El lunes 12 de abril, poco antes de las tres de la tarde, Yasmina M.R. asesinó a su pareja Marina, de 18 años, en el lugar donde convivían.
En un cortijo ubicado en el número 10 del Camino de Pataura, barrio de El Varadero de Motril, Granada, se produjo una discusión entre la pareja que acabó en asesinato. Según el auto juicio, Yasmina M.R. comienza a apuñalar, con una posible arma blanca, todo el cuerpo de Marina cuando esta le anuncia su intención de finalizar con la relación.
De acuerdo a las declaraciones de las primas de Marina en el programa de Espejo Público, la víctima era maltratada, estaba amenazada con su familia y no denunció a su pareja por miedo. La homicida carece de antecedentes penales y policiales previos a estos hechos.
La mujer de 34 años confiesa que no tenía como primera opción reconocer el crimen, por lo que decidió limpiar pruebas y envolver en una manta a Marina. Tras 24 horas, Yasmina M.R. se dirigió a la comisaría de la Policía Nacional para declarar el homicidio y la eliminación de bastantes pruebas.
Los agentes de Policía Científica se dirigieron al cortijo donde se encontraban a Marina envuelta en una manta con restos de sangre, un olor muy fuerte a lejía y signos muy visibles de haber limpiado a fondo. Estos empezaron a trabajar pasadas ya las dos de la tarde.
Dada la dificultad de extraer pruebas del crimen, el miércoles 14 de abril tuvo que desplazarse desde Madrid una unidad de Policía Nacional. Esta unidad pertenece concretamente al área de científica, especializada en extraer pruebas muy específicas de aquellos sitios en los que parecer no haber nada o han sido borrados.
El cuerpo de la joven víctima ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de la capital granadina para practicarle la autopsia.
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Motril, Granada, en funciones de guardia, decretó la mañana del viernes 16 que la homicida se encontraba ingresada en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
En estos acontecimientos hay una tercera persona llamada Antonio Manuel L.C. acusado de un delito de encubrimiento. El mismo viernes, el magistrado decretó su puesta en libertad provisional. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía indicó que “como medida cautelar, el investigado deberá comparecer ante el juzgado los martes de cada semana y entregar su pasaporte”.
La Subdelegación del Gobierno en Granada comunicó que de confirmarse la relación entre ambas sería catalogado como un caso de violencia doméstica y no de violencia intragénero, el cual consiste en la violencia que un miembro de una pareja LGBT realiza sobre la otra persona. No obstante, los sucesos siguen en proceso de investigación y se encuentra bajo secreto de sumario.
Las personas allegadas a Marina en el programa de Espejo Público dieron visibilidad a que este crimen no se ha tratado como un crimen de violencia machista por el hecho de que la presunta asesina sea otra pareja mujer.