Las batallas de gallos nunca han tenido género, sin embargo gran parte de su panorama está formado por hombres. Tanto en los competidores como en los seguidores es inusual encontrar presencia femenina y, a veces, el contenido de las rimas no ha acompañado a que ellas formen parte. Entonces, ¿están las mujeres excluidas de las batallas?
Reconocer que gran parte del circuito batallero está formado por hombres es una realidad. Sí que es verdad que cada vez son más mujeres las que deciden subirse a un escenario y enfrentarse a sus compañeros. Pero aún así, la ausencia femenina sigue siendo notable.
La conclusión por las que un número de ellas no se atreven a batallar es porque no ven a competidoras dentro y se sienten que no hay espacio para ellas. Otras, porque no están de acuerdo con que se apoyen o se griten rimas que a veces pueden volverse misóginas. Y la gran mayoría de ellas, por la ola de odio que cae por parte de un público tóxico que cuestiona constantemente a este colectivo.
El feminismo ha puesto contra las cuerdas muchas rimas. Analizando el contenido de las mismas pueden encontrarse a veces patrones misóginos. De hecho, a la hora de la valoración, ha llegado a un punto en el que estas frases han pasado a considerarse muy básicas y se penaliza el poco nivel de ingenio.
Sin embargo, hay una parte del circuito que no está del todo de acuerdo con esto. El lema “Lo que pasa en una batalla, se queda en una batalla” se ha repetido constantemente para aclarar polémicas. Y es que las personas que realmente están compitiendo no tienen intención ni de mostrar su personalidad ni de enseñar, por lo que la rima no debería ligarse a su persona ni tenerse en cuenta.
Aún así, han sido numerosas las ocasiones donde estos patrones han tenido un notable protagonismo por este tema en cuestión. De hecho, una de las batallas donde el discurso por la igualdad predominó generando tensión fue en la de Sara Socas vs Rapder en México.
Generó bastante revuelo y confusión, incluso a día de hoy en las redes sociales se sigue debatiendo sobre esa batalla. El público empezaba a cuestionarse los límites en las batallas y lo aceptable sobre el escenario. Fueron pocos freestylers los que no se pronunciaron al respecto, ya que gran parte del circuito ofreció diferentes puntos de vista.
Además, los mismos protagonistas de la batalla tuvieron que intervenir aclarando que aunque la batalla fuera tensa, entre ellos mantenían una buena relación y las rimas dichas no había que tomarlas al pie de la letra.
«Quiero recalcar mi apoyo hacia el movimiento feminista (…) Pero hablando en temas de «BATALLAS» no existe género, seas hombre o seas mujer te aseguro que voy a salir a destrozarte, y no porque quiera hacerte daño sino porque te respeto, y si tú me darás tu máximo nivel yo tengo que tomarlo con la misma seriedad»
Rapder
Sin embargo, otro gran problema reside en el público. Un gran número de freestylers femeninas han afirmado que los oponentes ni son machistas ni defienden X ideales. Pero los seguidores sí deciden interiorizar muchos patrones y exponerlos como si fuera un discurso real del que aprender.
En consecuencia, esto ha supuesto que muchos competidores se cuestionen qué decir constantemente y sientan miedo por las reacciones que puedan generar si interpretan a un personaje que no es políticamente correcto. Por lo tanto, gran parte del conflicto se encuentra en la interpretación de las rimas.
Pero no sólo es ahí, sino que las propias mujeres que forman parte del circuito han afirmado que se les ha exigido un nivel superior o les han demeritado su puesto por parte del público. Asimismo, dado que la mayoría de seguidores son hombres, algunos de ellos no se plantean que las mujeres tengan cabida en este ámbito artístico.
Incluso, algunas raperas afirman que ser “la representación de las mujeres” les genera presión. Y aunque sea un titular idóneo a la hora de hablar de alguna de ellas, cae una cierta responsabilidad sobre los hombros. Ellas no quieren tener que representar a ningún colectivo, porque eso las hace distintas a sus compañeros. Ellas simplemente exponen a su personaje representando única y exclusivamente su nombre. Por eso mismo, animan a que cualquier mujer que quiera batallar, que lo haga sin reprimirse ante la presencia masculina, porque en el freestyle hay hueco para todos. De ese modo, será la única vía para que en las batallas haya más diversidad.
Aún así, siempre hay una primera que hace historia, y hay que reconocer su nombre. Como competidora, Marithea fue la primera mujer en ganar la Regional de Red Bull Batalla de los Gallos en 2019 y clasificarse para la Nacional, en Colombia, donde quedó en un tercer puesto.
Spektra de la Rima fue también una de las mujeres que han dejado su huella en las batallas. Sin embargo, ella no lo hizo como competidora, sino como jueza en la final Nacional de Colombia en 2020. Al principio se mantuvo alejada del mundo del freestyle porque no era muy afín al contenido de las rimas, pero después, decidió darle una oportunidad tras ver los cambios.
“Aunque estoy metida en el mundo del rap desde hace varios años, había evitado acercarme al freestyle porque proliferaban las rimas sexistas y misóginas, sin embargo, hay que reconocer que eso ha venido cambiando de a poco. Los MC se esfuerzan por no caer en esas rimas fáciles y las organizaciones cada vez son más exigentes a la hora de juzgar el contenido de las rimas”
Spektra de la Rima
En Argentina también hicieron historia. En la Nacional de Red Bull de 2019, Roma Y NTC, protagonizaron por primera vez una batalla femenina en Octavos. De hecho, hubo un patrón de la segunda que puso a vibrar el Luna Park:
“Dale en serio, que ya tengo los poderes./ Para los que dicen que son malas las mujeres/ para los que dicen que no tenemos niveles…/ ¡Tranqui pibes, que ahora les toca a ustedes!”
Otros dos nombres muy relevantes en el panorama nacional son Sara Socas y Erika Dos Santos. Ambas han participado en Red Bull en numerosas ocasiones. Socas, por su parte, se convirtió este enero en la primera mujer que ha participado en FMS, lo logra en una batalla contra Tirpa. En estos momentos, esta se encuentra luchando el ascenso de dicha liga para poder formar parte de las 9 jornadas en los años que vienen.
Para acabar, una de las figuras femeninas más relevantes en el circuito y con una labor completamente distinta a la de competidora es Queen Mary. Su inicio como host fue en 2016 en la Red Bull Regional de la mano de Mbaka. Ambos se complementaron a la perfección, dieron vida al escenario y se convirtieron en una dupla para más eventos.
Sin embargo, en este año pasado, en la Final Nacional de Red Bull, Mbaka ya no iba a formar parte como anfitrión y se barajaba la posibilidad de que ella hosteara sola. Finalmente, lo hizo acompañada de Bekaesh, y aunque estuvo agradecida por formar una dupla con este host, comentó en una entrevista que muchas personas dudan de su capacidad para que ella presente un evento sin necesidad de acompañante.
“Lo que los seguidores dan por sentado es que yo necesito una dupla, y yo no lo veo así. De hecho, a mis compañeros chicos, no les preguntan”
Queen Mary
En definitiva, en las batallas de gallos no se distingue por género y todos tienen su espacio. Cualquiera que quiera ser competidora, host o simplemente seguidora, será bienvenida. La mejor manera de hacer real la igualdad es desde dentro. Abrir la mente y darle una oportunidad a lo que siempre ha sido rechazado, son los ingredientes principales.