de la Ciudad de Sevilla. Fuente: Extradigital
En los medios, desgraciadamente, se hace de todo. La mentira está imperando ahora y, sobre todo, por el uso de las redes sociales donde todo el mundo es periodista sin serlo. La mentira ha invadido todos los ámbitos. La verdad ahora es lo que cuesta que la gente crea y el problema es que cualquiera puede decir una mentira —ya cada uno con su responsabilidad. Si un político miente, es responsabilidad suya, pero un periodista jamás puede hacerlo. Tampoco tiene que ser objetivo, neutral o independiente. Aunque no lo enseñen en las escuelas, debe ser honesto y decente y que haga una información veraz.
En relación con tu persona, eres un periodista muy polivalente: has trabajado en prensa, en televisión y en radio además de escribir varios libros como Morir por Andalucía y, recordando el pasado 28-F, ¿crees que ha desaparecido esa fuerza que hubo en Andalucía?
Tengo muchos libros relacionados con la autonomía de Andalucía, pero en referencia a la fuerza que hubo en el 28 de febrero creo que se ha perdido. En aquel momento —con el 4 de diciembre de 1977 y luego con el 28-F— se destapó el orgullo de ser andaluz. Ahora está dormido. Las generaciones nuevas desconocen lo que fueron esas fechas: Andalucía tenía subdesarrollo, con 15% de población analfabeta, casi sin hospitales, las carreteras estaban en mal estado, no había alcantarillado… Un desastre.
La autonomía era una lucha por conseguir todo eso que nos faltaba. No se sabía lo que era la autonomía, pero se entendía que era una forma para poder luchar y conseguir esas cosas. Hace falta volver a recuperar ese espíritu andaluz.
Los mismos periodistas éramos militantes en defensa de la libertad y la lucha contra el subdesarrollo. Pasamos de una etapa bastante mala —de despidos, de no haber puestos de trabajo— a una mejor. Pienso que el paro y el hambre de un periodista son los mayores enemigos de la libertad de expresión. Por eso se escriben burradas, es lo que pasa cuando se aprovechan de la situación precaria del periodismo.
¿Está Andalucía olvidada y relegada por las otras comunidades?
Yo eso no lo comparto. El problema de Andalucía es que estaba en un profundo pozo: durante el franquismo todo el desarrollo fue de Madrid hacia arriba. A Andalucía no llegó nada. Cuando se instauró la democracia, todas las subvenciones importantes iban para el sector minero de Asturias o para el sector automovilístico de Cataluña. Aquí, sí venían, era para el tema del campo por el Plan de Empleo Desarrollo Rural y se daba poquísimo.
Acortar la distancia con las demás comunidades y equipararse a su nivel era muy difícil. Sin embargo, con el tema de que Andalucía pudo conseguir su autonomía el 28 de febrero fue como un empujón muy fuerte que la hizo equipararse a todas las demás. El desarrollo de Andalucía a lo largo de estos 40 años ha sido espectacular: de una situación de nada hemos pasado a tener carreteras, más centros de salud, colegios… Era tal el subdesarrollo que antes, si te ponías enfermo, tenías que esperar a que el médico que se ocupaba de tu pueblo pasara. Iba en una moto pequeña, así que tardaba bastante.
Todos los colegios y demás deberían tener una asignatura sobre la historia de Andalucía, pero la presente porque así le daríamos el valor que se merece la evolución que ha tenido esta comunidad. Y darnos valor a nosotros mismos, no infravalorar ni nuestra tierra ni nuestro acento.
¿Cómo ves a los estudiantes actuales de periodismo? Teniendo en cuenta que la carrera está obsoleta y los estudiantes no leen las noticias.
La Facultad de Comunicación tiene una asignatura pendiente: enseñar a los estudiantes a ser periodistas. Y eso no se hace en la facultad. En el momento en que se entre en la facultad tienen que estar formándose y aprendiendo prensa, radio y televisión, pero desde el primer día. ¿Hacen falta asignatura sobre lengua, economía u otras materias? Sí, pero como un complemento. Primero va el periodismo que es el que tienen que enseñar, inculcar y adaptar a los nuevos tiempos digitales. ¿Cuántas asignaturas de nuevas tecnologías tenéis? Una cuatrimestral en toda la carrera y no puede ser.
Reivindicamos la labor del periodismo como servicio público esencial en democracia, ejercido con honestidad y decencia por sus profesionales, y más necesario que nunca para evitar la desinformación de la ciudadanía.
La redacción periodística siempre se ha estudiado en primero y en segundo, ahora es en tercero y en cuarto. No tiene sentido. Cada vez escribimos peor con las nuevas tecnologías y, por eso, importante tener esta asignatura —el tema de las faltas de ortografías en cada facultad es impresionante. Eso te lo tienen que enseñar de primera hora: cuando llegas a la facultad y ves todo eso ya sabes si te gusta o no la carrera. Y si te gusta, ya puedes elegir si prensa, radio o televisión porque son medios totalmente distintos.
La facultad tiene que formar a los compañeros que entran porque si no con la situación actual de precariedad solo va a generar a más gente de carne de cañón para el paro. Las prácticas son necesarias en la carrera: hay gente que sale sin haber pisado un plató o un estudio de radio. El periodismo, ante todo, es vocacional y práctico.
¿Cómo apoya la APS a los periodistas que acaban de salir de la carrera?
Imagina lo siguiente: sales de la facultad, ya has acabado la carrera y tienes una idea como Voz Nueva o quieras crear el periódico para la facultad porque no tiene. Pues, tú vienes para a la Asociación de la Prensa y nosotros te orientamos. Te damos todas las claves para poder salir hacia delante o te vehiculamos hacia dónde deberías ir para que tu proyecto salga a flote.
Los medios tradicionales ahora, en vez de contratar a gente, la echan. Si antes te costaba hacer un buen producto con muy poca gente ¿cómo vas a hacer lo mismo con mucha menos gente? Es imposible. El ejemplo positivo que ponemos siempre es el The New York Times que está invirtiendo en la contratación de buenos periodistas. De esta manera anima a la gente a leer porque demuestran que la información que proporcionan es de calidad. Aquí no hacemos eso.
Este medio ha logrado un récord por suscriptores y contración de periodistas. Fuente: niallkennedy (Creative Commons)
El modelo de negocio del futuro es incierto: por ahora se ha desarrollado en varios periódicos las suscripciones, pero da todavía recelo a pagar por la información. Nosotros estamos elaborando varias campañas para que los periodistas puedan suscribirse a medios de comunicación pero cuesta trabajo. La gente no está acostumbrada a pagar por la información y la información de calidad cuesta mucho dinero. Hay que mentalizar a la población.
Y, volviendo a tu pregunta, nosotros facilitamos todo a los compañeros que se meten aquí como los cursos de formación que ofrecemos. La situación del periodismo es mala y precaria, además de ser un trabajo sacrificado y vocacional.
¿Cómo ha afectado la covid-19 al periodismo?
La covid-19 ha venido a rematarlo. Ha habido recortes salariales, ERE y teletrabajo que viene bien para algunos, pero para el periodismo es malísimo. El periodismo es algo presencial, no es información de calidad la que te manda el gobierno de turno o los partidos políticos todo editada y modificada.
Luego, a nivel empresarial, con el teletrabajo al empresario ya no le hace falta tener una oficina con sus trabajadores. Puede alquilar una mucho más pequeña y tener a los periodistas trabajando en su casa por lo que los quitan de plantilla y los hace falsos autónomos.
Hemos podido entrevistar a Nieves Concostrina, periodista y escritora madrileña, quien actualmente colabora en los programas La Ventana y Cualquier tiempo pasado fue anterior de la Cadena Ser donde da un giro de tuerca a la historia.
En tus podcasts, hemos visto que tienes como una especie de amor obsesivo por el mastuerzo de Fernando VII. ¿Por qué decidiste hablar sobre este personaje y cómo es que te ha dado tanto juego?
Esto es una cosa que me preguntan mucho. ¿Qué por qué hablo mucho de él? Lo que me sorprende es que la gente no le tenga manía y con esto doy por hecho que nadie conoce la figura de Fernando VII.
Es uno de los personajes más nefastos de la historia de España, pero es un gran desconocido: la gente no se preocupa de conocer su historia. No es que esté obsesionada con Fernando VII, el problema es que de todos los Borbones que hemos tenido este fue el peor —junto con Alfonso XIII, Juan Carlos I e Isabel II. Sinceramente, hay muchos Borbones malos. Sin embargo, Fernando VII, este en concreto, fue un personaje infame que provocó el retroceso de España y que mantuvo una actitud en contra de la cultura del país. Un hombre lamentable. Con esto es con lo que deberían estar cabreados todos los españoles.
Cuando la gente me pregunta por qué le tengo manía a Fernando VII, mi respuesta es “¿y por qué no se la tienes? Porque no lo conoces, no sabes quién era”. Hablo de él porque fue un personaje muy importante en la historia de España y como personaje importante que es debo hablar de él, pero con la verdad: no hablo sobre lo que nos contaban de pequeños en el colegio. Antes, le llamaban Fernando VII El Deseado y eso era una absoluta mentira. Cuando somos adultos, tenemos la responsabilidad de informarnos y de culturizarnos, pero este país está a falto de eso.
En tu libro, Pretérito Imperfecto: Historias del mundo desde el Año de la Pera hasta ya mismo, aparte de que le dedicas más páginas a Fernando VII, eres muy crítica con el mundo religioso. Nos gustaría saber con quién estás menos conforme ¿con Dios o con la Iglesia?
Dios no existe. Es un personaje de ficción. Una invención. Dios es el objeto de negocio de una empresa que se llama Iglesia. No es que no esté conforme, simplemente, es que todos son unos estafadores ¿Qué Dios es el real? Dios, Alá, Yahvé, Jehová… ¿Cuál de los 200.000 que hay en el mundo es el bueno? Es una estafa. Lo que a mí me extraña es que gente con dos dedos de frente se lo crea.
No estoy disconforme o conforme con la Iglesia, solo basta con estudiar la historia de la religión para saber el mal que ha hecho la Iglesia y, sobre todo, lo que busca: ignorantes a su servicio que no se cuestionen nada y engullan continuamente las mentiras de la Biblia que no es más que un novelón impresionante.
Hay partidos políticos con intenciones compulsivas de eliminar la Ley de Memoria Histórica o de cambiarla por algo menos relevante. ¿Cómo de importante es la memoria de un país? Porque, por ejemplo, la juventud actual no lo entiende.
Tienen un problema de cultura general y de desinformación. La mayoría son unos ignorantes y por eso no lo entienden: la memoria de un país es fundamental, es la historia de sus abuelos. Yo no tengo ninguna esperanza ni con la juventud ni con nadie. No creo que vayamos a ser mejores.
Cómo periodista, y cuando en tu momento estudiaste la carrera, ¿cómo ves a los futuros periodistas sí, como tú dices, estamos muy desinformados y desmovilizados?
Fatal. Los estudiantes que he conocido, —una mayoría, no todos— los he encontrado muy mal preparados, culturalmente deficientes, con una visión desfigurada de la historia y apuntados muchos a una carrera que, como todos sabemos, es muy fácil.
En mi época se apuntaban a Periodismo los que no sacaban nota para poder ir a otra facultad. Para poder ser periodista tienes que estar bien informado y tener un hábito de lectura —a los alumnos no los veo leer periódicos ni escuchar la radio. Insisto, la mayoría.
Hace no mucho, un año y pico, tuve una reunión en Madrid con un grupo de unos doce alumnos de la Juan Carlos I. Eran de comunicación. De los doce que había, solo dos estaban interesados en la entrevista que me estaban haciendo porque era para un trabajo. Tuve que parar la entrevista para preguntarles “oye, ustedes ¿por qué estáis aquí? ¿Por qué hacéis periodismo?”. Uno estaba mirando al techo, otro se tocaba la zapatilla… “No os interesa nada de lo que estoy diciendo y como tengo la sensación de que os estoy haciendo perder el tiempo, os pediría que os fuerais y me dejéis con los compañeros que sí necesitan hacer el trabajo”.
Ya me ha pasado varias veces, pero no son todos. Hay gente que está interesada en su oficio y quiere mostrar la verdad porque el periodismo no es contar lo que te dicen todos: es contar la verdad. Ese es el oficio del periodista y no poner un micrófono a cualquiera porque una cosa es ser objetivo y, otra cosa, es recoger las declaraciones de Hitler. Si se hace esto, el periodismo solo funciona como altavoz a los discursos de Hitler.
El periodista debe tener el criterio para contar las maldades y estupideces de otros sin darles voz. Por ejemplo, no hace mucho, en un magazine de La Sexta, la presentadora, aparentemente indignada, anunció la última pieza donde aparecía una influencer que había hecho algo vergonzoso. Mostraron la pieza e hicieron un reportaje sobre la influencer diciendo que lo que estaba haciendo era una salvajada. Pero hicieron exactamente lo que estaban criticando, dar voz a una estúpida y regalarle un reportaje fantástico sin explicar dónde estaba la supuesta salvajada. Alguien al otro lado atendería más a lo mona que era la muchacha y a la tontería que decía, que a la supuesta crítica.
Es el viejo debate entre la obligación de informar con la acción de poner un micrófono a cualquiera. Si alguien dice que llueve y otro dice que no, el deber del periodista es asomarse a la ventana y ver si llueve realmente. No se le puede dar voz a todo el mundo porque ahí los tienes, a los del partido «color verde moco», diciendo que la violencia no tiene género.
Volviendo a la historia, esta en los colegios se da fría y distante. Tú lo haces de una manera más llevadera y cercana. ¿No sería más interesante dar las clases de historia como tú lo haces?
Sé que siguen habiendo los mismos malos profesores de siempre, pero también hay buenos profesores. Los “malos” simplemente no les gusta la historia y la cuentan desde un punto de vista derechista: siempre que no pongan delante de la palabra Franco “el Dictador” ya tienes a un facha delante.
No soy docente para saber cómo hacerlo. Solo la doy como me hubiera gustado que me la contaran. La narro desde mi punto de vista periodístico y con la libertad que tengo para contarlo. Libertad para poder decir cosas como que la Monarquía es corrupta, que la Iglesia es una gran estafa moral y que solo viven del negocio o que Dios es mentira. Yo ya tengo mi libertad conseguida y lo que está por venir ya es problema de las generaciones futuras que ya veremos cómo os la apañáis porque lo tenéis muy difícil.
En el programa Acontece que no es poco narras anécdotas de la historia que la gente desconoce ¿por qué decidiste hablar sobre historia de esta manera? Por ejemplo, del verdadero origen de la bandera de España.
Yo no cuento anécdotas. Las anécdotas son una cosa pequeña, corta y graciosa y yo no hablo de eso. Yo cuento historias, pero como lo hago en un tono más cercano parece que son anécdotas. La historia de la bandera de España no es una anécdota: es la historia del nacimiento de la bandera de España.
¿Por qué no le tengo ningún cariño a la bandera de España? Primero, porque es la que impusieron los golpistas fascistas arrancando la oficial y democrática que ondeaba en la España democrática, aunque luego la asumiera la Constitución del 78 porque la transición nos la organizaron, en gran medida, los franquistas. Segundo, nació en un despacho y lo que nace en un despacho no se le puede tener el cariño que, por ejemplo, le tienen los franceses a su bandera que nació de una revolución o los estadounidenses a la suya, que surgió de la independencia con Reino Unido. Ahí hubo unos ciudadanos que lucharon por una bandera.
En España nadie luchó: la inventó Carlos III en su despacho y luego Isabel II la hizo bandera nacional —esa bandera solo la utilizaba el ejército. La primera bandera española democrática es la republicana, la que aparece por primera vez recogida en una constitución democrática, en la de 1931.
La bandera de la Constitución era la de la República. La otra es fruto de un golpe de Estado. La actual tuvieron que hacerla constitucional durante la Transición.
Has trabajado tanto en prensa como en radio, pero, hoy en día, estás más activa en el sector radiofónico ¿por qué te atrae más la radio?
Al principio trabajé en el desaparecido Diario 16. Cuando cerró, nos despidieron a todos. Tuve que buscar trabajo. El oficio te va moviendo, tú no eliges dónde vas a trabajar. Te adaptas.
Cuando se me presentó la oportunidad de la radio… Me encantó. La radio es muy bonita: te permite escribir —los guiones los tengo que hacer previamente—, no tiene la tensión de la televisión, es inmediata y difícil de manipular porque nadie puede interpretar tus palabras. En prensa esto es peligroso y se corre un gran riesgo. Por ejemplo, las cosas que estoy contando dichas de otra forma pueden ser perjudiciales para mí. Hay gente que por un buen titular mata. Es una cuestión de confianza en la otra persona, pero eso depende de la profesionalidad de cada uno.
A mí lo que más me gusta es la radio. La televisión no tanto porque se pierde mucho tiempo con cualquier intervención, hay muchas horas de maquillaje, de cambios de platós…
Sin embargo, has estado haciendo la serie documental Pioneras.
Sí, ya lo hicimos. Solo han sido cuatro capítulos, pero ya está hecha. Para lo poco que aparezco ha llevado mucho tiempo aun así me ha gustado porque se ha quedado como una serie reflexiva y seria. Hay un gran trabajo detrás, ya que, obviamente, no he sido solo yo. Parece que yo, que pongo la cara, me llevo todo el mérito, pero no es solo mío: es de los directores, de los guionistas, de la productora que tuvo la idea, de todas las invitadas… Todos ellos han estado trabajando arduamente en este proyecto. Y por, poco que parezca, lleva bastante tiempo.
La radio es, para mí, mucho más cómoda. Justo ahora estoy terminando de escribir en la intimidad de mi despacho un guión para el miércoles que viene para La Ventana de Carles Francino. Me conecto a la radio y entro para hablar con él. De esta forma, no me tengo que preocupar por si tengo el ojo pintado o los pelos de punta. Nadie se va a entretener con mi imagen porque no quiero que me digan “no me gustó el jersey que llevabas” “Vale, pero… ¿Te gustó lo que dije?” “Es que en eso no me fijé”. La imagen es algo que no me preocupa.
Como última pregunta, si tuvieras que hacer un libro histórico sobre los políticos actuales ¿cómo los describirías?
Te podría decir de los dirigentes de Madrid, que son los que sufro más. A Isabel Díaz Ayuso y su caravana de políticos los calificaría como “indigentes intelectuales”. Son personas muy mal preparadas y, sobre todo, lo que más me preocupa es que son retrógrados y machistas. Los llamo la Triple A —Ayuso, Aguado y Almeida— con el plus de la Villacís.
Creo que el gobierno actual lo está haciendo bien: se han encontrado con una pandemia absolutamente impresionante y, menos mal, que tenemos este gobierno de coalición. Si hubiera habido uno de derechas yo no quiero ni imaginar lo que podría haber sido. Lo último que importaría sería los españoles. Un partido corrupto hasta la médula… No me quiero imaginar cómo hubieran gestionado las ayudas europeas que, seguramente, habrían ido a parar a las manos de los empresarios y los corruptos. El PP es así: por un lado, Cifuentes robando cremas y permitiendo que falsifiquen su Máster y que otros sean condenados por falsificar un documento público para sustentar su mentira. Es de lo más rastrero.
La derecha en este país es de vergüenza. A mí me gustaría que hubiera una derecha decente, una buena oposición en España. Ciudadanos tuvo su oportunidad y la perdió. En vez de ser la alternativa al PP y hacer una posición seria, se sumaron a la ultraderecha.
Hoy tenemos la oportunidad de hablar con ManuelReiriz Rojas, cibereducador sexual de Adhara: centro comunitario de ETS. En Adhara, atienden a todas las personas que acudan sin importar “su sexo, género, sexualidad o estilo de vida”, tal y como detalla su página web. Además de ofrecer apoyo psicológico y grupos de ayuda mutua, realizan pruebas de detección de ETS como el VIH o el sífilis e imparten formación en sexualidad y salud sexual.
1. ¿Qué es el cibereducador de Adhara? ¿En qué consiste vuestro trabajo?
Yo soy la persona que lleva la Cibereducación. Es un servicio de contacto online que lleva en Adhara a través de WhatsApp y de perfiles en redes sociales (Instagram, Facebook). Cualquier persona de cualquier lugar del mundo puede resolver una duda e incluso de coger cita. En la actualidad, tratamos muchos tipos de enfermedades de transmisión sexual: VIH, sífilis, clamidia, gonorrea y hepatitis C. Dependiendo de la infección, ofrecemos un servicio u otro.
2. ¿Cómo prestáis ayuda en tiempos de Covid-19?
Para adaptarnos a la pandemia, ofrecemos la opción del recibo de pruebas a través de correo ordinario y el envío de material preventivo (como mascarillas y preservativos) para trabajadores sexuales usando la misma vía.
Y, por último, hemos digitalizado toda nuestra formación, la asistencia psicológica y los grupos de apoyo. Todo lo que ofrecemos lo hemos transformado para llevarlo al mundo digital para poder mantener nuestra actividad en caso de que haya nuevos confinamientos y restricciones.
Campaña de Adhara para el envío de pruebas de VIH por correo ordinario durante la pandemia de covid-19. Fuente: canal de YouTube de Adhara
3. Hablemos un poco sobre estadísticas, ¿quiénes acuden más a Adhara en busca de ayuda y consejo? ¿Hombres o mujeres? ¿Chicos jóvenes o personas adultas?
Aunque para la infección de VIH no hay un patrón definido, sí es cierto que acuden a nosotros hombres que tienen sexo con hombres, los inmigrantes y los trabajadores sexuales. A estos últimos les damos preservativos, lubricantes y les ofrecemos pruebas cada tres meses de forma gratuita.
Por suerte, en los últimos años, la incidencia de personas heterosexuales está aumentando de forma significativa debido a que se están rompiendo los estigmas asociados a las ETS. Poco a poco, la población heterosexual se está acercando más a hacerse pruebas.
4. En los últimos años, la educación sexual está viviendo un punto de inflexión gracias a series como Sex Education o charlas en los colegios. ¿Ha incrementado el número de citas para la realización de pruebas de ETS?
Ahora mismo, estamos notando un leve descenso en el número de solicitudes de pruebas debido a la situación. Sin embargo, la incidencia de enfermedades sexuales no ha bajado. El número de positivos de VIH, respecto a las pruebas realizadas, está siendo muy similar al del año pasado.
Además, estos últimos años, hemos notado que ha incrementado el número de solicitudes para charlas formativas en colegios e institutos. La juventud tiene un interés muy alto en una formación sexual más completa, que no solo recuerde que hay que ponerse el condón. Es cierto que sigue habiendo mucha disparidad de ideas en este aspecto, incluso entre los docentes. Pero es un momento bonito para debatir de salud sexual porque el tabú se está rompiendo. Por eso, creemos que estamos empezando el camino hacia la normalización de la sexualidad y la salud sexual.
5. En caso de que el resultado a una prueba de enfermedad de transmisión sexual sea positivo, ¿cuál es el protocolo a seguir?
Si el positivo se debe a una enfermedad de transmisión sexual que no sea VIH, se trata directamente en Adhara de la mano de nuestro equipo y de forma gratuita. Pero si se trata de un positivo en VIH, no lo podemos tratar aquí porque solo se hace en hospitales. Estas personas se derivan directamente a las unidades de infecciosos del Hospital Virgen de la Macarena, Hospital Virgen del Rocío y Hospital Universitario Virgen de Valme.
En cada una de las unidades, hay un trabajador de Adhara. Este trabajador es una persona que tiene VIH y que sirve de apoyo para los nuevos contagiados porque es alguien que lleva 20 o 25 años con la infección y que puede dar ejemplo de buena salud. Esto se conoce como el servicio de pares.
6. Si un menor de edad solicita una prueba, ¿se le realiza sin consentimiento parental previo?
A partir de los 16 años, una persona es libre de hacerse las pruebas que quiera sin el consentimiento de sus padres. Si es menor de 16 años, la persona tiene que acudir a Adhara con su tutor legal y, si da positivo, se le comunicará junto a ambos. Si es mayor de 16, dependerá de él o ella si quiere hablarlo con sus padres. Es una decisión personal como cualquier asunto médico.
7. Como hemos podido ver en su página web, Adhara está muy implicado con las asociaciones de enfermos de VIH, ¿qué tipo de actividades se realizan en esa línea?
Además del servicio de pares, también tenemos un servicio de asesoramiento legal dedicado a resolver los problemas de las personas con VIH y a inmigrantes con VIH. Estos problemas suelen estar relacionados con la discriminación, con la revelación de un estado serológico sin consentimiento o con el acceso a la medicación.
Contamos, además, con grupos de apoyo mutuo organizados por los pares. Los grupos varían en función de las características de las personas: Cafeterapara personas heterosexuales y Cubiterapara hombres que tienen sexo con hombres. Una vez al mes, se reúnen de forma online para compartir experiencias y para hacer diversas actividades. Sin embargo, estos no son los únicos servicios que prestamos. Tenemos muchos más.
8. ¿Están destinados los grupos de ayuda mutua solamente para las personas con VIH? ¿O también los tenéis para colectivos con otras enfermedades?
Tenemos otro grupo dirigido a las personas que practican el chemsex. Es una nueva tendencia entre los hombres que tienen sexo con hombres en Estados Unidos y Reino Unido, que consiste en consumir ciertas sustancias mientras se practican relaciones sexuales.
Estas drogas permiten mantener relaciones durante mucho tiempo con drogas adictivas. Además, de favorecer la drogadicción, el chemsex aumenta la exposición a enfermedades sexuales sin control. Conocemos la existencia de drogas anestésicas que hasta hacen que la persona no se dé cuenta cuando sangra, por ejemplo. Lo cierto es que gran parte de las infecciones de enfermedades de transmisión sexual con las que trabajamos actualmente se deben a esta práctica.
En la sede, nuestro equipo de psicólogos trabaja con todas esas personas que tienen un problema con el chemsex. Les prestamos ayuda para que puedan volver a una situación más sana. Quizás puede sonar un poco extraño, pero el chemsex es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos actualmente.
10. ¿Cómo creéis que se puede crear conciencia en la población sobre las enfermedades sexuales?
Nosotros apelamos siempre a la educación y formación sexual. Vivimos en una época en la que la información está en todas partes pero muy poca información es veraz. Si los chicos jóvenes conocieran los datos, se darían cuenta de la alta probabilidad que tienen de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Debemos romper esos estigmas y tabúes y ver que es algo que nos afecta, sobre todo si somos jóvenes. Debemos chequearnos porque las ETS no tienen síntomas. La educación y la formación junto a las pruebas periódicas son la clave para concienciar a la población. Sobre todo, tenemos que hablar con libertad sobre sexo o sobre salud sexual y emocional.
El Carnaval de Cádiz es un universo lleno de cosas preciosas, y cada vez, más diverso. Un año después, Álvaro Galán echa la vista atrás y rememora con nosotros aquel 26 de enero de 2020, en el que el cuarteto de Afanas El Puerto Merda, merda, mucha merda derribó barreras y se convirtió en la primera agrupación formada por personas con discapacidad que participa en el COAC.
Lo primero, ¿cómo lleva Álvaro Galán el mes de febrero sin carnaval?
Pues con mucha pena. Lo vivimos muy adentro y estábamos muy ilusionados después del arranque el pasado año. Teníamos muchas ganas de volver y todo preparado, como todo carnavalero, que cuando se sube a las tablas ya está pensando en lo que vendrá después. Nos quitamos ese veneno con los medios dedicados a la fiesta, el concurso del milenio, esta charla con vosotros reviviendo cosas… Hay mucha gente implicada. Los que realmente aman esta fiesta, están más implicados que nunca.
Nosotros también teníamos muchas ganas de esta charla tras lo vivido el pasado año. La diversidad dio un pasito más, en concreto, en el carnaval. ¿Cómo vivisteis vosotros aquel día, dentro de ese ambiente y participando como una agrupación más dentro del concurso?
Pues me acabo de emocionar otra vez —la sonrisa de Álvaro es plena—. Hace ya un año, y la pandemia paró un proyecto muy bonito. Aquel día se cumplieron muchos sueños sobre el escenario del Gran Teatro Falla. Era un reto muy complicado, ya que una de las dificultades era lo que se exige allí. No era solo llevar un repertorio, sino algo que la gente reconozca como carnaval aunque sepa que estamos empezando. Fue muy emocionante. Después de la actuación, no rompimos hasta que estuvimos en la furgoneta llegando al Puerto de Santa María, cuando empezamos a cantar y gritar. Fue muy emocionante, tanto ese día como los que vinieron después. No paraba de atender llamadas de medios y asociaciones de la región y de España.
¿Cómo surgió la idea de Merda, merda, mucha merda?
Todo comienza en verano, en esos ratitos de descanso en vacaciones. En septiembre empiezo las clases con los grupos de teatro de personas con discapacidad. Uno de los chicos del grupo me venía pidiendo hacer algo para carnaval, y aquel periodo estival me arranqué a escribir el cuarteto.
La referencia del cuarteto es la agrupación Tres notas musicales (1991), con dos de los primeros grandes cuarteteros como el Peña y el Masa, que también escribieron otras como La boda del siglo (1982). Aquellos me marcaron mucho de pequeño. En base, especialmente, al primero de ellos, nació la idea de un cuarteto ambientado en el barroco. Escribí mucho y sin dudar, pero sí que es verdad que a los chicos no le conté toda la verdad de la presentación… —sonríe—.
Figurantes del cuarteto Merda, merda, mucha merda. Fuente: Jarrettabucha.es
Tiene que ser muy bonito que unos amantes del carnaval cumplan su sueño en el Gran Teatro Falla. ¿Imponen esas tablas?
Mucho. Es un teatro que verdaderamente impone. Ya había estado antes allí con un cuarteto y una chirigota juveniles. Además, ya lo visité y estuve en el pozo, en el techo…, pero el momento de la actuación impresiona. Las luces se apagan y el silencio me impuso mucho, y mira que estoy acostumbrado a las charlas en público. Saber que nos jugábamos mucho. En el Falla todos sabemos que hay una línea muy fina entre hacer el ridículo y hacer carnaval. Ese era un poco mi temor. Sin embargo, la tensión se rebajó una vez empezamos, y la gente del teatro y los medios fueron muy amables. Eso nos dio mucha confianza. El grupo me cubrió porque yo era el más inseguro. Las primeras risas nos dieron ese empuje para seguir adelante. Una vez que se termina, todo el mundo hace su autocrítica y ve en qué puede mejorar.
Una vez finalizó la actuación, ¿esperábais esa gran acogida por parte de grandes autores como Piulestán, Morera, los niños…?
El primer sorprendido de aquello fui yo. Nos volvimos todos locos cuando nos pusieron aquel vídeo durante la entrevista para Onda Cádiz. Fue realmente bonito, lo que fue sucediendo durante aquel carnaval. Quería que los chicos allí hablasen de la fiesta y demás cosas, pero aquella acogida tan pronta fue un gran detalle por parte de los cuarteteros. Estuvimos en el Pregón de San Fernando con Morera, Javi Aguilera nos invitó a los cuartos de final… Tenemos contacto de amistad carnavalera. Es una de las cosas bonitas que nos ha dado el carnaval junto a los aficionados o medios como Onda Cádiz que estuvo siempre a disposición del cuarteto desde el momento de la inscripción.
Esperaba en cierta manera algo de lo que vino después, porque ellos llevan años haciendo teatro y saben transmitir, aunque la gente no está acostumbrada y llega a pensar que puede ser para niños. Pero no. Son personas con discapacidad pero pueden hacer humor, teatro y carnaval y lo que se proponga para todos los públicos, también para adultos. Sabía que si lo hacíamos bien, teniendo en cuenta que nos gusta el carnaval, podíamos triunfar.
Los integrantes del cuarteto Merda, merda, mucha merda junto a la agrupación del Morera. Fuente: Álvaro Galán
A raíz de esos prejuicios como el del «teatro para niños», ¿cómo marcha, desde tu punto de vista, la lucha por la diversidad dentro de la sociedad?
Siempre se avanza un poco porque hay muchas asociaciones y familias detrás, pero creo que ese avance es muy lento. Trabajo para la diversidad y la discapacidad en Afanas El Puerto y en la Asociación de Artes Escénicas y Educativas mediante talleres de formación. Es verdad que, si miramos cincuenta años atrás, la cosa es bien distinta. Aún así, ellos están cansados. Estoy con ellos ocho horas diarias, y están agotados de ser «el discapacitado», «el gracioso», «el pobrecito»… Se levantan a su hora para trabajar como nadie, tienen su pareja, su vida, y creo que ya es hora de una normalización y dejar de buscar cosas para discapacitados y no discapacitados. Poco a poco, hay más unión por la inclusión, aunque no hay inclusión. Yo ya digo, que quien quiera incluirse que se incluya a las personas con discapacidad.
Existen muchos prejuicios. Cierto es que el aprendizaje del repertorio y, sobre todo, el tema de cantar, llevó su trabajo. Desde el día de la inscripción, empecé a oír voces advirtiendo de un posible ridículo, de que las familias o ellos mismos podían sentirse mal si no salía bien. Aquello, sin embargo, me dio más valor para seguir adelante y tumbar esos prejuicios.
El cuarteto canta «El valls de la diversidad» mientras sus compañeros bailan. Fuente: Álvaro Galán
Un año después, ¿cómo viven Afanas y el grupo el carnaval dentro de esta pandemia?
Llevan diciéndome desde septiembre: «Alvaro, ¿no vamos a poder hacer nada por el coronavirus?». Sufriendo mucho. Nos vemos vía telemática, ya que cada uno de ellos vive en una residencia distinta, y no pueden acudir a otra debido a las medidas contra la enfermedad. Tampoco podemos hacer teatro ni carnaval. A veces nos grabamos haciendo alguna tontería y nos la mandamos, pero estamos sufriendo un poquito.
El cuarteto, minutos antes de comenzar su actuación. Fuente: Álvaro Galán
En un plano personal, el carnaval te habrá ayudado a sobrellevar estos tiempos tan difíciles. ¿Qué sueles escuchar más, autores actuales, antiguos y qué modalidad?
Como te comenté, me enganché al carnaval gracias a Tres notas musicales, así que, como es obvio, los cuartetos entran fijos en mi listado de agrupaciones a escuchar. Por otra parte, yo soy de los 80, de esa generación de Martínez Ares y Antonio Martín, con los que también me aficioné con grupos como Entre tus brazos (Martínez Ares, 1988), entre otros. Cuando arrancó Juan Carlos Aragón fue espectacular. También soy muy chirigotero. La realidad es que cuando hay autores que te hacen pensar, que te ponen los vellos de punta y que expresan tanta libertad te enganchan, pero soy muy chirigotero y cuartetero. No obstante, me gusta escribir pasodobles.
El carnaval es uno de los ámbitos de la realidad en los que menos censura existe. ¿Cómo valoras el poder de la crítica social en el carnaval?
Sin duda, no hay otro sitio donde puedas ejercer esa libertad. Yo hago mucho teatro, pero está muy medido. En el carnaval, tanto en el concurso como en la calle, se cantan letras impensables en otros ámbitos como el trabajo o ciertas reuniones, porque se te vincula con cierta ideología o quehacer social. Esa libertad para la crítica social se valora mucho entre los artistas y a nivel social porque es muy necesario decir las cosas bien dichas, como se dicen en el carnaval.
Te pongo un ejemplo de nuestro cuarteto. La dimensión que tomó a través del carnaval no se podría haber conseguido por medio del teatro, talleres o visitas a institutos. Lo del concurso fue algo visual, donde mostraron con normalidad lo que eran capaces de hacer. Eso sirvió para llegar a mucha gente y cambiar la idea de algunas. El carnaval es muy necesario para Cádiz. Ojalá hubiese muchos más alrededor de España.
Entrevista al cuarteto en Las mañanas del Falla. Fuente: Onda Cádiz
El concurso no se suspendía desde tiempos del franquismo. ¿Qué supone para el mundo del carnaval que este año no se celebre el COAC?
El principal varapalo, además del sentimental, es el económico. Hay un gran número de personas, como los artesanos, que generan ganancias a partir de ello. Por esa parte, muy mal. En la parte emocional, es muy duro, sobre todo para los compañeros que llevan muchos años saliendo casi ininterrumpidamente. Yo, al fin y al cabo, solo he ido una vez y lo mío es más liviano, pero muchos lo pasan mal por no ensayar y poder sacar su creatividad. Pero también es cierto que, y los profesionales de esto están de acuerdo, hacía falta un descanso desde hace tiempo para poder pensar y aclarar cosas. Intento, de alguna manera, mirar un lado positivo.
Para terminar, ¿qué mensaje le manda Álvaro Galán a los carnavaleros y al mundo en general para afrontar lo que queda de pandemia?
Sobre todo, mucho ánimo a todos. Hay que cuidarse y ser positivos. Tenemos que adaptarnos a la nueva situación como lo hacen las personas con discapacidad cada día. Muchos besos y abrazos, que queda menos para recuperarlos, y que nadie pierda la sonrisa nunca.
Una mañana de febrero contactamos con Ramón de Castro, mejor conocido como Ramoni. Voz inconfundible del Carnaval de Cádiz que lleva toda la vida sobre las tablas del Gran Teatro Falla. Charlamos con él sobre la suspensión del COAC, buen carnaval y Juan Carlos Aragón. Regresamos por unos minutos a esas calles de la tacita de plata repletas de papelillos y serpentinas que hasta dentro de un tiempo no podremos volver a ver.
Antes de nada, ¿cómo llevas la suspensión del COAC a causa de la covid-19?
Pensaba que lo iba a llevar peor, pero lo estoy llevando bien. Al fin y al cabo, se trata de una fuerza mayor y es un asunto de salud. Está muriendo gente, no es un capricho de la organización. Es un problema a nivel mundial que tenemos. No se puede celebrar el COAC pero tampoco las ferias ni la Semana Santa. Lo echo de menos, por supuesto, porque es un trozo de mí que me han quitado. Pero, por lo demás, no lo estoy llevando tan mal.
¿Volverá el Carnaval en 2022?
Yo creo que sí. Ya no depende del Gobierno porque no tiene la culpa del virus, es cuestión de la conciencia de la gente. Si te están diciendo que no salgas, no salgas. Y si te dicen que no te reúnas, que no hagas botellón y que te pongas la mascarilla, hazlo. Haz todo lo que te digan. Y si no lo haces, la culpa es tuya. Por supuesto, el Gobierno tendrá su parte de culpa, como la tienen todos los gobiernos, pero la mayor parte la tenemos la ciudadanía.
Cuando todo esto haya pasado y el Carnaval pueda celebrarse de nuevo, ¿volverás?
Sí, claro que sí. Es una forma de vida. El día de Reyes cumplí 51 años. Y de esos 51, llevo 41 saliendo en Carnaval. Como dice mi madre, he ido más veces al Falla que al colegio (risas). En cuanto vuelva la normalidad, la vida vuelva a la normalidad y no haya contagios, volveremos. Seguramente, a final de verano podremos ver la claridad de esto. Y volveremos, seguro que volveremos.
Final del programa El Palco del Falla de Onda Cádiz. Fuente: Onda Cádiz Carnaval
En ese caso, ¿qué será lo mejor de volver?
Lo mejor de volver va a ser oler el templo. Sin duda. Me gusta mucho olerlo.
Pero, si te soy sincero, yo lo echo más de menos como aficionado que como componente. Yo soy de los que se traga el concurso entero. La primera noche que canto con mi comparsa tengo los nervios típicos del estreno, pero ya después es como si cantara en la ducha de mi casa. Lo que más echo de menos es sentarme delante de la televisión con Onda Cádiz a las nueve de la noche y esperar a ver cómo vienen los autores.
Cuando el carnaval pueda volver tal y como lo conocemos, a mucha gente le llamará la atención y empezará a escucharlo. Seguramente, surgirán nuevos aficionados. ¿Qué copla les recomendarías escuchar por primera vez?
Pues, hay repertorios que son muy didácticos para la gente que nunca ha escuchado Carnaval de Cádiz. Por ejemplo, para conocer un poco la comparsa, recomendaría el popurrí de Medio Siglo (2010), de los Majaras. Es una obra de arte.
En cuanto a chirigotas… yo recomiendo empezar con Eduardo Delgado o Ramón Díaz Fletilla. Y ya después, empezaría la época de la chirigota de Carapalo, El Petra con Manolo Santander. Más tarde, vendrían el Selu, el Yuyu, Vera Luque… Hasta los más recientes como Los impacientes que han sido los últimos en llegar pero lo están haciendo muy bien.
Actuación completa en la final del COAC de Medio Siglo. Fuente: Carnaval por un tubo
¿Crees que el Carnaval está evolucionando?
Claro. Está evolucionando mucho. Se cuidan mucho los detalles en la forma de cantar, en la expresión, en los tipos, en el decorado… En eso hemos ganado. Pero hemos perdido la esencia de las coplas. A lo mejor se ha mercantilizado un poquito, pero todos tenemos la culpa. Los orígenes siguen estando pero parece que se están olvidando.
Para terminar nos gustaría hablar del Capitán, de Juan Carlos Aragón. ¿Cómo fue trabajar con él?
El loco era muy personal, como cualquier genio. Te puedo afirmar sin dudar que Juan Carlos Aragón es el mayor genio que ha dado el Carnaval de Cádiz. Componía de una forma que él solo sabía: con solo cinco o seis acordes de guitarra hacía dos o tres melodías completamente diferentes y geniales.
Además de la calidad literaria, no se trataba simplemente de lo que escribía, sino de cómo lo escribía. Sabía perfectamente cómo encajar cada verso y cada intención en la composición musical. Ese don lo tenía él. Expresaba perfectamente su forma de pensar y de ser en el papel.
Juan Carlos Aragón para una entrevista con El Desmarque. Fuente: Cristo García
¿Cómo es la comparsa de Juan Carlos Aragón?
La comparsa de Juan Carlos Aragón tiene una particularidad que solo el buen aficionado conoce. Nuestra comparsa está dentro de la aureola de los artistas. Hay mucha gente que nos llama artistas en el peyorativo sentido de la palabra porque nos ganamos la vida con esto. Porque en el sentido normal sí lo somos, pero bueno… tontos tiene que haber en todas las etapas de la vida. Y si no los hubiese, ¿de quién nos reiríamos nosotros?
El que nos llama pesetero simplemente tiene envidia porque él no lo puede hacer. Un día, cuando iba con la guitarra en la espalda de camino a un local, me dijo un conocido que tenía mucha suerte y que ganaba mucho dinero cantando. Y yo le contesté, desde la ironía que me caracteriza, que si quisiera cantar también debería haber estudiado carnavalismo y comparsismo como yo.
A pesar de todo, somos una familia. Yo soy el Tito Ra para mis niños y mientras quieran, yo seguiré saliendo con ellos. No tengo intención de irme a ningún lado. Y si lo hago, es a una callejera.
Ramoni durante el homenaje a Juan Carlos Aragón: la Eterna Banda del Capitán Veneno. Fuente: Portal de Cádiz
¿Qué año ha sido el más especial junto a él?
Todos han sido especiales pero yo destacaría la vuelta al concurso en 2015 con Los Millonarios. Ese año teníamos las dudas y los nervios de volver. Pero, en cuanto se ponen Los Millonarios en el escenario y se abre el telón, el teatro se cae. El Falla se puso boca abajo. A partir de ahí, todo fue rodado.
El de Los Peregrinos (2017) también fue un año muy especial. Los Peregrinos fue una comparsa que le encantó porque es muy íntima, muy de autor. Y después vienen Los Mafiosos (2018), La Gaditaníssima (2019)… son todas geniales para mí. Incluso La Guayabera (2016) que fue la que menos éxito tuvo.
¿Qué le dirías ahora mismo si pudiera escucharte?
Yo solo le diría una frase: vuelve, cabrón, vuelve. Nada más.
Alba Mbengue y alberrrtoramos. Un par de chicos con mucho que ofrecer y poco que perder. Un tándem indestructible con muchas inquietudes y un solo objetivo. Cádiz ha sido la ciudad que los ha visto nacer y crecer, tanto personal como musicalmente. Ahora mismo, vuelan alto gracias a sus canciones que ya son todo un éxito en las plataformas digitales. Esta tarde de febrero, nos cuentan su historia y nos permiten volar con ellos por unos minutos.
¿Quién es Alba Mbengue?
ALBA: Soy una chica que tiene un nombre impronunciable. La pronunciación real de Mbengue yo tampoco la sé. Pero podéis llamarme como os sea más fácil. Soy una chica muy de barrio y a la que siempre le ha gustado mucho la música. Nunca vi que nada pudiera salir bien en mi vida si no era la música.
¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a la música?
ALBA: Con doce años, soñaba con cantar ante el púbico. Veía películas y musicales. Pero hace dos años me lo planteé de forma más seria.
ALBERTO: A nosotros siempre nos ha gustado seguir a cantantes americanos. Todo el grupo de amigos es muy fan de ver conciertos de artistas internacionales. Y a partir de ahí surgió todo esto. Alba y dos amigos más empezaron haciendo covers. Pero un día, Alba nos sorprendió con una canción que había compuesto ella sola y empezamos a grabar más cositas. Y todo eso fue hace dos años ya.
¿Cuáles fueron los primeros pasos que diste en el mundo musical?
ALBA: Los primeros pasos fueron grabando parodias de canciones con nuestro grupo de amigos. Y a la gente le gustaba por alguna razón que no entiendo. Lo único que hacíamos era el tonto (risas). Pero hace dos años decidimos grabar una canción nuestra… y ahí empezó todo.
Vuestras canciones están en algunas playlists famosas de Spotify como Temazos Chill, ¿cómo se llega hasta ahí?
ALBA: La respuesta a la pregunta de cómo se llega hasta ahí no te la puedo dar porque no la sé. No sabría decirte cómo pasó eso. Yo un día me desperté y mi madre me avisó de que Alberto me estaba llamando, porque duermo mucho (risas). Entonces, Alberto me empezó a gritar que habíamos entrado en la lista de Novedades viernes con este dolor.
no estabas cerca, primer single de Alba Mbengue. Fuente: YouTube
ALBERTO: En esta playlist se suben todas las novedades musicales, ya sean de Pablo Alborán o de un desconocido. La primera parte es para los artistas famosos y la del final es para los nuevos con el objetivo de darse a conocer. Y van metiendo a gente al tuntún (risas)… bueno, espero que no sea aleatorio.
ALBA: Primero entró este dolor, pero después entró no estabascerca en muchas listas. Esto impulsó muchísimo nuestra carrera. De tener 12 mil visitas, pasamos a tener 300 mil. Además, no estabas cerca sigue volando a pesar de que dure un minuto y diez segundos, nada más. Sé que a la gente no le gusta que dure tan poco tiempo… pero es que ni pensábamos subirla
¿Cómo definirías vuestro estilo actual?
ALBA: Todavía no hemos encontrado nuestro estilo. Y no creo que lo encontremos en un periodo corto de tiempo. Estamos tocando todos los estilos posibles porque queremos probar y experimentar.
ALBERTO: El que predomina es el pop. Puede haber referencias sueltas a varios estilos, pero la mayoría es pop.
i thought i wanted you, single de Alba Mbengue. Fuente: YouTube
¿La inspiración se busca o viene sola?
ALBA: Yo siempre escribo en mi habitación, en la cama. A veces estoy medio dormida y me viene un tema a la canción que no puedo dejar pasar.
ALBERTO: Componemos los dos, pero las ideas las suele tener ella. Yo me encargo de las bases. Algunas me salen solas porque son muy originales, y otras se me ocurren a partir de otras canciones que me gustan. Alba me avisa cuando tiene una letra y yo le mando una base, o al revés. Y a partir de eso, seguimos desarrollando la canción.
¿Cómo funciona el equipo formado por Alba Mbengue y alberrrtoramos?
ALBA: Nos llevamos súper bien, porque nos conocemos desde la guardería. Nos conocemos de toda la vida. Trabajar con Alberto es muy sencillo porque siempre hemos estado en el mismo círculo. Aunque él esté ahora en Sevilla, yo le mandó un mensaje por WhatsApp y sé que me va a contestar a los dos segundos. Además, nuestros gustos son muy parecidos. Es muy fácil entenderse con él cuando le hablo de un estilo que me gustaría hacer y él sabe a lo que me refiero perfectamente.
ALBERTO: Y también tenemos gustos distintos pero nos complementamos. Así llegamos a estilos desconocidos y experimentamos.
ALBA: ¡Muchas cosas! No podemos adelantar mucho, pero 2021 va a estar cargadito (risas).
ALBERTO: Hasta ahora, hemos sacado las canciones según íbamos grabándolas. Pero ahora vamos a hacerlo todo más elaborado, queremos hacer las cosas bien. Además, queremos empezar una nueva etapa en 2021. Tenemos ya cinco o seis canciones a medio componer que van a ir saliendo.
¿Quién será Alba Mbengue en un futuro?
ALBA: No lo sé, pero yo espero volar alto. Sé que quiero volar alto. Quiero que la gente me escuche… y si lo hacen, ya puedo estar tranquila, ya habré cumplido mi misión en la vida.
ALBERTO: ¡Alba va a ser la negra de España! (risas)
Enric Ros, profesor de Historia del Cine en la Escola de Cinema de Barcelona, combina dos áreas muy discontinuas: lo académico y lo profesional. Sin embargo, el cine para Ros va más allá de un oficio y una clase, es un mundo infinito
Explica que en su adolescencia le interesaban muchas cosas “y una de ellas era el cine, pero también me interesaba pues, como muchos adolescentes, la música y también la literatura. Tardé en encontrar la vida del cine.” El cine estaba ahí, como un fantasma, inmóvil pero rebosante de ganas de volverse visible. Comenzó como un huracán con las películas, viéndolas desordenadamente, caóticamente, perdido. Un náufrago a lo Tom Hanks.
El mundo del cine se le ha ido poco a poco descubriendo, le apasiona, le inspira tanto un temor incierto como un amor más allá de la razón. Sus manos se mueven ansiosas, quieren explicar todo su mundo. Un mundo para reflexionar sobre cine. Pero, para reflexionar, hay que saber. Ros, consumado cinéfilo, comenzó de pequeño con una lista. Las 10 mejores películas del cine y pensó: “me miro estas diez películas y ya me lo he visto todo”. Ingenuo amante. Había más. Treinta, cincuenta, cien mejores películas. “Al final, me di cuenta de que tenía que ver una película cada día, por lo menos para poder conocer todo lo que me interesaba. Todo el cine polaco de Polanski o las cinematografías de Lester, es un mundo muy amplio y grande. Se convierte en un camino donde te vas metiendo y nunca termina.”
Pero no todo es amor y gloria, Ros habla con quietud. El corazón le tiembla. Confiesa que hubo un tiempo el que podía decidir convertir lo que le gustaba en una actividad profesional para hacer cosas que le gustaran de verdad. Sin embargo, en muchas ocasiones, su trabajo se basaba en encargos sin “el resplandor” de una buena idea. El trabajo asediado por el dinero. Parecido es, pues, al periodismo “que haces cosas fantásticas que tú has podido elegir y otras que son un poco, pues, para ganarse la vida.”
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2021 trae el silencio al Falla. La Tacita de Plata no es la misma sin papelillos por sus aceras. Cádiz se queda sin su gran fiesta por primera vez desde 1948. Pero Voz Nueva no concibe un febrero sin Carnaval. Por ello, hoy viaja hasta estas líneas un gaditano que con tan solo diez años se sumergía en el mundo del Carnaval gaditano. Mario Garrido, componente de la comparsa de la cantera, trae a Voz Nueva la más pura esencia carnavalesca.
Mario (21 años, Cádiz) vive en el barrio de La Viña, el epicentro del Carnaval. Actualmente, oposita para acceder al Cuerpo Nacional de Policía (CNP). El Carnaval es su pasión más preciada. Apunta sobre este que “es una forma de vida, pero no un trabajo. Muchos lo confunden”. En 2013, tuvo la suerte de ser pregonero del Carnaval Infantil. Siente especial admiración por Martínez Ares y sus letras, aunque reconoce que no puede dejar atrás otras muchas, como las de Antonio Martín o Juan Carlos Aragón. Este iba a ser el tercer año que iba a concursar junto a su comparsa en la modalidad de adultos del COAC, pero la situación se lo impide. La nueva comparsa,Los okupas de la luna, tendrá que esperar.
Mario Garrido sobre las tablas del Gran Teatro Falla. La ciudad de Dios (2020). Fuente: Instagram (mariogarrido04)
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del Carnaval?
Mi madre desde chico siempre me ha cantado coplas. Recuerdo que una vez me dijo: “Mario, ¿a ti no te gustaría salir en Carnaval?” Yo lo veía como algo muy difícil y creí que no me iban a admitir. Tenía diez años. Mi padre tenía un amigo que hacía comparsas infantiles. Habló con él y fui a hacer una prueba. Canté un pasodoble y me encantó la experiencia. En 2010 salí en mi primera comparsa. Era muy futbolero y tuve que elegir entre fútbol o comparsa porque cuando tenía ensayo no me convocaban. Sin duda elegí Carnaval. Y aquí estoy, no me he equivocado para nada.
¿Qué recuerdas de los primeros años?
Cuento una anécdota que se me viene a la cabeza. Siempre he sido muy vergonzoso. Cuando era pequeño, en la comparsa me decía mi autor: “Te tienes que mover. No vale solo con cantar. También la expresión es muy importante”. De chico era muy lacio, como se dice aquí. Hasta que hablaron seriamente conmigo. Un día pegué un cambio brutal. Pasé de estar casi detrás del bombo porque no me movía a estar en primera fila. Aprendí a abrirme y a seguir los pasos para moverme. En una comparsa hay que moverse con elegancia. A mí me gusta mucho trabajar el movimiento. Su pasito adelante, cambiando de pie, abrir mucho los brazos…
¿Cómo nace la famosa Comparsa de la Cantera?
Los años de Juveniles, cuando salimos con Las batallitas del Rey Sebastián (2017) o ¡De aquí nos despedimos! (2018), formamos una piña. Cuando llegó el momento, todos dijimos: “Quillo, tenemos que salir en adultos”. Desde que empecé, Juanillo (el director) y yo no nos hemos separado. Fue una decisión unánime. Sabíamos que era una situación difícil por el nivel que hay en la modalidad, pero teníamos claro que debíamos seguir. Y esa unión es la que nos llevó a crear lo que es hoy la Comparsa de la Cantera.
Integrantes de la Comparsa de la Cantera. A la izquierda, La ciudad de Dios (2020). Fuente: Guitarras del Carnaval de Cádiz. A la derecha, Los niños sin nombre (2019). Fuente: Diario de Cádiz.
Con Los niños sin nombre (2019) os quedasteis a las puertas de la final del COAC y con La ciudad de Dios (2020) lo mismo. ¿Cómo te tomaste quedar en ambas ocasiones en semifinales a pesar del éxito que tuvisteis?
Para nosotros esto fue una sorpresa. Ha sido una sorpresa quedar semifinalistas los dos años. Tenía claro que nuestro rival en 2020 fuimos nosotros mismos: la comparsa de Los niños sin nombre. A la gente le gustó tanto que piensas que al público no le vas a llegar igual que el año anterior. Pero en seguida vimos esa aceptación por parte del público y el puesto en el que quedamos es para estar orgullosos. Estamos contentos no, lo siguiente.
De todo lo que habéis cantado en el Falla en la modalidad de adultos, ¿con qué te quedas?
Esa pregunta es muy difícil (ríe). Pienso que hay muchas letras que son representativas. Tienen un mensaje de vida. A mí, especialmente me gustan mucho las últimas cuartetas que hacen mis autores. El pasodoble que dedicamos a la cantera fue uno de los más bonitos que he cantado. Ese ha sido con el que más me he emocionado. El pasodoble del piropo también fue muy bonito cantarlo. Llegó muy lejos y se hizo viral. Estamos muy orgullosos de haber hecho esa defensa a la mujer. Otro que fue increíble fue el de Andalucía.
Todos los pasodobles de Los niños sin nombre (2019). Fuente: El Carnavalero (YouTube)
Otra vivencia que fue muy bonita y muy especial para todos fue lo que hicimos con Vanesa Martín. La productora llamó al Tomate y le pidió que versionáramos un bolero de ella a compás de Carnaval. Nos lo contaron y no nos lo creíamos. Nos mirábamos y con cara de extraño decíamos: “¿Vanesa Martín? ¿Qué me estás contando?”. Además de una buena persona es una artistaza. Disfrutamos muchísimo con ella y su equipo. Nos trataron de maravilla.
Vanesa Martín interpreta La vez primera con Los niños sin nombre en el Gran Teatro Falla (2019). Fuente: YouTube
Los autores de vuestra comparsa (Tomate y Piru) desvelaban en una entrevista que habéis estado ensayando y pretendéis presentar lo nuevo en cuanto la pandemia dé un respiro. ¿Podrías adelantar algo a Voz Nueva?
Hemos tenido la suerte de poder ensayar respetando las restricciones y las medidas que ha habido. Tenemos el proyecto de Comparsa y ya hay muchas cositas metidas. Lo que falta ahora es planificar y matizarlo todo. Pero estamos hablando de un proyecto a largo plazo porque ya es imposible ensayar. Lo primero es la salud y eso lo tenemos clarísimo. Tenemos la idea. Pero más que la idea tenemos ganas. Creo que es algo muy bonita y personalmente me gusta mucho. Nosotros estamos deseando presentarla. Se llama Los okupas de la luna. Y ya no puedo contar más (ríe).
La agrupación presenta el nombre de la nueva comparsa en sus redes sociales. Fuente: Instagram (los_delacantera)
¿Qué sensaciones tenéis en este febrero tan diferente?
Mira, yo no soy fumador ni nada, pero para mí el Carnaval es como esa adicción al tabaco. Como cuando te falta el cigarro y el fumador lo necesita para saciarse. Pues yo creo que me siento igual. El Carnaval es mi droga. Tengo una adicción increíble. Este año notas un vacío. Ya no solo no disfrutas del concurso, sino de la calle. Ese ambiente tan cálido, con la gente de fuera que viene a apoyarte y a escucharte. Es tremendo todo. Es una situación que voy a echar muchísimo de menos. Incluso los ensayos se echan en falta.
«Me gusta mucho trabajar el movimiento. Su pasito adelante, cambiando de pie, abrir mucho los brazos…»
Mario Garrido
¿Cómo definirías al Carnaval?
El Carnaval es algo que puede llegar muy lejos. Es una forma de vida. Pero siempre lo aclaro: es una forma de vida, pero no un trabajo. No lo confundamos. Es una forma de vivir, pero no de ganarse la vida. Carnaval aquí es todo el año. No tiene límites. La trayectoria desde que empecé en 2010 hasta hoy ha sido preciosa. No cambio ningún año. Es lo mejor que he hecho: meterme en el mundo del Carnaval.
¿Cuándo piensas que volverá el Carnaval de siempre?
Sinceramente, pienso que la auténtica normalidad llegará en 2023. Después de este parón, creo que el Carnaval va a ser mejor todavía porque echarlo de menos va a servirle a la gente para vivirlo con menos veneno y con más ganas del Carnaval de toda la vida. Al carnavalero se le van las ganas por la boca y lo dice todo cantando. Por eso creo que lo vamos a cantar todo con más rabia y vamos a disfrutar el triple. Un año sin vivirlo en pleno apogeo… (resopla) el año que lo vivamos tiene que ser multiplicado por dos.