Política en Madrid, el reflejo de España

Las elecciones madrileñas serán recordadas por su polarización y confrontación desde el momento en que Díaz Ayuso decidió que los madrileños debían votar

Fue en marzo cuando el aleteo de una mariposa en Murcia originó un tornado en la zona central de España: Madrid y Castilla y León. Ciudadanos y el PSOE de Murcia anunciaban que se unían para desbaratar el gobierno del PP en la región. La noticia suscitó un gran revuelo y no tardaron en llegar las suspicacias a la Asamblea de Madrid. Una tremenda noticia sobrevoló las cabezas de los madrileños, y era la convocatoria a unas nuevas elecciones, debido a la desconfianza que Díaz Ayuso procesaba hacia Ciudadanos

Desde entonces —y desde antes— el panorama político se ha convertido en una vorágine de confrontación, inclemencias, juego sucio y lo peor de todo: poco interés por el ciudadano. Estas elecciones en Madrid se muestran como el reflejo político real de toda España, con las mismas estrategias y deficiencias.

Los partidos

Podemos se vio tremendamente aupado en las encuestas cuando Pablo Iglesias decidió dejar su vicepresidencia al frente del gobierno de España para presentarse a las elecciones de la comunidad autónoma de Madrid, algo que también hizo el exministro Salvador Illa para presentarse a las elecciones catalanas. Un acto de irresponsabilidad total, que dejó por unas horas a la deriva al gobierno central, en medio de una pandemia mortífera. Desde el principio de su campaña Pablo Iglesias ha utilizado las cifras de Madrid de forma sensacionalista, como arma política, dotando a las muertes y contagios de ideología, y ahogándose en los propios datos que argumentaba.

La banalización del dolor ha estado muy presente en esta campaña y es ostensible la falta de virtud pública que tienen cada uno de los candidatos, que no solo se lanzan cifras a la cara intentando obtener rédito político, sino que compiten por ver quien actúa peor, excusándose en los errores del otro, y no solo excusándose, sino utilizándolos como argumento político propio. Solo es necesario ver un fragmento del debate en Telemadrid en el que Pablo Iglesias preguntaba a Díaz Ayuso “¿cuántos muertos ha habido en la Comunidad de Madrid?” y ésta, altiva, le respondía “¿y cuántos muertos ha habido en toda España?”

Pablo Iglesias. Fuente: Wikipedia

El discurso de Rocío Monasterio al mando de VOX sigue siendo lo mismo que cuando el partido irrumpió en el parlamento español: rancio, populista y mezquino. Un tono que remueve los sentimientos nacionalistas apelando la pobreza de los españoles, incompatible con cualquier forma de gobierno en coalición de no ser por las ansias de poder sin mirar al ciudadano.

Sin duda, y junto a Podemos, la estrategia de VOX ha sido la de ir aumentando la burbuja de la polarización, visitando barrios obreros, como Vallecas, donde sabían que serían mal recibidos por una gran cantidad de personas. Es una estrategia bien pensada para dividir a los madrileños aún más, y que perjudica a Ciudadanos, PSOE o PP, pero que beneficia enormemente a Podemos y VOX. Un discurso que destruye la convivencia ciudadana, que crea bandos y que hace de lo más banal algo identitario. Todo es motivo de identidad para VOX, sobre todo los odios hacia algo o alguien.

Rocío Monasterio. Fuente: Wikipedia

El tono sosegado de Ángel Gabilondo al mando del PSOE madrileño no le hace más convincente. En numerosas ocasiones son visibles contradicciones que ni el propio Ángel es capaz de explicar. Alude normalmente al peligro que conllevan para la democracia determinados partidos políticos, y señala públicamente que no pactará con ningún partido que no condene la violencia y las amenazas que recibieron Pablo Iglesias, Grande-Marlaska y María Gámez.

Sería fácil creerle si no fuera por la incoherencia que suponen estas afirmaciones, puesto que el PSOE pactó con grupos políticos cuyo líder decía no condenar la violencia de ETA. Además Ángel ha sido otro de los que ha utilizado las cifras de Madrid como arma política, olvidando así que Madrid pertenece a España, y que las malas cifras que posee esta comunidad autónoma sean también responsabilidad del gobierno central.

Ángel Gabilondo. Fuente: Wikipedia

Isabel Díaz Ayuso, candidata por el PP, inició la precampaña electoral con un eslogan que ya anunciaba la polarización del asunto: “comunismo o libertad”. Ha conseguido una gran intención de voto con argumentos estériles y poco pensados, frivolizando no solo con las malas cifras de Madrid, sino también con las de España, y dirigiendo la atención de sus votantes hacia los pocos resquicios de razón que le podían quedar.

Su tono chulesco recuerda al de VOX, pero con un toque de soberbia que parece que sirve de seña de identidad para muchos madrileños, aunque conviene recordar que estas elecciones son el fiel reflejo del panorama político a nivel nacional. Convocar unas elecciones en medio de la vacunación más importante de la historia, con el miedo a la traición como excusa, solo ha añadido inestabilidad a la comunidad autónoma y al conjunto del país, que durante semanas parecía un lugar en desintegración debido a las apariciones de distintas mociones de censura. Algo ideal para que las empresas decidan venir a España.

Isabel Díaz Ayuso. Fuente: Wikipedia

Quizás hablemos de Edmundo Bal, al mando de Ciudadanos Madrid, como el único que ha intentado alejarse del insulto y la sevicia, aunque sin duda alguna esa moderación constructiva ha sido el único argumento a favor que ha tenido en esta campaña. Ha repetido en varias ocasiones “quiero alejarme de eslóganes vacíos”, lo que se convierte propiamente en uno de ellos, y ha prometido tantas cosas buenas a los madrileños que probablemente no lo crean, sobre todo después de los acontecimientos irresponsables ocurridos en Murcia, y es que parece que en España se ha reducido a dos años el tiempo de gobierno, ya que las mociones de censura no paran de darse.

Edmundo ha tratado siempre de poner argumentos encima de la mesa, pero ha acabado contagiándose del clima de tensión que comparten sus adversarios. En la política española se ha creado un ecosistema en el que el principal alimento es el odio, y sin él estás condenado a desaparecer. El ciudadano va segundo, o tercero, en la lista de prioridades.

Edmundo Bal. Fuente: Wikipedia

La irrupción de Mónica García, candidata de Más Madrid, ha puesto en un aprieto no solo a los partidos de la derecha, sino también a la izquierda. Pablo Iglesias esperaba acaparar toda la atención tras su pueril marcha del gobierno central, pero Mónica García ha ido arrebatándole intención de voto y hoy por hoy se presenta como una fuerza a tener en cuenta dentro de la izquierda madrileña.

Pese a esto a Mónica García le ha penalizado la falta de ímpetu que los votantes de Más Madrid sí veían en Íñigo Errejón, y es curiosa la estrategia que han tomado. Más Madrid ha intentado descargar de responsabilidades a los ciudadanos madrileños, y en ocasiones ha culpabilizado a PP y Ciudadanos de los problemas que pudiera tener la población, de una forma muy frívola y removiendo los sentimientos de aquellos que lo han pasado realmente mal psicológicamente durante la pandemia.

Mónica García. Fuente: ABC

Si hay en algo en lo que coinciden todos es en las promesas: mejorar la sanidad pública, aumentar la libertad de los ciudadanos, plan de vacunación perfecto, recuperación económica, bienestar público… Todos coinciden en ello, pero cuando llega el momento de debatir las formas solo quedan insultos y recriminaciones populistas. También coinciden en que tratan al adversario como si éste fuese el peor posible, como si no tuviera ni un ápice de bondad, y orgullosamente se presentan a ellos mismos como la única opción válida para la ciudadanía.

El 4-M en Madrid: candidatos y precampaña

El escenario político en Madrid vive tiempos convulsos y revueltos. Ante la repentina convocatoria de elecciones autonómicas en la Comunidad, los partidos han de elaborar sus propuestas de candidaturas en una carrera electoral surgida a raíz de las divisiones del actual gobierno de coalición

El primer trimestre de 2021 ha sido agitado en muchos ámbitos y no iba a ser menos en la política nacional. Desde mediados del año pasado corrían rumores de un anticipo electoral en la comunidad madrileña, rumores que la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desmintió a través de su perfil de Twitter. Sin embargo, el ambiente se tornaba tenso entre los miembros del Partido Popular y de Ciudadanos.

Isabel Díaz Ayuso (candidata del PP) anuncia la convocatoria de elecciones. Fuente: Última Hora / Zipi

La fecha clave llega el 10 de marzo de 2021, día en el que el PSOE y Ciudadanos anuncian su voluntad de presentar una moción de censura contra el Partido Popular tanto en la Región de Murcia como en el ayuntamiento de la ciudad. Esto provocó un gran revuelo y temor entre los miembros del PP en otras comunidades en las que el partido gobierna en coalición con los naranjas. Es por ello que Isabel Díaz Ayuso decidió romper las relaciones con Ciudadanos en Madrid, anunció la disolución de la Asamblea General y una convocatoria de elecciones anticipadas en la comunidad para el 4 de mayo.

Apenas unos minutos más tarde, PSOE y Más Madrid registraban una moción de censura contra el PP para impedir las elecciones. Esta vertiginosa carrera por ser el primero en firmar o la convocatoria de elecciones o la moción de censura provocó una gran confusión tanto en la Asamblea como en la población. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid concluyó, el 14 de marzo, que las mociones de censura eran nulas al haberse firmado en primer lugar el decreto de disolución de las cámaras.

Candidatos a la presidencia de la comunidad

Candidatos elecciones 4-M. Fuente: theobjective.com

ISABEL DÍAZ AYUSOPP

A sus 42 años es la actual presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata de nuevo a la presidencia por parte del Partido Popular. Pablo Casado fue quien la eligió como candidata para las primarias de 2018, llegando a formar un gobierno de coalición con Ciudadanos y el apoyo de Vox. Aspira a gobernar en solitario.

ÁNGEL GABILONDO – PSOE

El candidato más mayor con 72 años y ganador en votos de las elecciones de 2019. También repite como cabeza de lista de la formación socialista. Ante los rumores de la posible candidatura de la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, el PSOE decidió confirmar cuanto antes a Gabilondo como candidato. Fue ministro de Educación durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

PABLO IGLESIAS – UNIDAS PODEMOS

El líder morado (42 años) ha abandonado la vicepresidencia segunda del Gobierno y el Ejecutivo de coalición para liderar el partido en Madrid. Su irrupción en las elecciones madrileñas ha sido la gran sorpresa en política del último mes. Era titular de la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 en el Gobierno de España.

ROCÍO MONASTERIO – VOX

La actual portavoz del partido de ultraderecha en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio (47 años), es la candidata de Vox para la presidencia de la Comunidad. Entró en política en 2014, siendo líder del partido en Madrid y responsable de asuntos sociales. Apoyó el gobierno de Ayuso de manera externa.

EDMUNDO BAL – CIUDADANOS

Al haber desistido el exvicepresidente de la comunidad en el Gobierno de Ayuso, Ignacio Aguado, el nuevo candidato confirmado es Edmundo Bal (53 años). Es el portavoz adjunto del partido en el Congreso.

MÓNICA GARCÍA – MÁS MADRID

La coordinadora general de Más Madrid desde el pasado 2020, Mónica García (47 años), es la candidata escogida para la formación liderada por Íñigo Errejón tras haberse rechazado una alianza con UP. Entró en política de la mano de Podemos, pero al crearse Más Madrid se hizo afín al partido en 2019. Es una de las voces más críticas de la oposición al PP.

Precampaña electoral plagada de denuncias

La campaña comienza de manera oficial el 17 de abril, casi dos semanas antes de la convocatoria de elecciones, aunque los diferentes partidos candidatos ya han comenzado a hacer movimientos al respecto. La confrontación entre los partidos marca una precampaña ágil que va cogiendo forma. Los partidos, además de presentar sus propuestas de gobierno ante la población, entran en un juego de polémicas que caracterizan la situación que se vive en la política española actual.

Fuente: Canal de Youtube Europa Press Madrid

Además de las habituales disputas entre la izquierda y la derecha, la reciente denuncia ante la Junta Electoral ha hecho saltar las alarmas de PSOE y Unidas Podemos. El partido socialista desplegó en la fachada del Palacio de la Prensa una lona de 29×22 metros con el lema «Tras la foto, ¿El Gobierno de Colón?» junto a unas ilustraciones del presidente del PP, Pablo Casado, la presidenta en funciones de la comunidad, Díaz Ayuso, y Toni Cantó, el número cinco en la lista del PP. El Partido Popular se acoge al artículo 53 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral que dicta que en precampaña «queda prohibida la difusión de publicidad o propaganda electoral mediante carteles, soportes comerciales […]», que quedaría violado. La denuncia contra Podemos va en la misma línea, ya que los azules acusan a Pablo Iglesias de haber contratado publicidad en la red social Facebook durante la precampaña.

Estas no han sido las únicas denuncias que se han interpuesto. Por parte del PSOE, se ha registrado una denuncia contra la candidatura de Ayuso por incluir al exalcalde de Toledo, Agustín Conde, en su lista sin estar este empadronado en la región madrileña. La vacunación también ha sido un tema de debate entre los partidos. Edmundo Bal, candidato de Ciudadanos, ha insistido en que esta es «la prioridad número uno ahora mismo».

Según el barómetro del CIS, Isabel Díaz Ayuso se alzaría con la victoria en la comunidad, consiguiendo 59 escaños, casi rozando la mayoría absoluta establecida en los 68 escaños. El sondeo concede 68 diputados al bloque de la izquierda. PSOE obtendría el 25,3% de los votos y 38 asientos; Más Madrid, 14,8% y 20 diputados; y Podemos, 8,7% en voto y 10 representantes.

Fuente: Centro de Investigaciones Sociológicas / El País