Si en un futuro tuvieses en mente ser padre o madre y no pudieses llevarlo a cabo de manera natural ¿sería la gestación subrogada una de tus opciones? ¿sabes todo sobre ella para tomar esa decisión?
La gestación subrogada o como muchos lo conocen, «vientre de alquiler«, se trata de un método de reproducción. En él que se implanta el embrión de los futuros padres, o el de alguien de la familia de los padres de intención, en el útero de la mujer contratada, la cual llevará a cabo ese embarazo.
Para llevar a cabo este proceso primero los futuros padres deben programar una consulta con el médico de la clínica especializada a la que hayan acudido, al mismo tiempo que, con ayuda de una agencia, buscarán una madre de alquiler. La madre de alquiler debe pedir también una cita para realizarse un examen físico junto con la pareja de esta para detectar la presencia o no de enfermedades infecciosas. A continuación, la madre de alquiler debe llamar a la empresa cuando comience su ciclo menstrual y así empezar ella el ciclo de evaluación. Una vez que el ciclo de evaluación se haya completado, la madre de alquiler podrá empezar a tomar píldoras anticonceptivas para la coordinación del ciclo.
Durante el proceso se llevan a cabo consultas psicológicas para ambas partes. La clínica debe recibir una declaración por escrito del abogado de los futuros padres que indique que el contrato entre ellos y la madre sustituta se ha formalizado. Antes de comenzar el ciclo de coordinación para poder introducir finalmente el embrión en el útero de la madre sustituta. Esta última debe entregar la documentación de una prueba de Papanicolaou, es decir, una prueba que indique que en ella no se han detectado células que le puedan causar cáncer en el cuello uterino.
El contrato de gestación subrogada se puede clasificar de altruista o comercial. El contrato altruista se realiza cuando la madre no recibe pago por el alquiler de su vientre, o si recibe alguna contraprestación, esta solamente recibe el pago de los gastos producidos del embarazo, como la compra de ropa premamá o el sueldo no recibido al tener que quedarse en reposo por recomendación médica. Mientras que, en el contrato comercial, a estas mujeres si se les da no solo una suma de dinero, sino también la entrega de objetos, servicios o cualquier otra cosa de valor monetario, para que se queden embarazadas.
Fuente: Babygest.
Este método de reproducción solo tiene permitida la realización legal, de acuerdo a LifeBridge Agency, en Canadá, Estados Unidos, Rusia, Ucrania, Georgia, Grecia, Reino Unido, Australia, India, Tailandia y Sudáfrica. Aunque los extranjeros también pueden recurrir a ello con matices en todos estos países, excepto en India y Tailandia. Solo la legislación canadiense y de algunos estados estadounidenses acepta que a este método reproductivo también tengan acceso parejas homosexuales, hombres solos y mujeres solas.
Algunos de los aspectos legales que tienen en común estos países es que la madre de intención debe demostrar que no puede quedarse embarazada sin poner en peligro su salud, la del bebé o por infertilidad. Otro aspecto es que la persona gestante debe tener una edad entre 20 y 35 años. Por último, en la gran mayoría de estos países el hecho de hacer publicidad para encontrar gestante o para ofrecerse como tal es ilegal.
Como se puede observar, anteriormente no se ha mencionado a España como uno de los países en los que se permite llevar a cabo este procedimiento. Esto es porque el artículo 10 de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida establece que un contrato en tal sentido es nulo de pleno derecho, es decir, que dicho contrato no sería válido en nuestro país, ya que es ilegal la gestación subrogada. Según el catedrático de Derecho Manuel Atienza, que sea “nulo de pleno derecho” no quiere decir que la ley en cuestión prohíba expresamente esa conducta, ni que establezca tampoco ninguna sanción al respecto. Así, de acuerdo a este catedrático, una cosa es realizar un comportamiento prohibido y, por tanto, ilícito, y otra incumplir con alguno de los requisitos de validez de un contrato.
A pesar de esto, según Elena Crespo socia de Bressers Law y especialista en Derecho de Familia, en el año 2010 la Dirección General de los Registros y del Notariado (DGRN) hizo público una resolución en la que se aprobaba la inscripción en el Registro Civil español de niños concebidos mediante esta práctica en otros países, siempre y cuando existiera sentencia o resolución judicial que acreditara la procedencia del menor, al igual que el cumplimiento de los derechos de la gestante. Es importante saber que el registro tiene un plazo orientativo de cuatro meses, aunque en España actualmente el plazo puede ser algo mayor.
Historias sobre gestación subrogada
Una de las historias más conocidas por el mundo es la de Cecile Eledge en 2019. Esta mujer con 61 años dio a luz a su propio nieto para ayudar a su hijo y a su marido a formar una familia. La hermana de Elliot fue la mujer que donó el óvulo, el cual fue inseminado con el esperma de Matthew.
Cuando en 2017 su hijo le contó a Cecile Eledge sus planes de formar una familia esta se ofreció inmediatamente a ser la mujer subrogada. Comenzaron a reunirse con especialistas en reproducción asistida para considerar las opciones que tenían. Aunque Cecile Eledge ya era una mujer posmenopáusica, el hospital para Mujeres de Omaha le comenzó a realizar pruebas de sangre, citología, mamografía y ecografía entre otras, que indicaron que estaba lo suficientemente sana como para llevar a cabo un embarazo.
Después de estos análisis los médicos le comentaron los riesgos de acuerdo a su edad, que incluían problemas pulmonares, coágulos de sangre y una mayor probabilidad de que el parto se hiciese mediante cesárea. A pesar de todo ello, Eledge se quedó embarazada al primer intento, la gestión fue normal, y dio a luz de forma natural.
Este no es el primer caso en el que una mujer de avanzada edad se ofrece como madre subrogada, ni el primer caso en el que una mujer dar a luz a su propio nieto. Según el periódico El País en 1987, Pat Anthony, de 48 años, dio a luz a los trillizos de su hija en Sudáfrica. En 1996, Edith jones, de 51 años, fue la primera abuela de alquiler de Reino Unido, al ayudar a su hija y al marido de esta a ser padres. En 2016, la griega Anastassia Ontou se convirtió, con 67 años, en la mujer de más edad en gestar para otra persona, en este caso también para ayudar a su hija.
En cuanto a las inscripciones en España de los hijos de españoles que han recurrido a este método a otros países, se conoce a través del diario El Mundo la historia de treinta parejas españolas que estuvieron en el limbo ucraniano por la gestión subrogada en 2018. Parejas que habían viajado a Kiev (Ucrania) para recoger a sus bebés se encontraron con que el consulado español en Kiev, que se encargaba de la inscripción y gestión de los pasaportes de los bebés nacidos mediante este proceso, había suspendido todas las tramitaciones.
En España para dar el pasaporte español al recién nacido, antes se necesita que la muestra de ADN del padre y del bebé de positivo en vínculo biológico. Pero el 28 de junio de 2018 los abogados de las agencias españolas de maternidad subrogada que operan en Ucrania fueron citados por el Consulado para ser informados de que “debido a la nueva reglamentación europea de protección de datos ya no podían realizar las pruebas de ADN y, por tanto, suspendían las inscripciones”.
La única alternativa que les quedaba a estas familias si se les denegaba la inscripción de sus hijos en el registro civil español, era obtener la ciudadanía ucraniana para los bebés y llevarlos a España con un visado.
Madres subrogantes en diferentes mundos
El argumento de «regulando se acaba con la explotación» se va desmontando pues, como hemos visto en el caso de España, la regulación no ha impedido la maternidad gestante. Esta trata de mujeres se hace por las mismas redes que se utiliza para la prostitución, o las redes de explotación doméstica, vía usada para el comercio mundial de mujeres y niñas.
Así, por un lado, se encuentran las madres «sustitutas» que mencionan que su decisión de ser madres subrogantes fue a raíz de querer dar oportunidades a las personas que desean formar una familia y no pueden, además de querer vivir la experiencia de estar embrazadas. Muchas prefieren no recibir dinero por quedarse embarazadas como en Estados Unidos, ya que no sienten ni les gusta pensar que es un trabajo o que son máquinas de hacer bebés.
Un ejemplo de esto es la historia que BBC presenta sobre una madre subrogante canadiense llamada Melissa que da a luz a la hija de dos españoles, Jesús y Julio, sin recibir dinero por alquilar su vientre.
Y por otro, según Saravanan, profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de Heidelberg, especializada en reproductiva y en prácticas de parto en la India, tras muchas entrevistas a mujeres en India, afirma las terribles condiciones en las cuales las madres subrogadas son monitoreadas a lo largo de su embarazo. Además, desvela de la existencia del negocio de la venta de óvulos y embriones. Estas mujeres entrevistadas se han dado cuenta de que han sido explotadas por sus maridos o sus familias.
En su último seguimiento, en febrero de 2019, las mujeres pobres tenían que pasar por la subrogación al menos dos veces antes de que pudiera salir de la pobreza. Esto quiere decir múltiples ensayos de FIV (fecundación in vitro) y el tratamiento hormonal extremo y la sobre medicalización que perjudican la salud física de las mujeres.
En este estudio se reveló que en India las mujeres son detenidas en hogares sustitutos en contra de sus deseos, se realizan abortos ilegales selectivos por sexo y a ninguna se le entrega una copia de su contrato.