Después de 800 años, la estrella de Belén podrá verse en el hemisferio norte desde el 16 hasta el 25 de diciembre, coincidiendo con las fiestas navideñas. La última vez que se pudo ver fue en la Edad Media, exactamente en 1226, y se estima que no se volverá a repetir hasta 2080.

Desde niños en estas fechas todos hemos puesto encima del árbol de Navidad o del portal de Belén la estrella que llevó a los Reyes Magos al niño Jesús. Esta ocupa un lugar central en la decoración navideña de nuestros salones y de una forma u otra guía a los Reyes a nuestras casas.
Se han planteado muchas hipótesis sobre la naturaleza de la «estrella de Belén», triunfando la que aparece en la investigación de Grant Mathews, profesor de Astrofísica Teórica y Cosmología en la Universidad de Notre Dame (EE. UU.). En su estudio se señala que el fenómeno que realmente ocurrió puede que nunca vuelva a ocurrir o, haya que esperar siglos para presenciarlo de nuevo. La hipótesis que el astrónomo plantea se basa en una “alineación planetaria extremadamente rara que ocurrió en el siglo 6 a.C», donde entran en juego muchos cuerpos celestes.
Además, esta alineación tenía un significado: “la presencia simultánea de Júpiter y la luna significaba el nacimiento de un gobernante con un especial destino”, por lo que los sabios conscientes de la existencia de esta teoría, acabarían llegando al pesebre de Jesucristo.
El fenómeno que va a ocurrir en las próximas semanas es algo más sencillo y repetido en el tiempo que ha sido desvelado por el astrónomo Patrick Hartigan quien nos enseña que lo que comúnmente conocemos como “estrella” realmente es la aproximación de dos planetas, Saturno y Júpiter. No quiere decir que estos se alineen, sino que la posición de la Tierra respecto al sol forma la ilusión óptica de “la estrella de Belén”.

¿Cómo verlo?
Los habitantes del hemisferio sur sólo tendrán la posibilidad de verlo el lunes 21 de diciembre, ya que su visibilidad está vinculada con el comienzo del solsticio de invierno, mientras que los del hemisferio norte tendrán una semana completa para poder ver este espectáculo. Por parte de los expertos, se recomienda usar un telescopio para que la experiencia sea la mejor posible, si no se cuenta con uno, la experiencia será similar si nos situamos en un lugar elevado con poca contaminación lumínica y alejado de grandes edificaciones. Sin duda alguna, ver la estrella de Belén podría ser uno de los mejores planes para comenzar estas fiestas navideñas tan “diferentes”.
El mejor día para vivirlo será el 21 de diciembre y durará casi una hora completa en el momento del ocaso (18:15 – 19:00 horas) en dirección al horizonte. Las condiciones meteorológicas jugarán un papel determinante, ya que es necesario que el cielo esté despejado para poder apreciar con claridad este extraño y simbólico fenómeno. Otro requisito es el punto de la Tierra desde donde sea visto, aunque menos importante porque se puede ver desde cualquier lugar, sin embargo, los científicos dicen que las mejores zonas son las situadas cerca del Ecuador.
El astrónomo Patrick Hartigan anuncia que hasta el 15 de marzo de 2080 no podrá verse de nuevo y la siguiente vez ya será en el año 2400. Por lo que hay que aprovechar la oportunidad de visualizar este fenómeno astronómico que tiene un especial significado en estas fechas tan señaladas.