Colaboraciones musicales de lo más sonadas… y que aún suenan

Colaboraciones, colaboraciones y… más colaboraciones. Si algo deja claro un rápido repaso a los principales rankings musicales actuales es que el talento, unido, se multiplica. Prácticamente, la mayoría de los éxitos que se adueñan de las listas de reproducción son fusiones entre distintos artistas. Por eso, no vamos a hablar sobre la infinidad de colaboraciones que podríamos escuchar hoy, sino sobre algunas de las más grandes y recordadas años atrás

Shakira y Alejandro Sanz son los encargados de abrir esta selección de canciones al más puro estilo latino. Con La Tortura, en el año 2005, consiguieron lanzar un hit que no pasa de moda y sigue adueñándose de la fiesta en el momento en el que aparece. En la misma línea, On the floor de Jennifer López y Pitbull, con un estribillo que seguramente muchos hayan cantado a pleno pulmón más de una vez.

Telephone, el producto de la unión entre dos grandes divas de la música, marcó un antes y un después en la década de 2010. Su videoclip, con una interesante historia detrás, combina los extravagantes y habituales looks de Lady Gaga y la fuerza arrolladora de Beyoncé.

Beyoncé y Shakira, esta vez juntas, vuelven a convertirse en las protagonistas de otro éxito: Beautiful Liar. Esta canción salió a la luz en el año 2006 y desde entonces supone un referente indiscutible de sensualidad y poderío femenino.

Otra de las colaboraciones más recordadas para quienes crecieron en torno a esta época es Love the way you lie, de Rihanna y Eminem. Esta inesperada mezcla entre ambos artistas se convirtió en todo un himno para una generación y escucharla hoy supone todo un remember.

Continuando por mezclas musicales épicas, la que formaron Freddie Mercury, junto a Queen, y David Bowie, para la canción Under Pressure, merece una parada obligatoria para admirar una unión histórica entre dos de los artistas más icónicos de los años 70 – 80.

Otra pareja crucial, en este caso para el flamenco español, la componen Camarón de la Isla, a la voz, y Paco de Lucía, a la guitarra. Compartieron hasta 9 discos, y, si por separado sus nombres ya suenan a leyendas, juntos se convierten en una de las fusiones más explosivas que ha vivido la historia de nuestra música. Algo similar ocurrió con Rocío Jurado y Lola Flores, dos grandes que se unieron en una ocasión para cantar Dejándonos la piel, demostrando una garra y un arte al alcance de muy pocos.

En el lado más indie – rock, Zahara y Love of Lesbian versionaron, también en el año 2010, la mítica canción de Antonio Vega, Lucha de gigantes.

Otras fusiones inesperadas, pero que también siguen recordándose con nostalgia, son las de Ricky Martin y Chambao, a dúo en Tu recuerdo o la de Alejandro Sanz y Alicia Keys en Looking for paradise.

Entre las reinas del pop español de las colaboraciones de los 2000, no pueden faltar temas como Dos hombres y un destino, en las voces de David Bustamante y Alex Casademunt; Sin miedo a nada, de Alex Ubago y Amaia Montero; el famoso dueto entre Carlos Baute y Marta Sánchez con su Colgando en tus manos; o Devuélveme la vida de unos jovencísimos Malú y Antonio Orozco.

La unión hace la fuerza, e innumerables artistas han sabido utilizar esta herramienta de forma magistral. Compartir es vivir, y esta es otra de las infinitas lecciones que la música puede brindarnos.

Aitana regresa a los 2000 con su nuevo álbum

El pasado 11 de diciembre, Aitana lanzó 11 Razones. El nuevo disco recupera sonidos, ritmos y energías propias de la década 2000. Esta estética comienza en + (Más) y se desarrolla en todo el disco. 

El álbum musical se compone de 11 canciones, cada una correspondiente a una razón de la ruptura amorosa en torno a la que gira el proyecto. Según la artista en una entrevista para Los 40, la versión física contiene una canción extra que dura 5 minutos y se titula Adiós. Esta es un agradecimiento para los que apuesten por el formato tradicional del CD físico. Esta última canción está masterizada como si fuese una nota de voz, lo que le aporta ese toque más “casero”. Además, el diseño simula un disco “pirata”, algo muy característico de la década.

Los sonidos de este nuevo trabajo nos trasladan a ese pop-rock “dosmilero” que sonaba en las radios. Muchos seguidores han llegado incluso a bautizar a la artista como “la Avril Lavigne española”. Tanto el sonido como el material visual nos trasladan a esta época. Incluso algunos fans apuntan que podría haber sido una chica propia de Disney Channel

El desamor, gran universal en la música, es el hilo conductor del disco. Trata la ruptura y superación de una relación pasada. Esta relación es ficticia porque la cantante confiesa que no se ha inspirado en ninguna experiencia personal. Quería recurrir a una situación con la que fuese fácil sentirse identificado. “Un canto de libertad y a quererse a uno mismo. No necesitamos a nadie para ser felices”, declaraba Aitana. 

Videoclip de 11 Razones. Fuente: Youtube.com

El lanzamiento en Youtube del álbum se ha hecho con el videoclip de la canción 11 Razones. Este las primeras horas tras su publicación se ha situado en el top tendencias de España. El resto de canciones se han publicado en esta plataforma con pequeños planos secuencia con la misma estética, vestuario y escenario del videoclip principal. Para cada canción han elegido un fragmento que se repite en bucle hasta terminar la canción. En ellos la cámara se introduce entre los personajes haciendo al espectador partícipe de la historia. 

El protagonismo del videoclip es de un grupo de amigos, entre los que aparece la cantante. En una escena juegan al escondite por una casa. En otra son una banda musical que cantan en el salón de la casa. Cuentan con pie de micro, batería y bajo, los elementos propios de las bandas musicales. Se alternan estas escenas con imágenes de Aitana sentada en la cama de una habitación. La dirección de arte proporciona a la obra final una potencia y armonía visual: la decoración con graffiti, el vestuario colorido, los peinados con trencitas y dos coletas, las camisetas de grupos de rock o las beisboleras, el walk-man … 

Al igual que los sonidos están cuidados y siguen ese género pop propio de la primera década del siglo, el videoclip y el material visual están cuidados al máximo. Marcos Fairweather, el director A & R de Universal Music Spain S.L.U., y la Agencia Creativa Shoddy, dieron la dirección a Jean Lafleur, director de otros proyectos que siguen esta estética a lo vintage. De sus trabajos destacan El encuentro de Alizzz y Amaia o Nuestro nombre de Natalia Lacunza. La fiebre por lo analógico sigue creciendo, Lafleur apuesta por la grabación en cintas Kodak, lo que aporta un toque vintage definitivo. Se consigue un tratamiento de imagen caracterizado por los colores propios de las cintas de esta marca y por el grano propio de las manchas del negativo.

Todas las modas vuelven. ¿Será la década 2020 los nuevos 2000?