Al fin están aquí. Tras una larga temporada llena de incertidumbres, aplazamientos de partidos y una cantidad desorbitada de infortunadas lesiones, ya han llegado las esperadas finales de la NBA. Esta madrugada del martes 6 al miércoles 7 de junio, se batirán en el primer duelo de estas finales inéditas, los Phoenix Suns contra los Milwaukee Bucks.
Se trata de un enfrentamiento atípico, ya que nadie de los que pisaran la cancha han jugado unas finales con anterioridad, a excepción de Jae Crowder. Cosa que nos deja un partido donde ningún equipo posee la ventaja de la experiencia en esta situación tan exigente, tanto en lo físico como en lo mental. Otro dato inusual es el de que, tras una década, ni LeBron James, ni Stephen Curry disputarán las finales del campeonato.

Y es que este año depara un par de narrativas igual de emocionantes por ambos bandos. La primera donde se encuentra un líder titánico y veterano como Chris Paul, llevando al conjunto de Arizona a sus primeras finales desde 1993. Tras muchos años y numerosas franquicias, «CP3» tiene la valiosa oportunidad de salvarse de pertenecer al grupo de estrellas legendarias de la NBA que no tienen anillo, como Karl Malone, Allen Iverson o Charles Barkley.

Por otro lado, tanto Giannis Antetokounmpo, como su compañero Khris Middleton, buscan la recompensa a su lealtad por la franquicia de Wisconsin, la cual comenzó allá por la temporada 2013-2014. Después de un par de MVP, el dios griego quiere consagrarse en el olimpo de la NBA, para ello deberá sobreponerse a su reciente lesión por hiperextensión en la rodilla izquierda, la cual le dejó fuera de los dos últimos partidos ante Atlanta.
ALGUNAS CLAVES QUE PUEDEN SER DECISIVAS
Aparte de la ya mencionada salud de “Anteto”, se pueden analizar otros aspectos igual de importantes que pueden llegar a decidir el ganador de esta temporada. Por ejemplo, la lucha por el rebote, ya que los Bucks son el mejor equipo sobre esta estadística en los playoffs. Por lo que Deandre Ayton, como referencia en la pintura de los Suns, deberá estar más concentrado que nunca en la caza del balón tras tiro, además de otras tareas si cabe más valiosas, como defender a Giannis en algunos casos o estar acertado en la continuación del pick and roll, que muy probablemente explote Chris Paul. En lo que se refiere a la defensa, jugadores expertos en la materia como Jrue Holiday o P.J. Tucker, tendrán que llevar su pesadez al extremo para frenar lo máximo posible a anotadores letales como Devin Booker.

Finalmente, se puede decir que, aunque inusuales, estas finales pueden ser tan disfrutables como cualquier otra edición. Por consiguiente, el aficionado no puede esperar otra cosa que agarrar sus palomitas preferidas y deleitarse la vista con esta exhibición de baloncesto que le espera los próximos días.