Sexo y drogas, la práctica que no pasa de moda

El Chemsex es el nombre que se le da a la unión de las palabras inglesas chemical y sex. Es el término que hace referencia a la mezcla de drogas psicoactivas para mantener relaciones sexuales durante un largo periodo de tiempo.
Fuente: Foto de Mart Production / Pexels.

Estas prácticas se caracterizan porque pueden durar desde horas hasta días, y porque se puede mantener sexo en pareja, en tríos o en grandes grupos. La página oficial Chemsex.com afirma que estas sesiones se dan principalmente entre hombres homosexuales, aunque cada vez se unen más personas con distintas orientaciones e identidades sexuales: bisexuales, mujeres trans, personas no binarias, queer…

Las sesiones se dan en fiestas sexuales, que se dan en casas privadas o en locales comerciales sexuales como hoteles, saunas, pisos de alquiler o clubs. En estas fiestas se mantienen relaciones sexuales extensas gracias al consumo de drogas.

Según la página Chemsex.com, el consumo puede darse individualmente, por ejemplo, de forma virtual, o con otras personas, como en el caso de parejas, tríos o grupos.

¿Cómo perjudica el Chemsex en la vida de las personas que lo practican?

“El chemsex es una práctica que debemos abordar no sólo desde la prevención de enfermedades infecto-contagiosas sino en relación a las consecuencias que puede ocasionar en la salud psicológica y social de las personas.”

José Luis Martín Herrero, enfermero CAD Arganzuela.

En las sesiones de Chemsex se practica sexo sin protección lo que desencadena en una gran cantidad de Infecciones de Transmisión Sexual como el VIH. Pablo Barrio, psicólogo en la asociación Apoyo Positivo, en una entrevista concluyó que en unos estudios realizados en el Centro Sanitario Sandoval de Madrid se encontraron con que hasta un 80% de las seroconversiones para la infección por el VIH podrían estar relacionadas con la práctica de chemsex.

Además de las claras ETS se dan otras consecuencias derivadas de esta practica sexual, como son:

  • El consumo diario de drogas, lo que conlleva a las adicciones.
  • Sobredosis y muertes en los peores casos.
  • Los problemas psicológicos y neurocognitivos.
  • La pérdida de interés y del deseo sexual cuando no se usan drogas.
  • Violaciones y abusos sexuales debido a la pérdida del juicio por las drogas.
  • La pérdida de la vida social, los problemas económicos, un menor rendimiento general, etc.
¿Cuáles son las drogas que más se consumen en el Chemsex y qué provocan?
Fuente: Foto de Mart Production / Pexels.

Las drogas más comunes en el Chemsex son la metanfetamina, el GhB y la mefedrona, las cuales se combinan con otras sustancias como la viagra, la ketamina, la cocaína o el Popper.

Según Cuídate Plus, portal web especializado en salud y enfermedades, el consumo de estas sustancias pueden provocar:

  • Adicciones. Debido a que cada vez necesitan consumir más sustancias para estas les provoquen el mismo efecto.
  • ETS o ITS. Al perder el juicio y el criterio no usan métodos de protección como preservativos.
  • Slamming. Los usuarios empiezan tomando dosis por la boca o por la nariz y terminan practicando el Slamming. Esta es la práctica que mezcla el sexo junto al consumo de drogas por vía intravenosa.
  • Coma etílico. El alcohol mezclado con el GHB puede provocar un coma etílico.
  • Quemaduras. El Popper puede provocar quemaduras si entra en contacto con la piel.
  • Episodios psicóticos. La metanfetamina tiene efectos de larga duración y puede llegar a generar episodios psicóticos.
  • Estrechamiento de las arterias. La mefedrona provoca episodios de vasoconstricción, es decir, se dan estrechamientos bruscos de las arterias. Además, es una sustancia que produce rápida tolerancia, lo que lleva a consumirla de forma más compulsiva.
  • Infartos, alucinaciones

A pesar de todas estas desventajas, en las sesiones de estas prácticas se siguen consumiendo estas drogas porque “les provocan sensaciones y emociones distintas”, como la euforia, la empatía, la estimulación de los sentidos, la falta de cansancio o el aumento del deseo sexual y del placer.

El chemsex es una práctica compleja, pero todos y todas las expertas coinciden en que es necesario implantar un tratamiento amplio con el objetivo de encontrar el bienestar de las personas que lo practican.

«Se debe dar una intervención multidisciplinar: Biomédica, psicológica y en el contexto social, para conocer los puntos de apoyos que tiene el paciente en torno a su relación con el chemsex”.

Pablo Barrio, psicólogo.