Con la cabeza muy alta, frente a todo pronóstico

La selección española cae ante Italia en penaltis en un encuentro donde los de Luis Enrique han llevado la manija del partido, el cual ha finalizado con una tanda agónica que coloca a los de Mancini en la final de la Eurocopa.
Morata tras fallar el penalti ante Donnarumma. Fuente: okdiario

Tras 3 prórrogas, muchas dudas previas, goles y falta de acierto, la selección ha perdido contra una Italia considerada una de las máximas favoritas para hacerse con el título europeo de naciones. España dominó absolutamente el juego posesivo del encuentro en una primera parte donde Italia mostraba de manera muy clara que su estrategia táctica era el contraataque aprovechando la velocidad punta que le aportaban tanto Chiesa como Ciro Immobile; un tiro a la cruceta y alguna que otra arrancada de infarto fueron las protagonistas en las ocasiones de los Azzurri contra la portería defendida por Unai Simón.

Dani Olmo driblando ante Di Lorenzo. Fuente: cadenaser

En los segundos 45 minutos La Roja siguió prácticamente con la misma dinámica de juego donde hay que resaltar a un brillante Dani Olmo que cogió los galones del medio del campo y realizó una actuación memorable donde «volvió locos» a Verratti y compañía con su juego de reparto de balón y su proyección en ataque.

Era tal el buen juego de nuestra selección que cuando en el 60, tras una contra y un correspondiente rebote, marcó Chiesa, se hizo el silencio en el sector de la grada español de Wembley y en, probablemente, la mayoría de las casas del país. Aparentemente ese gol era injusto debido al despliegue de juego completo que había mostrado hasta ese momento La Roja. Pero todo no quedaba ahí, ya que en el minuto 80 , tras una pared con Dani Olmo, Morata (que salía desde el banquillo) puso el empate para hacer entrar en cólera a todo un país.

Celebración de Chiesa tras el gol. Fuente: Telecinco

Tras los nervios del final llegó la prórroga y con ello una serie de cambios en ambos equipos debido al excesivo esfuerzo y carga de minutos que llevaban ambas selecciones a las espaldas. Mismo juego, misma dinámica, pocas ocasiones claras… sería el resumen de este extra-time agónico que desembocaría en un tanda de penaltis que, pese a parar el primero Unai Simón a Italia, terminaría con la derrota de la selección tras los fallos de Olmo y Morata (paradójicamente los que elaboraron la jugada del primer gol).

Jugadores de La Roja nerviosos ante la tanda de penaltis. Fuente: mundodeportivo

Pese a todas las dudas, críticas y comentarios que ponían en cuarentena la calidad de esta selección, ciertamente ha sabido llegar a las semifinales de este torneo con criterio, juego, ocasiones y sobre todo falta de acierto en momentos clave.