A veces parece una tarea sumamente difícil controlar tu piel, sobre todo cuando te levantas por la mañana y te das cuenta de que tienes granos en la nariz. Sin embargo, existen formas de prevenir y tratar estos problemas tan frecuentes y, a la vez, molestos en la piel. Por lo que aquí te ofrecemos algunos consejos y remedios caseros para tratar de mejorar tu acné.
Un grano comienza a mostrarse porque los poros se obstruyen con una grasa llamada sebo. El acné suele ser más frecuente durante la pubertad. Se debe a que es cuando las hormonas se descontrolan más, provocando así un exceso de sebo. Gran parte de las glándulas productoras de sebo tienen lugar en la frente, la nariz y la barbilla; esta área (la zona T) es donde se presentan más granos. Sin embargo, el acné incluye tanto espinillas como puntos blancos y negros.
No obstante, algunos tratamientos para el acné son bastante caros y pueden provocar efectos secundarios como resequedad, enrojecimiento e irritación. Por eso, te traemos algunos trucos caseros y más asequibles para hacer desaparecer tu acné.
1. Vinagre de manzana
El vinagre de manzana se produce con la fermentación de la sidra de manzana o del zumo sin filtrar de manzanas prensadas. A este vinagre se le conoce por su habilidad para combatir numerosos tipos de bacterias y virus.
Cómo se utiliza:
- Mezcla 1 cucharada de vinagre de manzana y 3 de agua. Si tu piel es sensible agrega más agua.
- Aplica la mezcla resultante sobre la piel limpia con algodón.
- Déjala en el rostro de 5 a 20 segundos. Seguido, enjuaga con agua y seca a golpecitos de manera sutil.
- Repite este proceso 1 a 2 veces por día.
Es esencial que sepas que la aplicación de vinagre de manzana en la piel puede provocar quemaduras e irritación. Siempre debes utilizarlo en pequeñas cantidades y diluirlo con agua.
2. Mascarilla de miel y canela
Tanto la miel como la canela son fantásticas fuentes de antioxidantes. Estos dos productos poseen la habilidad de combatir las bacterias y reducir la inflamación, dos factores que producen acné.
Cómo prepararla:
- Mezcla 2 cucharadas de miel y 1 cucharadita de canela para crear una especie de pasta.
- Con la piel limpia, aplica la mascarilla en tu cara y déjala actuar de 10 a 15 minutos.
- Enjuaga la mascarilla y seca a golpecitos de forma suave.
3. Aceite de árbol de té
El aceite de árbol de té es un aceite esencial que se obtiene de las hojas del Melaleuca alternifolia, un árbol que pertenece a Australia. Es conocido por su capacidad para combatir las bacterias y disminuir la inflamación de la piel. El aceite de árbol de té es bastante intenso, por lo que siempre debes diluirlo antes de su aplicación.
Cómo se utiliza:
- Mezcla 1 cucharada de aceite de árbol de té con 9 de agua.
- Humedece algodón en la mezcla y aplícalo en la zona necesaria.
- Aplica crema hidratante.
- Repite este proceso 1 ó 2 veces por día.
4. Té verde
El té verde es muy rico en antioxidantes, y beberlo puede promover la salud. Probablemente se debe a que los flavonoides y los taninos en el té verde permiten combatir las bacterias y disminuir la inflamación, dos causas principales del acné.
Cómo se utiliza:
– Deja el té verde en agua hirviendo durante 3 ó 4 minutos.
– Déjalo enfriar.
– Con algodón, aplica el té sobre el rostro.
– Deja que se seque. A continuación, enjuaga con agua y seca a golpecitos.
5. Agua de Hamamelis
El hamamelis se obtiene de la corteza y las hojas del Hamamelis virginiana, un arbusto que viene de América del Norte. Contiene taninos, los cuales poseen potentes propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Por este motivo, se utiliza contra distintas afecciones de la piel como la caspa, el eccema, las venas varicosas, las quemaduras, los moretones, las picaduras de insectos y el acné.
Cómo se utiliza:
- Mezcla 1 cucharada de corteza de hamamelis y 1 taza de agua.
- Remoja el hamamelis durante 30 minutos y luego hierve la mezcla.
- Cocínala a fuego lento, tapada, durante 10 minutos.
- Retira la mezcla del fuego y déjala reposar durante otros 10 minutos.
- Aplica sobre la piel limpia con algodón 1 ó 2 veces al día.
6. Aloe vera
El aloe vera es una planta tropical cuyas hojas contienen un gel transparente. Dicho gel suele incluirse en lociones, cremas, pomadas y jabones. Habitualmente es útil para tratar abrasiones, erupciones cutáneas, quemaduras y otras afecciones de la piel. Al aplicarse en la piel, el gel de aloe vera puede ayudar a sanar heridas y combatir la inflamación. El aloe vera también contiene ácido salicílico y azufre, los cuales son útiles para el tratamiento contra el acné.
Cómo se utiliza:
- Retira el gel de una planta de aloe con una cuchara.
- Aplica el gel directamente sobre la piel limpia.
- Repite 1 ó 2 veces por día.
7. Exfoliante
La exfoliación consiste en la eliminación de la capa superior de células muertas de la piel. Se puede realizar con un cepillo o un exfoliante. Existe una gran variedad de productos de exfoliantes disponibles en tiendas, tanto físicas como por vía online. Pero de igual forma, se puede elaborar fácilmente un exfoliante casero con azúcar o sal.
Cómo prepararlo:
- Mezcla partes iguales de azúcar y aceite de coco.
- Masajea la piel con la mezcla y enjuaga.
- Utiliza el exfoliante 1 ó 2 veces por semana.
8. Reduce el estrés
Las hormonas que se liberan durante los períodos de estrés pueden incrementar la creación de sebo y la inflamación de la piel, empeorando de esta forma el acné.
Formas de reducir el estrés:
- Duerme lo suficiente.
- Realiza actividades físicas.
- Practica yoga.
- Medita.
- Respira hondo.
9. Haz ejercicio regularmente
El ejercicio fomenta la circulación sanguínea. El incremento en el flujo sanguíneo permite nutrir las células de la piel, lo que puede prevenir y curar el acné. El ejercicio a su vez tiene relación con la regulación hormonal. Es recomendable que los adultos saludables se ejerciten durante 30 minutos, de 3 a 5 veces por semana. Puede ser caminar, hacer senderismo, correr, levantar pesas…
Por último, aquí te dejamos algunos consejos para prevenir el acné:
– Lávate el rostro dos veces al día con agua tibia y un jabón específico para tratar el acné. A continuación, masajea con movimientos circulares.
– No te revientes los granos. Al reventarte un grano, puedes desplazar el material infectado hacia capas más profundas de la piel, causando más inflamación y enrojecimiento. También puedes producirte heridas que dejan pequeñas cicatrices permanentes.
– Evita tocarte el rostro con las manos.
– Si llevas gafas, límpialas con frecuencia para que la grasa no obstruya los poros que tienes en torno a los ojos y la nariz.
– Si tienes acné en otra parte del cuerpo, evita las prendas ajustadas. Esto se debe a que no permiten que la piel respire y pueden provocar irritación.
– Desmaquíllate antes de dormir por la noche.
– Mantén tu pelo limpio y evita que esté en contacto con la cara para que la grasa y la suciedad que posee no te obstruya aún más los poros.
– Protege tu piel del sol.
Si observas que tu acné es más persistente, lo más aconsejable es acudir a un experto de la dermis, es decir, un dermatólogo. Los dermatólogos ofrecen diversos tratamientos para prevenir y controlar el acné, al igual que sus marcas o cicatrices. Un dermatólogo puede encontrar el método que sea más idóneo para ti. Puede ofrecerte numerosos consejos para controlar el acné y cuidar tu tipo específico de piel. Sin embargo, lo más importante es cuidar tu piel desde lo más básico diariamente. Esta es la forma de lucir una piel impecable. ¡Apresúrate a hacerlo!