Gata Cattana, el legado que se mantiene

“Poetisa de día, rapera de noche y politóloga a ratos”, así se definía Ana Isabel García. Mujer que le dio cuerpo y vida a Gata Cattana o Ana Sforza. Tras cuatro años de su muerte, sus letras, poemas y canciones perviven en muchos seguidores. Su legado es inmortal

Ana nació en Córdoba y desde bien pequeña se hacía muchas preguntas y siempre trataba de buscar las respuestas. Fue en los libros donde las encontró y utilizó la poesía y el rap para exponer sus ideales. Se licenció en Ciencias Políticas en Granada. “Dejaba sin argumentos a cualquiera”, decía su madre.

Hace cuatro años a causa de un shock anafiláctico severo dejó su camino, que estaba apuntando alto, pero sus obras se siguen recordando a día de hoy. Algunos poetas consideraban que hacía rap, otros raperos que el campo que abordaba era la poesía. Ella hizo lo que quiso y por eso su esencia perdura.

Gata Cattana en un escenario. Fuente: elpais.com

Los siete contra Tebas, Anclas e Inéditos 2015 son los tres EP que creó esta artista. Junto a varios sencillos como Lisístrata o Samsara que se hicieron muy conocidos por las letras tan reivindicativas que desprendían lucha y compromiso social. 

De hecho, Ana no quiso parar ahí. A principios de 2017 estaba creando el álbum que le daría toda la fama que se merecía hasta que dicha tragedia se la llevó dejándolo casi a la mitad. Sin embargo, lo que sí dejó fueron cuadernos cargados de letras y maquetas ya grabadas y a pesar de mucho dolor, su familia y amigos decidieron que Banzai, debía escucharse. 

 “Fue durísimo, imagínate, escucharla a ella una y otra vez cuando acababa de fallecer. Pero a veces aún puedo ponérmelo y me parece impresionante y muy actual. Con otra amiga, Rocío, vamos descubriendo frases que son como regalos que ella nos dejó. (…) Su madre me dice que a los nueve años Ana ya hablaba como si tuviera veinte, y me lo creo, porque  a los veintipocos parecía que tenía setenta.

Silvia Bianchi

Para Gata Cattana, Banzai significaba el grito de antes y el después de una batalla. Donde lo soltaba todo y así quedaba en paz. Con un gran conjunto de referencias históricas y políticas y sin desprenderse de la esencia de lucha entre sus patrones, se escuchaba lo último de ella.

Sin embargo, Ana no sólo era buena en la música, también escribió dos poemarios. El primero de ellos, La escala de Mohs, salió a la luz en 2016 y ha sido reeditado dos veces con poemas inéditos. En esta nueva tirada se simulan sus manuscritos y se relatan en primera persona.

El segundo de ellos No vine a ser carne es una obra póstuma que ayudaba a conocerla. En él, se concibe a una Ana más inmadura, más joven, la que iba descubriendo el mundo. Pero a medida que iba creciendo consiguió estructurar su visión sobre la realidad y en sus poemas trataba valores feministas, denuncias sociales y activismo.

Y si alguna vez negociamos un mundo nuevo, queremos café para todos y todas, que ya van muchos siglos fregando las tazas

No vine a ser carne – Gata Cattana

Fue tan efímera e influyente la vida de Gata Cattana que no ha pasado desapercibida para nadie. Ni para cineastas, como ha sido el caso de Juan Manuel Sayalonga quien ha decidido hacer Eterna, un documental en su honor. Aunque se desconoce la fecha de estreno, el equipo ya está en marcha con el proyecto con el objetivo de que el mundo conozca quién era Gata y por qué se convirtió en un icono. 

Fotografía de portada de Eterna. Fuente: verkami.com

Ana fue tan revolucionaria que se le homenajeó en múltiples ocasiones. Entre ellas, en murales, como en Granada tras su fallecimiento. Incluso algunos de sus versos son verdaderos himnos que podemos encontrar en pancartas cada 8 de marzo.

Gata Cattana se fue cuando todavía le quedaba mucho por hacer, pero es evidente la huella que ha dejado en muchas personas. Pronto se podrá descubrir mucho más de su vida y obra en el documental, un repaso por las razones que la convierten en eterna.