No, no es el título de una nueva película de acción. En la tarde del jueves, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, Pablo Iglesias y la directora de la Guardia Civil recibieron tres cartas con graves amenazas de muerte
Tres sobres con un contenido que pone los pelos de punta llegaron a la sede Ministerio del Interior el jueves 22 de abril por la tarde con matasellos de Correos del 19 de abril. Cada uno con un mensaje personalizado para su destinatario y un regalo nada agradable.
Tanto el ministro como la directora de la Guardia Civil, María Gámez, ya han interpuesto una denuncia ante este hecho, acto que también realizará el exvicepresidente del Gobierno. El propio Pablo Iglesias difundía a través de sus redes sociales el contenido del sobre, compuesto por una nota de amenaza hacia su familia y él mismo y cuatro balas de Cetme, un fusil de asalto del ejército español que actualmente se encuentra en desuso.
El contenido de la nota dice así:
«Pablo Iglesias Turrión. Has dejado morir a nuestros padres y abuelos. Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota».
Según la Agencia EFE, en la denuncia de Marlaska, presentada en la Comisaría del Congreso el jueves a las 16:42, se explicaba el contenido de la carta.
«Tienes diez días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional. Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos».
Este mensaje iba acompañado de dos cartuchos sin percutir del calibre 7,62×51. María Gámez también interpuso la denuncia el miércoles a las 16:30 a través del responsable de la Secretaría de su despacho. Su sobre contenía otra nota amenazante y un cartucho del calibre 7,62 mm.
El candidato de Podemos en las elecciones madrileñas ha referido que no es la primera ocasión que le sucede algo así, sin embargo este acto ha dejado ver el peligro que el delito cometido de amenazas graves tiene para la democracia. «Están amenazando la democracia. Porque no nos atacan por quiénes somos sino por lo que representamos. Hoy soy yo pero, si continúan la impunidad y el blanqueamiento mediático de la ultraderecha, mañana serán otros compañeros».
Análisis del ADN de la carta y los cartuchos
Los expertos de la Comisaría General de Policía Científica ya han comenzado las investigaciones para determinar quién o quiénes son los autores de los envíos de estas amenazas. Trabajan con una hipótesis de que los tres sobres hayan sido enviados por la misma persona.
Las investigaciones se están realizando en todos los ámbitos posibles. Se trata de determinar si los sobres han seguido el curso normal dentro de la red de Correos para rastrearlos y obtener las grabaciones de las cámaras de seguridad de la estafeta en la que fueron depositados. También se están analizando el modelo de sobre utilizado, el papel de la nota y la letra del texto.
En cuanto a los cartuchos, esta munición era reglamentaria en España hasta hace 25 años y era usada por el fusil Cetme, arma oficial de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y policías. Aún se utiliza en algunas ametralladoras MG 42 de militares y en fusiles de dotación empleados en actividades de instrucción. Pueden adquirirse en armerías o en el merado negro con la licencia adecuada.
Si no se encuentran restos de huellas dactilares la identificación se complicará, puesto que los cartuchos están sin percutir y esto es muy relevante para la investigación, ya que los agentes podrían identificar al sospechoso si las balas estuviesen percutidas por las marcas que dejan en ellas las armas de fuego. Este cartucho es el de arma larga estándar de los países de la OTAN. Durante el servicio militar obligatorio en España, la «mili», muchos jóvenes se guardaban cartuchos de este estilo de recuerdo, aunque estaba prohibido, según informan fuentes del Ejército.