QAnon: ¿verdad o conspiración?

Las teorías conspirativas de QAnon, de la mano del expresidente Trump, han penetrado en las mentes más fanáticas de la sociedad estadounidense
Un partidario de QAnon en una protesta en Los Ángeles, agosto de 2020. Fuente: Der Tagesspiegel

Donald Trump no solo es reconocido a nivel mundial por sus políticas proteccionistas o por las diversas polémicas que ha protagonizado, como el abandono del Acuerdo de París, la construcción del muro en la frontera con México o la negación de la COVID-19. Su mandato también ha traído al país una serie de movimientos extremistas (en su mayoría de supremacía blanca) y teorías conspirativas, casi siempre ligadas a estos movimientos radicales. Hay que resaltar que, naturalmente, estos movimientos extremistas ya existían desde hace décadas, o incluso siglos. Sin embargo, con la llegada al poder del mandatario republicano, éstos se han visto acrecentados y respaldados.

Trump siempre ha apostado por el creciente poder de persuasión de las redes sociales y por su propagación hasta los lugares más recónditos del mundo. Asimismo, también ha sido un arduo twittero de fake news, motivo por el cual largas listas de políticos estadounidenses han cuestionando su credibilidad.

Así es como surge la organización QAnon. Su origen reside en 4chan, un foro donde personas corrientes se intercambian mensajes de forma anónima, a veces con altos contenidos extremistas e intolerantes. QAnon es la abreviatura de Q-Anonymous, cuyo nombre procede de un usuario anónimo de internet que publicaba mensajes conspirativos bajo el pseudónimo «Q». Todo comenzó en 2017 cuando, en una rueda de prensa, el expresidente Trump afirmó que “se acercaba una tormenta”. Un periodista presente en la sala le preguntó que a qué se refería, a lo que el republicano respondió: “ya veréis”.

Esto, que a primera vista puede parecer un comentario poco destacable del mandatario, supuso un antes y un después ya que, algunos meses más tarde, el usuario anónimo «Q» publicó un par de entradas en 4chan afirmando que la tormenta de la que había hablado Trump hacía referencia a una ola de arrestos de políticos demócratas como Hillary Clinton, Barack Obama o John Podesta. A su vez, Q, afirmaba que pertenecía a un cargo del gobierno federal “con acceso a material clasificado” («Q»), por lo que no podía saberse su identidad («Anon», de anonymous, en inglés). Los arrestos de los que «Q» hablaba nunca se produjeron. Algunos de los seguidores más fanáticos incluso sostienen la teoría de que los enemigos de Trump ya han sido arrestados y que la prensa estadounidense quiere hacerles creer que llevan una vida normal.

Brandon Wall, reportero de BuzzFeed News en Twitter: Trump, entre los líderes militares, dice que «tal vez sea la calma antes de la tormenta». ¿Qué tormenta? «Tu lo descubrirás».

Esto solo significó el punto de partida para una organización que, a día de hoy, ha afirmado la existencia de un ‘Estado profundo’, es decir, una élite secreta que gobierna el país, la cual está dirigida por políticos del Partido Demócrata estadounidense. Además, QAnon ha manifestado que, los mismos demócratas que gobiernan Estados Unidos en secreto, forman parte de una extensa red mundial de tráfico sexual de menores. Desde los ya mencionados Barack Obama y Hillary Clinton, hasta el actor Tom Hanks, el empresario George Soros o la archiconocida presentadora de televisión Oprah Winfrey. Según la organización, el papel de Donald Trump en todo esto reside en el liderazgo de la oposición a esa élite con el objetivo de librar una lucha contra ellos, con la ayuda de una parte de las Fuerzas Armadas del país.

De la mano de otras teorías conspirativas y gracias a las redes sociales, QAnon ha ido ganando adeptos y seguidores alimentándose de, por ejemplo, teorías como la de Pizzagate, la cual defiende que un grupo de políticos demócratas lideran una red de pedofilia desde la famosa pizzería de Washington D.C. El periódico norteamericano The Washington Post, afirma que QAnon es “una consecuencia de la teoría de la conspiración de Pizzagate que llevó a un hombre armado a abrir fuego en un restaurante de D.C. el año pasado”.

Una familia con camisetas en referencia a la teoría de la conspiración de Pizzagate en un mitin de Donald Trump en Washington D.C. en marzo de 2017. Fuente: MailOnline

Además, y a raíz de la crisis mundial provocada por la COVID-19, QAnon también se ha adherido a teorías como Plandemic, la cual afirma que la pandemia ha sido planeada por una élite secreta.

Donald Trump, lejos de detener y aminorar la exacerbación por estas teorías, ha decidido abrazarlas y darles cobijo. Aunque no ha hablado de QAnon de manera directa ni tampoco ha escrito la palabra en sus redes sociales, sus seguidores más fieles buscan en cada una de sus intervenciones señales para poder verificar sus hipótesis. Por ejemplo, el 29 de octubre de 2020, en un mitin de Donald Trump en Tampa, Florida, el republicano mencionó cuatro veces en su discurso el número 17. Casualmente, la letra Q es la número diecisiete del abecedario. Aunque no sabemos si Trump escogió ese número adrede, muchos expertos afirman, como el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Miami Josep Uscinski, que Donald Trump “se involucra en una retórica de la conspiración todo el tiempo”. Además, Uscinski añade que “él construyó la coalición alrededor de conspiraciones y se comunica con sus seguidores con un discurso conspirativo”.

Arropando a todos estos grupos radicales se encuentra Infowars, una plataforma extremista y difusora de noticias falsas propiedad de Alex Jones (presentador de radio y teórico conspiracionista estadounidense), acorde también a diversas teorías conspirativas. Este sitio web, además de haber divulgado información falsa sobre el Holocausto judío o la masacre de la escuela primaria Sandy Hook de Connecticut, ha sido protagonista de múltiples polémicas en torno a sus publicaciones. Hace unos años, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, se negó sacar a Infowars de su aplicación. “No creo que nuestras plataformas deban sacarlo porque creo que hay cosas con las que las personas se equivocan. No creo que se estén equivocando intencionalmente”, afirmaba Zuckerberg en una entrevista con Recode.

Pero, finalmente, cedió y eliminó a Alex Jones y a otras figuras ultraderechistas de su sitio web, al considerar que “fomentan la violencia”. Otras muchas aplicaciones como Apple, Google, Twitter y Paypal también han decidido sumarse al veto de Infowars de sus plataformas. Asimismo, el experto en teorías conspirativas, Uscinski, declara que sería muy peligroso eliminar a organizaciones como QAnon de las redes sociales, ya que “la gente necesita empezar a comportarse mejor y, cuando se involucran en ideas erróneas, debemos tratarlos de manera respetuosa”.

Alex Jones, propietario de Infowars. Fuente: Infowars

La desinformación de estos grupos organizados, sumada al respaldo del ya expresidente Donald Trump, así como al creciente auge extremista en Europa y en el mundo, culminó en el paradigmático Asalto al Capitolio del pasado 6 de enero. Muchos de los manifestantes que participaron en el asalto portaban camisetas donde podían leerse múltiples referencias a QAnon. El “chamán” de QAnon, como bien afirma ser Jacob Anthony Chansley (más conocido como Jake Angeli), el hombre protagonista del asalto al que acudió con la cara pintada y portando piel de animal, también es uno de los eslabones conspiracionistas y ya se enfrenta a cargos como los de entrada violenta y desórdenes.

Pero, desgraciadamente, no solo encontramos a seguidores fanáticos de organizaciones como QAnon en grupos ciudadanos. Entre las filas del Partido Republicano se encuentra Marjorie Taylor Greene, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. La congresista, entre otras muchas cosas, ha compartido en sus redes sociales comentarios antisemitas y críticos con las protestas raciales que se sucedieron hace poco en el país. Una de las más recientes declaraciones de la republicana pro-Trump, ha sido afirmar que los incendios forestales producidos en la Costa Este de EE. UU. el pasado año habían sido provocados por rayos láser controlados por “banqueros judíos” desde el espacio exterior.

Además, ha declarado en diversas ocasiones que masacres escolares como la de Parkland (Florida) han sido operaciones de falsa bandera, es decir, actuaciones encubiertas llevadas a cabo por el gobierno, llegando a cuestionar, incluso, que los fallecidos en dichas masacres estén muertos y afirmando rotundamente que los padres son actores. Durante la campaña electoral fueron relevantes sus carteles; concretamente, uno donde aparecía ella portando una pistola y advirtiendo a los “terroristas de Antifa” no acercarse al estado de Georgia, donde es candidata por el 14º distrito congresional.

La congresista Marjorie Taylor Greene. Fuente: Europa Press

Con 230 votos a favor y 199 en contra, Marjorie Taylor Greene ya ha sido destituida por la Cámara de Representantes de las asignaciones que tenía en dos comités; el Comité de Educación, y el Comité Presupuestario, por su proximidad a teorías conspirativas y extremadamente radicales.

Vídeo de Marjorie Taylor Greene persiguiendo por la calle a un superviviente de la masacre de la escuela secundaria Stoneman Douglas en Parkland (Florida). Fred Guttenberg, padre de una víctima del tiroteo en la escuela de Florida, en Twitter: «@mtgreenee (Marjorie Taylor Greene), ¿es esto lo que estás acosando? @davidhoggg111 (David Hogg, superviviente) ¿Semanas después del tiroteo en Parkland, que mi hija fue asesinada y él estaba dentro? Llamándolo cobarde por ignorar tu locura. Responderé a todas tus preguntas en persona. Prepárate para grabar de nuevo».

Especial Casa Blanca: Joe Biden abraza la victoria en unas elecciones muy reñidas

A falta del recuento de votos en estados clave como Pensilvania, Carolina del Norte, Nevada y Georgia, Biden se perfila como nuevo presidente.

Bien es sabido por todos que las elecciones presidenciales de Estados Unidos son el único evento político que podría ser equiparado a los Juegos Olímpicos. Asimismo, este acontecimiento fue calificado en 2015 como “el mayor espectáculo sobre la Tierra”, según la revista The Economist.

El pasado 3 de noviembre tuvo lugar el mayor acontecimiento político de todo el 2020. Aunque las encuestas daban cierta ventaja al candidato demócrata frente a Donald Trump, después de lo que sucedió en 2016 con Hillary Clinton no podíamos confiar plenamente en los sondeos americanos. En este momento, Biden se encuentra en ventaja con respecto a Trump. El candidato demócrata tiene un total de 264 votos frente a los 214 del candidato republicano.

Bajo el lema de “Juntos, somos el Partido Demócrata”, el Comité Nacional Demócrata afirma: “luchamos por un futuro mejor, más justo y brillante para todos los estadounidenses: arremangarse, empoderar a los votantes de base y organizarnos en todas partes para recuperar nuestro país.” Además, son un firme defensor de los derechos civiles, la atención médica o la Seguridad Social, así como de los derechos de los trabajadores y de las mujeres, según afirma la propia página web del partido.

Joe Biden, en su cuenta oficial de Twitter: «Permítanme ser claro: hice campaña como un demócrata orgulloso, pero gobernaré como un presidente estadounidense.»
Una campaña casi silenciosa

La campaña electoral del Partido Demócrata ha sido igual de caótica que la de los republicanos. Biden ha ejecutado una campaña casi silenciosa. Bien diseñada para evitar actos multitudinarios, a diferencia del líder republicano. Las formas han sido un arma clave para su campaña: la presencia de la mascarilla ha supuesto una señal de inteligencia frente al negacionismo de Trump. “Vamos a controlar la covid-19 con un mandato nacional de mascarilla, distancia social, pruebas y rastreos”; “vamos a vencer al virus, y el primer paso para derrotar al virus es ganar a Donald Trump”, afirmó Biden en un mitin en Michigan.

El distanciamiento del líder demócrata a lo largo de toda la campaña electoral marca también su principal mensaje: detener el número de contagios en el país, que ya superan los 9 millones y medio de casos.

El papel de Obama en la campaña de Biden

El expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha estado muy presente en la campaña del candidato demócrata a las elecciones presidenciales. Y es que, Obama no configuró su ayuda hacia Biden hasta que no se resolvieron las primarias. Biden suele recurrir a la amistad que mantiene con el expresidente en su campaña, así como elogiarlo. Algunos votantes afroamericanos que antaño estuvieron del lado de Barack Obama confirman ahora su apoyo hacia Biden debido precisamente a esta relación entre los demócratas. Barack Obama, el presidente afroamericano que sentenció la esclavitud y la discriminación racial, ha jugado un papel muy importante en la campaña de Biden, en un momento donde las movilizaciones por el ‘Black Lives Matter’, importan más que nunca.

Barack Obama, en su cuenta oficial de Instagram: «Eso es, hoy es el último día para votar. Si aún no lo has hecho, encuentra tu lugar de votación en iwillvote.com/locate.»

Así mismo, Kamala Harris, candidata para la vicepresidencia por el partido demócrata, ha supuesto un buen remedio para la campaña. Como hemos indicado anteriormente, en mitad de las movilizaciones antirraciales contra las políticas de Donald Trump, la designación de Harris se ha convertido en una decisión simbólica de Biden. El nombre de la abogada y política de 55 años acerca al partido demócrata el voto de los jóvenes y, sobre todo, de la comunidad afroestadounidense.

Trump, en su línea, acusa a Kamala Harris de ser “la más mala, horrible e irrespetuosa del Senado”. No obstante, cabe destacar que Donald Trump anteriormente ya había publicado en su cuenta oficial de Twitter un vídeo de la campaña electoral de Joe Biden en el que calificaba a Harris de “falsa” y a Biden de “lento”. Además, el líder republicano, indica que juntos son perfectos, pero “incorrectos para Estados Unidos”.

Kamala Harris, en su cuenta oficial de Twitter, el día de Halloween: «No hay nada más escalofriante que la idea de repetir los últimos cuatro años. Así como dice Barack Obama: no abuchees, vota.»
Trump acusa de fraude electoral

El todavía Presidente de los Estados Unidos ha acusado al candidato demócrata de “fraude masivo”, tras el comienzo del recuento de votos por correo. Donald Trump amenaza con que irá a los tribunales. «Haremos una litigación masiva. Probablemente esto termine en la Corte Suprema», ha afirmado el presidente. Asimismo, Trump confirma que existe “una corrupta red demócrata” que ha estado realizando recuentos a escondidas e incorporando falsos votos. Pero aquí no termina el asunto. Donald Trump afirma que el Partido Demócrata cuenta con la “protección” de los medios de comunicación para llevar a cabo este fraude.

Trump, desde la Casa Blanca, afirmaba: «Ha sido un proceso injusto, tal y como predije, está destruyendo nuestro sistema y es un sistema corrupto». De esta manera, mientras el actual presidente daba el discurso sobre el supuesto fraude de Biden en pleno directo, las tres grandes emisoras de Estados Unidos, –NBC, CBS Y ABC–, decidieron cortar y desmentir el discurso del líder republicano. «Tenemos que interrumpir a Trump porque el presidente ha hecho una serie de afirmaciones falsas», declaraba el periodista Lester Holt, presentador de NBC Nightly News.

Además, Trump afirma que hay 3 estados concretos en los que Joe Biden ha resultado ganador pero que considera que él debería haber sido el vencedor. Pensilvania, Georgia y Michigan. En este último, el candidato demócrata a la presidencia ha vencido con un 50,6% de los votos, frente al 47,9% del líder republicano. En Pensilvania, estado perteneciente al cinturón industrial (o también llamado cinturón del óxido – ‘Rust Belt’) y en Georgia, todavía no están escrutados todos los votos. Con el 99% de los votos escrutados, ambos estados, tanto Georgia como Pensilvania, dan por ganador a Biden. En este último, Donald Trump iba a la cabeza, pero Biden ya ha tomado la ventaja. Un 49,5% de votos para el demócrata frente al 49,4% de Trump.

«Solo debe contar el voto del día de las elecciones», ha afirmado Trump. El cuestionamiento de la claridad del voto por correo no es algo nuevo en el actual presidente. Desde hace unos meses comenzó a entonar su discurso en torno al fraude debido a que, por miedo a la pandemia, muchos votantes demócratas acudiesen a esta fórmula para ejercer su derecho al voto. Y así lo han confirmado los colegios electorales: el 90% de los votos por correo son favorables al candidato demócrata.

Donald Trump, en su cuenta oficial de Twitter: «¿Cómo es que cada vez que cuentan los basureros por correo son tan devastadores en su porcentaje y poder de destrucción?»
Donald Trump, en su cuenta oficial de Twitter: «¡Dejad de contar!»

Si quieres conocer un poco más sobre las elecciones estadounidenses desde otra perspectiva, en Voz Nueva, también encontrarás un artículo sobre esta cita con las urnas desde la perspectiva republicana.