El andalucismo no es un nacionalismo de derechas

Recientemente, con el ascenso de los grupos nacionalistas de ultraderecha por toda Europa, el término nacionalismo está más presente que nunca entre la sociedad. Tendemos a pensar que este concepto está vinculado a una ideología política de derechas, pero no siempre pertenece a esta
Caricatura sobre el nacionalismo. Fuente: José Ibarrola

El nacionalismo surge en Europa a partir de la palabra nación en medio de la revolución industrial, burguesa y liberal. Es una ideología y movimiento sociopolítico basado en el sentimiento a la nación por parte de una comunidad que comparten idea, cultura, religión e historia. En España, encontramos varios tipos de nacionalismo, uno de ellos es el español, que apela a la unidad territorial y se suele vincular a partidos políticos de ultraderecha como Vox, que ha tenido un crecimiento notable en los últimos resultados electorales. Cabe destacar la irrupción tan denotativa en las elecciones catalanas, siendo el partido de derechas con más escrutinio conseguido.

Al ser España un país descentralizado, organizado en comunidades autónomas, ha derivado en nacionalismos periféricos como es el caso del andaluz. Aunque el nacionalismo andaluz no nace en 1978 cuando se le concede la autonomía a la comunidad a través de la Constitución española.

Primeros pasos del nacionalismo andaluz

Hay que remontarse al año 1912, cuando el periódico El liberal sevillano abre la puerta a a una nueva necesidad para el pueblo andaluz bajo la idea política-regional de Andalucía. Este hecho hará que se convoque una asamblea para el 10 de mayo de 1913 en el ateneo de Sevilla conocida como los juegos forales. Esta reunión fue presidida por un catalán, Francisco Cambó, que tenía como objetivo que el poder político andaluz ayudase al catalán. Para Cambó era una estrategia que ayudaría a Cataluña, pero para Andalucía fue un paso importante ya que se le inculca la idea de la independencia productiva del norte de España. En esta asamblea estarían presentes algunos de los padres del idealismo andaluz como Blas Infante, Jose María Izquierdo o Alejandro Guaichot.

A partir de esta asamblea en el Ateneo, se creará la revista Bética, cuyo principal objetivo y finalidad es difundir las nuevas ideas regionalista de Andalucía.

Abandonamos la provincia de Sevilla y viajamos hacia la malagueña, concretamente a Ronda, donde dará lugar el I Congreso Internacional de Economistas Fisiócratas lugar en el que Blas Infante interviene por primera vez públicamente. Hay que destacar la figura del malagueño, ya que en 1915 se convertirá en el líder del movimiento nacionalista andaluz gracias a la publicación de El ideal andaluz. Donde se llama al pueblo andaluz, así como a sus intelectuales al intento de recuperar la identidad de su cultura y pasar de ser una clase temporera a una propietaria.

Blas Infante en el centro de la foto en el I Congreso Internacional de Economistas Fisiócratas, Ronda. Fuente: EFE

El andalucismo de estos años quería acabar con la pobreza de la clase trabajadora andaluza que constituía las 3/4 partes de la sociedad como agricultores o pequeños arrendatarios en el área rural. En los aledaños urbanos, la desigualdad y pobreza se mantendrá, pues los andaluces realizaban trabajos esporádicos y marginales. Esta estructura social desigualitaria no solo se dará en el interior de Andalucía, sino que las desigualdades con respecto al territorio nacional también serán brutales.

Con la dictadura de Primo de Rivera iniciada en 1923, todas las pretensiones nacionalistas andaluzas serán prohibidas, por lo tanto el movimiento perderá fuerza. Pero, la proclamación de la II República abrirá un rayo de esperanza, ya que Blas Infante, que forma parte de varios grupos de izquierda, expresará su idea de formar el Estado Libre de Andalucía dentro de la organización territorial federal de la República. Cuando todo iba en su cauce, se elabora el estatuto de autonomía andaluz con la intención de ser aprobado en junio de 1936.

Entre el 17 y el 18 de julio comienza la guerra civil española que enfrentará a los nacionalistas (españoles) con los rojos. Asesinando los falangistas (nacionalistas) en agosto, en la carretera de Sevilla a Carmona, al padre de la patria andaluza, Blas Infante. En esa madrugada de verano, el malagueño gritó dos veces antes de ser abatido: «¡Viva Andalucía libre!«

Blas Infante. Fuente: EcuRed

Con la instauración del Régimen franquista en 1939, la represión al andalucismo será obvia, ya que chocará con sus planes centralistas y nacionalistas españoles. Esta dictadura será caracterizada por el conservadurismo, mientras que las pretensiones nacionalistas periféricas como la andaluza serán principalmente progresistas. La represión franquista en Andalucía será dura y al mismo tiempo invisible, ya que se saqueó, andaluces que murieron en las cárceles de hambre y no había apenas posibilidad de salvarlos.

En los años 60, España vive una apertura hace el exterior, relajándose los efectos más crueles de la dictadura franquista, permitiéndose el nacionalismo andaluz a través de grupos intelectuales retomar el ideario de Blas Infante. Pero marcaremos el año 1975 como clave en el auge del nacionalismo andaluz, no solo le influyó la muerte del dictador Francisco Franco, sino que muchas familias andaluzas debido a la emigración a Europa y otros territorios españoles, se dieron cuentan de las condiciones tan precarias, económicamente hablando, de Andalucía frente a la posibilidad de riqueza que tenía su tierra. También en este viaje tomaron conciencia social y cultural de Andalucía.

Tras ser proclamada la Constitución española de 1978, Andalucía podrá optar a su autonomía por la vía rápida, aprobando el referéndum el 28 de Febrero de 1980.

Fuente: Los carteles del 28F. Junta de Andalucía

Actualmente nos encontramos con muchas organizaciones andaluzas que tienen como nexo común, el ideario del padre de la patria andaluza, Blas Infante. También otro elemento común es la ideología de izquierdas frente a la de derechas que acostumbra tener cualquier nacionalismo. Estas organizaciones tienen como fin desde conseguir la autonomía de la nación andaluza, federalismo o incluso su independencia.

Representación política
  • Colación Andalucista (CA)

La Coalición Andalucista formada principalmente por el partido andalucista y el partido socialista de Andalucía, tiene como objetivo conseguir un proceso de autodeterminación de los andaluces y de Andalucía. A pesar de estar formado por un grupo bastante amplio de partidos andalucistas, la falta de claridad les ha llevado a no poder tener representación política en el parlamento andaluz.

  • Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT)

La Candidatura Unitaria de Trabajadores fue el que dio pie a la formación del grupo Izquierda Unida. Se declara como nacionalista andaluz y principalmente representa a grupos rurales y de algunas zonas urbanas. Su ideología es sindicalista, de izquierdas y comunista. Estuvo vinculado a izquierda unida hasta 2015 y tiene representación parlamentaria en Andalucía dentro de podemos.

  • Adelante Andalucía

Pero sin duda, la representación política que con mayor fuerza ha irrumpido en el parlamento andaluz ha sido Adelante Andalucía. Un grupo antifascista, anticapitalista, de izquierdas y nacionalista andaluz. Es uno de los partidos con más fuerza dentro del nacionalismo andaluz, aunque fue noticia hasta hace bastante poco debido a la desvinculación de su líder Teresa Rodríguez y la expulsión del grupo político Podemos.

Manifestación por los derechos de los andaluces. Fuente: Las Repúblicas.
Símbolos

Como cualquier nacionalismo, el andaluz, también tiene su bandera, creada por el partido socialista andaluz. Esta bandera es conocida como la arbonaida nacionalista de color blanca y verde, pero con una estrella roja en representación de la ideología socialista. Algunos grupos intentaron que la estrella usada fuese la tartésica, pero no cuajó. Además de la bandera, los grupos nacionalistas usan el lema nacionalista creado por Blas Infante:

«Andalucía por sí, los pueblos y la Humanidad»

Blas Infante

Esta bandera suele ser utilizada en manifestaciones que luchan por los derechos humanos de los andaluces y andaluzas. Entendiendo andaluces y andaluzas por personas que no solo hayan nacido en la comunidad autónoma, sino todo aquella persona que haga de Andalucía.

Algunos símbolos del andalucismo. Fuente: @Andalucización

A pesar del gran recorrido histórico del nacionalismo andaluz y el intento de grupos nacionalistas de crear un sentimiento común nacionalista andaluz, no está consolidado. La representación de estos grupos en el parlamento andaluz es escasa y mínima, y los representantes corresponden a partidos políticos consolidados a nivel nacional. Tampoco Andalucía cuenta, a nivel nacional, con un partido fuerte en el congreso de los diputados. Por lo que el ideario que costó la vida a Blas Infante sobre su Andalucía, no ha alcanzado el éxito que mereciese tener. El pueblo andaluz sigue siendo muchas veces el gran olvidado de la política española, por lo que un partido nacionalista consolidado pondría sobre el territorio nacional los deseos e intereses de los andaluces y andaluzas.

El declive del catolicismo en España

La secularización española ha sido de las más veloces en comparación con otros países. Las encuestas anuales evidencian el descenso de creyentes. Aún así, la religión sigue estando presente silenciosamente en cada ámbito de nuestra vida: en una España declarada aconfesional a través de su última Constitución (1978)

España ha estado fuertemente vinculada al catolicismo a lo largo de la historia. La religión católica sigue teniendo gran influencia en la sociedad y cultura del país, aunque cada vez de un modo menos incentivado. Las generaciones más jóvenes se desarraigan en su gran mayoría de las costumbres o creencias religiosas.

Un reciente estudio del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) demuestra que el catolicismo llega a perder cada año más de un cuarto de millón de creyentes. Las estadísticas del pasado 2020 muestran que un 34% de la población española se considera atea y no creyente. Cada vez son menos los seguidores de esa creencia. El abandono de prácticas como casarse, bautizar a niños o ir a misa lo evidencia. En la última década la religión ha perdido un 14,3% de sus seguidores. Quienes se consideraban católicos han pasado en diez años de ser un 76,4% a ser un 62,1%.

Comparación de los resultados en las encuestas sobre religión de la última década. Fuente: CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas)

La desafección religiosa viene de la mano de la desconfianza o la frustración. La pandemia por coronavirus ha contribuido indudablemente a este descenso de creyentes. La Universidad de Zaragoza realizaba en mayo de 2020 una encuesta. De sus resultados se obtuvieron, entre otras, conclusiones relacionadas con la religión. Un 19,7% de los encuestados confesaba su desconfianza en la religión. La fe en esta ya no era ningún refugio. La espera y falta de respuesta les indignaba causando un distanciamiento con sus creencias.

¿Por qué?

Los expertos no tienen una respuesta clara ante todo esto. Afirman que la rápida secularización de la sociedad española se debe a que el proceso comenzó más tarde que en otros países europeos. Las estadísticas muestran que se ha dado en un periodo de 20 años. No es mucho si es comparado con otras naciones. El sociólogo vasco Javier Elzo aseguraba para el diario La Vanguardia que el período de secularización tiene que ver con la etapa de la dictadura franquista. En esta, el catolicismo era la religión oficial del Estado. Con ella se impedía cualquier pensamiento crítico sobre creencias y se obligaba a ser practicante. Esto explica en parte la reacción de los españoles tras el final del franquismo.

Una misa cualquiera en una iglesia de Tárrega (Lérida) en la etapa franquista. Fuente: todocoleccion.net

Otro de los motivos que exponía Javier Elzo para explicar la descristianización es el papel que la iglesia daba a la mujer. La aparición de los anticonceptivos fue crucial. Mediante un comunicado la iglesia mostraba su total oposición a estos, por lo que se produjo un significante alejamiento de las mujeres. “La madre actúa como el principal transmisor de las creencias y la religión”, explicaba Elzo. Esto significa que hubo consecuencias más allá.

Otros expertos justifican la pérdida de fe en la religión con los numerosos avances científicos surgidos en Occidente.

Estereotipos

Javier Elzo señala: “en España se identifica religión con derecha o extrema derecha, con antiguo, con viejo, con imposición y uniformidad”. Este tópico conlleva pensar que es extraña la existencia de un seguidor de la religión católica que tenga pensamientos de ideología de izquierdas. Todo esto ha sido fruto de los estereotipos sociales y el asociamiento de ciertas apariencias físicas o formas de vestir a concretas ideologías políticas. Es cierto que la principal representante de la religión católica —la iglesia— sí que se identifica con pensamientos de la derecha política. Esto recae sobre sus seguidores, condicionándolos de alguna manera a perseguir tal ideología. Sin embargo, los teólogos niegan que el cristianismo se asocie a estos pensamientos e, incluso, convencen de que lo normal sería enmarcarse en la ideología contraria.

Ilustración. Fuente: El País (Máximo)

Por ello, los creyentes más fieles pretenden desbancar a la que, según ellos, ensucia sus creencias: la iglesia. Estos se conocen como protestantes católicos, pues son antiguos miembros de la iglesia católica que se separaron de la misma por cuestionar ciertas enseñanzas, sectores o actuaciones que se llevaban a cabo. Las primeras apariciones de estas protestas se dieron en el siglo XVI.

Bandera utilizada por los protestantes alemanes. Fuente: Amazon
Fuente: Archivio Giovannetti / Effigie / Gtres

MARTIN LUTERO

El primer protestante católico de la historia fue Martín Lutero, un monje católico agustino alemán. Fue el impulsor de la llamada Reforma Protestante, la cual surgió en el siglo XVI en Alemania. Con esta se pretendía alcanzar un cambio profundo en la Iglesia católica. Sus seguidores fueron llamados protestantes o luteranos. La nueva corriente se difundió por todo el mundo. Llegó a España poco después de su aparición, pero no arraigó debido a la persecución a la que fueron sometidos los luteranos por la Inquisición española.

¿Una procesión republicana?

La Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Santa Cruz de Tenerife se encargó de destruir los tópicos que situaban a la iglesia en el pensamiento político de derechas. El Viernes Santo de la Semana Santa de 1805, recorría las calles por primera vez en la historia la procesión de la que llevó primeramente por nombre Nuestra Señora de las Angustias. Se convertía en 1931 en La Republicana, debido al contexto político de aquel entonces. Es la única virgen republicana que existe.

La Segunda República Española proclamada en 1931 transmitía en el artículo 27 de su Carta Magna (Constitución de 1931) lo siguiente: «Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno”. Se prohibían así las tradicionales procesiones de Semana Santa. Pero La Republicana era especial precisamente por eso: fue la única que salió en procesión a pesar de estar prohibido.

Procesión de La Virgen Republicana. Fuente: Diario de Avisos

La después llamada procesión republicana era aún más aclamada por los vecinos canarios. La procesión, durante la República, hacía tres paradas para que la Banda Municipal interpretara una versión procesionaria de Adiós a la vida de la ópera Tosca de Giacomo Puccini. Las paradas se hacían en sitios significativos, como podía ser un café donde un grupo de intelectuales de tendencia republicana tenían una tertulia.

Desde entonces, cada año, La Virgen Republicana sale de la iglesia del Pilar a las 12 de la mañana. Es considerada la obra de mayor categoría escultórica de la parroquia y una de las mejores tallas de arte religioso de la capital.

La procesión sale de la parroquia y una mujer canta el Adiós a la vida. Fuente: YouTube (La Cuesta TV)
¿Religión obligatoria en la enseñanza?

En los últimos meses han abierto de nuevo el debate en el país: ¿debe ser la religión una materia a aprender? La aprobación de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE) el pasado diciembre incentivó la polémica. Tras la instauración de la Ley Celaá, la asignatura de Religión en España será de oferta obligatoria para los centros, pero voluntaria para los alumnos. Sólo la cursará el que lo desee. La asignatura ya no será materia específica ni contará para la media. La actual ministra de educación, Isabel Celaá, se niega además a implantar una asignatura alternativa que proporcione formación religiosa. La iglesia católica española se ha tomado esto como un ataque a su religión.

Componentes de la Iglesia se muestran indignados por la ley Celaá. Fuente: YouTube (Diario Público)

La mayor parte de los centros educativos españoles pertenecen a esta iglesia. La presencia de la religión católica en los colegios de nuestro país se debe a los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado, los cuales fueron firmados en 1979.

El diario Público publicaba un par de años atrás una gráfica que demostraba una vez más la disminución de creyentes en nuestro país. La gráfica plasmaba el porcentaje de alumnos matriculados en la asignatura a lo largo de los cursos. El descenso es claro. Los alumnos mostraban cada vez menos interés por la asignatura.

Caída del porcentaje de alumnos que han cursado religión a lo largo de los años. Fuente: Público / Conferencia Episcopal
Festividades

De los 14 festivos nacionales que celebra nuestro país, más de la mitad son religiosos. A pesar de que cada vez se cree menos, estos se celebran con las mismas o, incluso, con más ganas que nunca. La festividad más importante la acabamos de dejar atrás. La pasada Navidad ha sido la más atípica de la historia, pero ha quedado demostrado que incluso ni por una pandemia mundial se dejaría de celebrar. Es concebida como algo sagrado e incuestionable.

Viñeta crítica. Fuente: Pinterest

Los acuerdos del Estado español con la Santa Sede de 1979 tienen mucho que ver con que se sigan celebrando estas festividades católicas. A través de estos acuerdos se reformó el Concordato de 1953 —firmado por el Gobierno franquista— para adecuarlo a la proclamación de la aconfesionalidad del Estado en la Constitución española de 1978. La nueva Constitución democrática garantizaba la libertad religiosa y de culto. No obstante, es evidente que en España adquiere un mayor valor el catolicismo con respecto a otras religiones.

Portada de La Vanguardia de 1953 en la que se informa del acuerdo entre la Santa Sede y el Estado español. Fuente: nuevatribuna.es

Resulta algo irónico cómo —según el barómetro del CIS expuesto al inicio— el 34% de la población se consideraba en 2020 atea y no creyente, pero sigue celebrando cada festividad año tras año. La falta de coherencia entre las creencias y las actuaciones es bastante usual entre la sociedad actual. Estos días se celebran por tradición y no por el verdadero significado que estos presentan.

Más de la mitad de los festivos españoles son religiosos

En efecto, la Iglesia católica atraviesa una intensa crisis en España. Una encuesta realizada en 65 países y desarrollada por la firma WIN/Gallup International, colocaba a nuestro país en el puesto 16 de los Estados menos religiosos del mundo. La declaración de un estado aconfesional en la Constitución de 1978 liberó a cientos de españoles. Ya no queda nada de la España católica que impuso Franco por decreto. Más de la mitad de la población española actual es, más que católica, seguidora de tradiciones.