La Revolución de la visibilidad lésbica

Hoy, 26 de abril, se celebra el Día de la Visibilidad Lésbica. Aunque hay países de Latinoamérica en los que se celebra en fechas diferentes, la mayoría de países del mundo ha escogido este día. En España, se celebra desde 2008 y tiene como objetivo otorgar mayor visibilidad y normalización a las lesbianas, tanto dentro como fuera del colectivo LGBTI+. También tiene como fin reivindicar la igualdad de derechos y oportunidades y acabar con la discriminación.

Por ello, este día unen fuerzas los movimientos asociativos LGBTI+ y los movimientos feministas. Con motivo de este día, desde Voz Nueva nos gustaría recordar tanto las reivindicaciones lésbicas más actuales como aquellas figuras que han logrado con méritos hacerse un hueco en el espacio público de la sociedad.

Referentes lésbicos

Son muchas las mujeres lesbianas que han conseguido un gran renombre y prestigio en distintos ámbitos como el arte, la ciencia, la política… Superando los prejuicios de la sociedad y sentando precedentes.

En la política tenemos distintos ejemplos, tanto dentro como fuera de España. A nivel nacional, contamos con la amplia trayectoria de políticas como Marta María Higueras Arrobo, Beatriz Gimeno Reinoso o Ángeles Álvarez.

Ángeles Álvarez portavoz de Igualdad del PSOE de Madrid. Fuente: Público.

Marta María Higueras es Primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Madrid y concejala del Área de Equidad. Beatriz Gimeno es diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid y activista LGBT y Ángeles Álvarez es la portavoz de Igualdad del PSOE en el Congreso, siendo la primera diputada de las Cortes Generales en declararse lesbiana. A nivel internacional, destacan con diferencia la Primera Ministra serbia Ana Brnabić y la ucraniana Ulrike Lunacek, vicepresidenta del Parlamento Europeo.

Existen muchas celebridades lesbianas que han contribuido a visibilizar su colectivo y a romper barreras. Uno de los casos más claros es el de la influencer Dulceida, quien salió del armario haciendo pública su relación con Alba Paul y contó detalles sobre su vida sexual, tras cortar con su actual exnovio Sergi Gómez.

Toñi Moreno, a la derecha, junto a María Teresa Campos a la izquierda. Fuente: Mirales.

Quien tuvo un caso algo más controvertido fue la periodista Toñi Moreno, la que fue presentadora de programas como Viva la Vida o Mujeres Hombres y Viceversa y a la que María Teresa Campos puso en un aprieto sacándole el tema de su orientación sexual. Por suerte, Toñi Moreno naturalizó la situación y afirmó que no había “estado en un armario” en su vida.

Otra periodista española que confesó su sexualidad es Sandra Barneda, mediante un potente discurso en el programa Hable con Ellas. Desde entonces, muestra frecuentemente por redes sociales su amor a Nagore Robles, la que es su actual pareja.

En cuanto al campo de la ciencia, no se conoce mucha presencia de lesbianas actualmente. Sin embargo, sí que tenemos la cruel historia de la matemática Marina Logares, que ha participado en el congreso científico BYMAT y es profesora de la universidad británica de Plymouth.

Ella siempre había mantenido su orientación en secreto, hasta que se vio obligada a salir del armario debido a una situación que lo requería. Un día llegó al trabajo con siete puntos en la frente, y a la pregunta de su jefe de “¿Qué te ha pasado?”, ella optó por contar la verdad. El origen de esos puntos es una pelea que tuvo con un acosador que no paraba de insinuársele mientras ella paseaba con su novia por la calle. En resumen, tuvo que salir del armario para denunciar una agresión homófoba.

Reivindicaciones y movimientos

En cuanto a sus reivindicaciones, se ha hecho tendencia en las últimas manifestaciones del 8M (antes de la pandemia) pedir más presencia del colectivo LGBTI, sobre todo de las lesbianas. Cuando se acercaba el 8 de marzo de 2020, la presidenta de la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) concedió una entrevista a la Agencia EFE para expresar esta necesidad de otorgar más visibilidad al colectivo LBT (mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales), ya que considera que es más difícil ser homosexual para una mujer que para un hombre.

Cartel de la manifestación ‘online’ donde puede verse uno de sus lemas. Fuente: El Confidencial.

Esto se pudo trasladar a la última celebración del Orgullo LGBTI, en el que se llevó a cabo una manifestación virtual con el lema “Extenso, inclusivo y oportuno”. Además, a este lema se le añadió otro que decía “Sororidad y feminismo para TRANSformar. ¡Mujeres lesbianas, trans y bisexuales en acción! ¡Por las más vulnerables!” donde se ve clara la reivindicación de más presencia femenina pertenecientes al colectivo.

Literatura lésbica

Por último, nos gustaría hacer algunas recomendaciones literarias centradas en el lesbianismo. Aunque no podemos hacerlo sin antes mencionar a Safo, una poetisa homosexual que vivía en la isla griega de Lesbos, de ahí el término “lesbiana”.

Gracia Trujillo Barbadillo cuenta una treintena de movimientos de apoyo al lesbianismo en su obra Deseo y resistencia: treinta años demovilización lesbiana en el Estado español (1977-2007). La obra La herejía lesbiana: una perspectiva feminista de la revolución social lesbiana de Sheila Jeffreys explica una tesis según la cual la lucha de las lesbianas está más relacionada con el feminismo que con el colectivo LGBTI.

Lo que la historia ha omitido

Actualmente existe un intenso debate sobre la sexualidad que ha provocado la aparición de nuevas investigaciones junto a conceptos o clasificaciones diferentes que están comenzando a emerger contra los estereotipos sociales. Antes de meternos de lleno en ello, mejor empezar desde una definición: la sexualidad va orientada a dos ámbitos; sexual e identidad. Según la RAE, la sexualidad es el «conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo, o apetito sexual».

Identidad sexual. Fuente: Diario Sur

Todas las personas tenemos un género, un sexo y una orientación que, si bien se relacionan entre sí, son diferentes. Por ejemplo, existen dos tipos de identidad: una sexual (el sexo biológico otorgado al nacer a partir de la interpretación de nuestros genitales) y de género (identificación de una persona con una identidad masculina, femenina o andrógina, que es el encuentro de ambos rasgos sin que exista dominancia de uno u otro).

Sin embargo, la sociedad y su cultura influyen de manera directa en la concepción del género, llegando a crear los llamados “roles de género”, pues va más allá de lo biológico, el ser hombre o mujer está ligado a la forma de comportarse o de vestir, por ejemplo.

Esta concepción hoy en día es algo que se está rompiendo, aunque su lucha lleva consigo muchos años. Comenzó como una reivindicación por parte del colectivo homosexual, quienes pedían ser tratados igualitariamente tanto en el ámbito social como en el de oportunidades, y se ha convertido en lo que es ahora: el colectivo LGTBIQ+ luchando por poder expresar su sexualidad libremente, su identidad y sus preferencias sexuales, y contra el desprecio que se sigue manifestando hacia ellos.

Manifestación de la Gay Activist Aliance. Fuente: LGTB Media Spectatorship

La ciencia que estudia el Hecho Sexual Humano, es decir, el concepto de sexología, aparece por primera vez vinculado al pensamiento feminista y el género a finales del siglo XIX, de la mano de Elizabeth Osgood Goodrich Willard, con un enfoque biológico, para clasificar los dos sexos y sus características. A la vez, la medicina comenzaba a regular los estudios en relación con la sexualidad –aunque siempre entendiéndola como la práctica heterosexual conyugal y reproductiva–. Esto hizo que fuera quedaran otras atracciones sexuales, pues aún se entendían como “enfermedad mental”.

A principios del siglo XX, un grupo de sexólogos comienzan a abrir el enfoque a la diversidad. Se fundó la Liga Mundial por la Reforma Sexual que reivindicaba derechos para la comunidad, comprensión científica hacia la constitución sexual o reformas legales y sociales para eliminar los peligros de la prostitución, entre otros objetivos.

La revuelta más conocida y la que sin duda, marcó un antes y un después, fue la de Stonewall Inn en 1969. Un grupo de policías realizó una redada en el bar Stonewall para sacar de allí a los clientes, todos de dicha comunidad. Sin embargo, estos se defendieron ante tal injusticia, obligando a los policías a refugiarse dentro del bar. Tras esa noche, los gais y lesbianas se unieron en organizaciones, como Gay Activists Alliance y Gay Liberation Font, precursoras del primer Desfile Gay como conmemoración del aniversario de la revuelta.

Revueltas de Stonewall. Fuente: El cierre digital

En España, en 1970, surgió la primera acción clandestina por los derechos homosexuales: Movimiento Español de Liberación Homosexual. En contraposición, ese mismo año se habían aprobado penas de prisión o internamiento psiquiátrico para los homosexuales.

Con el surgimiento de la enfermedad del SIDA, el colectivo transexual y homosexual retrocedió aquellos pasos que había conseguido dar, pues su origen se asoció a las relaciones entre personas del mismo sexo y entre transexuales. No fue hasta el 17 de mayo 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la homosexualidad no era una enfermedad. Miles de personas se lanzaron ese día a las calles para celebrar esa victoria a pesar de que el terrorismo contra la comunidad estaba aumentando. En 1999, ocurrió el atentado de Admiral Duncan llevado a cabo por un terrorista de extrema derecha quien acabó con la vida de tres personas que se encontraban en el local, un sitio que en nuestros días, es un símbolo para la comunidad LGTBQ+ londinense.

Tras ello, en 2001, Holanda aprobó el matrimonio homosexual. Le siguieron Bélgica en 2003, Canadá y España en 2005 y Sudáfrica en 2006, entre muchos otros. Actualmente está permitido en 28 países, entre los que están Reino Unido y Costa Rica, los últimos en aprobarlo a principios de este mismo año.

La OMS declara que la homosexualidad no es una enfermedad. Fuente: El Mundo

Por otro lado, aparece la figura de Michael Dillon, que tras recibir la primera cirugía de reasignación de sexo en 1939, pudo llegar a ser él mismo. Dilon fue el encargado, años más tarde, de operar a Roberta Cowell, la primera mujer trans británica conocida en someterse a la misma operación. De hecho, existió una mujer trans antes de ella, Lilith, que no pudo seguir viviendo tras haber sido operada y su registro no consta en ningún lado. La muerte de Cowell se dio en 2011, tras una larga vida luchando por los derechos de las personas transexuales.

Más recientemente, en 2018, el presidente alemán, Frank-Walker, se disculpó a la comunidad por los crímenes cometidos durante el Holocausto. El mismo año, la OMS expulsó la transexualidad de la categoría de trastorno psicológica y pasó a ser una cuestión física.

“Les pido perdón por ello. Por el dolor y por la injusticia pasados y por el largo silencio que le sucedió”

Frank-Walker, presidente de Alemania

Hoy en día somos conscientes de que que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no están ligadas únicamente a la reproducción, sino que son una variante del comportamiento humano, también unida a la identidad como ya hemos explicado. La sexualidad mantiene una estrecha relación con los derechos y la dignidad de la persona, un camino que la sociedad todavía está protagonizando, y que aún seguirá recorriendo, puesto que supone plantear otro enfoque de los derechos humanos: la sexualidad está relacionado con el ámbito social, cultural, político y económico. Al fin y al cabo, los grandes cambios llevan su tiempo.

Sara Torres: «Mi intención es que los personajes del colectivo tengan un lugar donde desarrollarse libremente»

Recientemente hemos tenido el placer de poder entrevistar a Sara Torres –también conocida como @setapta en redes–, una diseñadora gráfica que está emergiendo gracias a sus ilustraciones fantásticas e introspectivas. Nos cuenta acerca de esta disciplina y cómo se desarrolla a sí misma a través de sus creaciones.

Para empezar nos gustaría felicitarte, tienes una gran comunidad de personas que apoyan tu trabajo y lo aprecian. Hoy en día hay nuevas formas de arte que están emergiendo gracias a las nuevas tecnologías, ¿piensas que el diseño gráfico es útil actualmente?

Referente a las nuevas tecnologías y demás, es verdad que han facilitado lo que son procesos creativos tanto de comunicación como de poder crear nuevas formas de expresarse, de comunicar cualquier tipo de mensaje. Esto pasa tanto en el diseño gráfico como en la propia ilustración, y muchos medios más como en la escritura, revistas, etc. en todo tipo de medios en los que se comunica algo, la tecnología es principal y ayuda de muchísimas formas a lo que es el crecimiento de estas.

Vemos que habitualmente se aplica más en el ámbito de publicidad y marketing, ¿crees que puede darse su uso en más campos además de estos?

Yo creo que se utiliza en muchísimos más de lo que pensamos así, a grosso modo. Desde editoriales como son libros, revistas y demás, hasta cualquier tipo de publicidad, como dices tú, pues también tiene formas de diseño gráfico en branding, en cualquier marca. Todo está maquetado y diseñado.

También pasa en la música, en moda… se sabe que las herramientas que lleva el diseño gráfico no son solo para plasmar una imagen en un sitio, sino también para comunicar un mensaje de forma visual y gráfica, que se entienda fácilmente.

Ahondando más en ti, concretamente, ¿cómo supiste que querías dedicarte a esto? ¿Tienes algún referente?

Pues, yo es verdad que siempre tuve como una especie de inclinación hacia el arte, me gustaba verlo y hacerlo. Desde pequeña siempre estuve pintando y ya cuando llegué a bachillerato y había que pasar a la universidad, dije “¿qué hago aquí ahora?”. Me gustaba la carrera de Bellas Artes, pero era demasiado amplio para lo que yo me quería dedicar. Por un momento casi me metía a Ilustración, pero claro, era un grado superior y el sistema educativo aún no estaba tan desarrollado en ese ámbito.

Estuve investigando por varios sitios lo que era el diseño gráfico y descubrí que, aparte de la parte visual que era lo que a mí me interesaba, también tenía una parte práctica. Al final el diseño sirve para algo más, y me llamó la atención por eso, porque va mucho más allá a la hora de intentar solucionar problemas y es de lo que se habla todo el rato. Cuando te preguntan sobre el diseño gráfico pues te dicen “es una herramienta para solucionar problemas, comunicaciones y demás”.

A la hora entonces de investigar por tu cuenta, ¿hubo algún artista que te llamara la atención lo suficiente como para decir “es mi referente”?

No creo que tenga un referente como tal. Sí que considero el diseño como una herramienta que utilizo yo para lo que hago diariamente, ¿no? Uso lo que he estado estudiando todos estos años. Aunque sí es cierto que me derivo más hacia la ilustración y mi trabajo está más basado en eso, en crear a partir de la ilustración. En este tema sí me acerco más a artistas como son Basquiat –artista estadounidense–, pues me gusta mucho el neoimpresionismo que usa, el arte contemporáneo en general, más dedicado al dibujo y a lo plástico, y también me llama la atención Egon Schiele –pintor austriaco contemporáneo–.

Has comentado antes que el diseño gráfico es una herramienta para solucionar problemas, ¿cuáles son?

Bueno, es lo que se estudia realmente. Desde el principio te dicen “todo es diseño” porque, de alguna forma, el diseño gráfico sirve para arreglar problemas comunicativos. Por ejemplo, quieres expresar en una campaña publicitaria de moda o en la portada de un libro lo que es tu marca, el por qué estás haciendo esto. He dicho antes que no consiste solo en plasmar una imagen, sino también buscarle un significado y demás. En ese caso, el diseño gráfico es una forma de estudio de la periferia, donde convergen muchas disciplinas.

En relación con tus trabajos, hemos visto que eres muy versátil en cuanto a estilos y formas de recreación de tus ideas, ¿cuál crees que es tu fuerte dentro de todos los estilos?

Es cierto que tengo como muchas cosas, y me reconozco en muchas de ellas, pero la que más me representa o con la que más cómoda me siento expresándome es la menos figurativa. Es decir, están estos dibujos que no son directamente retratos de una persona, sino que mediante diferentes recursos gráficos que he ido adquiriendo a lo largo del tiempo, intento mandar un mensaje de las cosas que me pasan o pienso a través de ellos, de la forma menos literal posible. Me gusta además acompañarlo del discurso poético, con textos que yo escribo para, de alguna forma, intentar mandar un mensaje o contar algo, que al final es para lo que utilizo este medio.

Por lo que acabas de decir, veo que compartes la idea que muchas personas tienen, y es que el artista se plasma en lo que hace, que incluye sus ideas, sentimientos y experiencias.

Sí, creo que todo tiene algo de nosotros, tanto como si solo dibujas retratos, hay una parte de ti que siempre está dentro de tu trabajo. Creo que nos reflejamos incluso bastante más de lo que nos gustaría en nuestro trabajo, al final casi es parte de ti y de lo que eres.

“Incluso bastante más de lo que nos gustaría”, supongo que el reflejarte en tus trabajos tendrá sus partes positivas y negativas, pero ¿crees que pueda malinterpretarse y al final se convierta en algo completamente negativo?

Malinterpretaciones siempre va a haber. Si alguien quiere ver las cosas de forma negativa lo va a hacer. Obviamente si tu discurso en cualquier ámbito no es perjudicial y tú no vas con esa intención de querer hacer daño o querer hacer algún tipo de sátira un poco hiriente, no tiene por qué ser perjudicial. Ya es según el enfoque que cada uno le dé a su trabajo, si es más introspectivo acerca de uno mismo y cómo yo me desarrollo en ciertos temas, pues no tiene ningún tipo de fin negativo. Todo depende de cómo trates tu trabajo y lo que cuentes, obviamente hay que tener tacto.

En tus creaciones se aprecia una amplia gama de personajes o situaciones, ¿de dónde te viene la inspiración?

Sí es cierto que tengo como dos partes en las que uso personajes. Está la primera, que es más fantasiosa con historias de elfos y personajes originales que creo y a los que les doy nombres, algo así como plasmar mis gustos más socialmente aceptados. Es decir, tener la oportunidad de usar personajes propios para contar tus historias es como, pues igual que nos gusta ver cine o series, tener la posibilidad de que esas historias reflejen mis gustos.

Respecto a la otra parte, que es más poética e introspectiva como te decía, sí que intento que sea más como una forma de hacer personajes menos literales, que sean representaciones de ciertos miedos. Por ejemplo, hay un personaje que es Marlene al que doy diferentes formas y puntos para identificarla. Marlene tiene una corona de espinas que uso para darle un discurso más etéreo; no quiero que sea la representación de una persona que me ha hecho tal cosa, sino más un sentimiento y un cómo me relaciono yo con mi mundo. Darle un nombre y descentralizarlo de ciertas ideas.

¿Entonces Marlene sería como una representación tuya?

No exactamente, aunque sí tiene una parte de mí. Es algo que llevo pensado bastante tiempo. Marlene podría llegar a ser la representación de cómo me relaciono con las cosas que suceden en mi vida llevada al extremo. De esta forma, Marlene se convierte en una antítesis de mí y así consigo separarla, es casi tan fuerte que llega a ser un ente aparte de lo que yo soy. Por eso a veces la dibujo en autorretratos que hago y de alguna forma con ella a mi lado, como una metáfora un poco extraña.

También me has hablado de historias y personajes fantásticos. Vemos a otros ilustradores que usan como inspiración un mundo ya creado y a partir de ahí desarrollan su historia. En cuanto a ti, ¿qué enfoques das a tus trabajos?

No creo que el enfoque sea el referenciar algo que ya existe. A mí me gusta más coger a esos personajes y plasmar realidades que a lo mejor, en lo que son las típicas series o películas, ni siquiera se contemplan.

Yo hablo mucho de la sexualidad desde el género y por ello, mi intención es que los personajes del colectivo tengan un lugar donde desarrollarse libremente y evitar lo que hacen en muchas series ahora, que es ponerles como único problema que son del colectivo LGTB y desarrollar su historia a partir de ahí. Yo intento coger otro punto de vista: los personajes son lo que son, se relacionan de forma libre y sus problemas son otros. Es como intentar normalizar a las personas del colectivo y que puedan relacionarse con otras cosas, no solo con su propia identidad, aunque esto sea una parte importante para ellos.

Podríamos decir que ligas tu trabajo a la identidad sexual y al colectivo, ¿no?

Sí, intento englobarme bastante en ese tema. El darles un punto y que se desarrollan como tengan que desarrollarse.

Hemos visto que haces colaboraciones con otros artistas, ¿cómo os soléis coordinar?

Las colaboraciones que he hecho hasta ahora son muy sencillas, con personas que ya conozco, amigos míos con los que hablo por chat y digo: “Oye, vamos a hacer un dibujo. Yo hago las líneas y tú lo coloreas”. Son procesos muy sencillos y se llega a un consenso rápido, algo como buscar una escena y pensar en el enfoque que queremos darle, eso sí se llega a hablar. Son trabajos muy cercanos que casi se hablan en el momento, y son una forma de crear cosas diferentes juntos, que siempre está muy bien.

Por último queremos saber sobre tus proyectos. Tienes una tienda online en la que vendes tus productos, pero aparte de eso, ¿algún otro trabajo en mente?

Me alegra que me lo preguntes, porque sí. Estoy ahora mismo trabajando con un amigo mío para intentar sacar proyectos nuevos que se alejan un poco de lo que estoy haciendo, me refiero a colgar algún dibujo en redes y ya está. Busco algo más como desarrollar un concepto. Si hay suerte, para este curso académico 2020/2021 a lo mejor sale algo, así que a ver qué tal, tengo muchas ganas.

Has dicho que se trata de desarrollar un concepto, ¿podemos saber un poco más del tema antes de despedirnos?

No tengo muy claro si puedo decir algo todavía. Sí que hay varios proyectos a la vez y te puedo decir que son cosas que ya he tratado: un discurso introspectivo para saber qué pasa conmigo y darle un medio nuevo que no he trabajado hasta ahora. Luego hay otro del que ya había mostrado algunas cosillas, con el mismo concepto, pero va a pasar a otro formato que sorprenda, más por dónde está que por lo que cuenta, para darle un discurso más grande. Hay varios en marcha y estamos trabajando en ello.