Los 7 «magníficos» samuráis

Vayamos a 1954, os sonará un tal Akira Kurosawa ¿verdad? Ese año estrenó una de las consideradas mejores películas para la historia del cine: Los siete samuráis. Película con la que se aseguró dejar huella en cineastas posteriores; y tanto que la dejó, pero seguro que no ha ocurrido de la manera en la que el propio Kurosawa se lo esperaba

Siglo XVI, Japón. Una aldea de pobres campesinos es constantemente saqueada por unos bandoleros. Uno de los campesinos se entera de cuándo será el próximo ataque. Los campesinos, para plantarle cara de una vez a sus enemigos, deciden ir a la ciudad y contratar a un grupo de samuráis para que les ayuden en su contienda. Sin embargo, esto no será tarea fácil ya que únicamente les pueden pagar garantizándoles tres platos de arroz al día.

Después de casi cuatro horas de visionado en japonés subtitulado —algo no muy convencional como se puede intuir— lo que deja esta película en el espectador son ganas de más, y no lo digo a malas, todo lo contrario. Acababa de terminar una de las mejores películas que jamás había visto. Una película que, a pesar de sus 67 años de edad, no había envejecido en absoluto.

Esta película presenta una increíble dirección y una narrativa bastante interesante, además de la maravillosa puesta en escena formando así, y lo vuelvo a decir, una de las mejores películas que he visto. Sin embargo, había algo que constantemente me sacaba de la película…

Cartel de presentación de la película. Fuente: BBC

Constantemente me preguntaba por qué una trama tan sorprendente y una estructura tan impredecible podían llegar a sonarme tanto, es como si alguna vez hubiese visto ya esa película.

Realmente estaba en lo cierto, ya había visto esa película antes, solo que no estaba contextualizada en el Japón feudal del siglo XVI, sino en el lejano oeste americano.

Y sí, tan solo seis años después del estreno de la versión japonesa, el cineasta John Sturges (The great escape) realizó su propia versión a la americana con este peculiar western.

No se limitó a coger la historia original como concepto y de ahí desarrollar una nueva historia, John Sturges tomó de la película japonesa el perfil y la presentación de personajes, gags, escenas, subtramas, diálogos e incluso composición de algunos planos. Solo que tuvo la habilidad de resumirla en dos horas convirtiéndose así en un producto mucho más convencional y más acorde a lo que el público americano estaba acostumbrado a esperar.

Si que es verdad que en su día no llegó a ser un gran éxito en taquillas. En cambio, actualmente es más recordada que la película en la que se basa, curiosamente, por otro nuevo remake.

En 2016 Antoine Fuqua cuenta con su actor de confianza Denzel Washington para protagonizar este remake del clásico western; contando en su elenco a actores de primera fila de Hollywood como Chris Pratt y Ethan Hawke y, así, homenajear la película de 1960. De esta manera, vuelve a la gran pantalla la historia de estos siete mercenarios, eso sí, actualizada al consumo cinéfilo actual e incorporando algunos cambios.

Por lo tanto, esta última producción ya significó cierto punto de inflexión decantando como clásico por antonomasia a la obra de John Sturges.

Y ojo, no lo estoy culpando de nada, considero Los 7 magníficos como uno de los mejores clásicos de este género americano, solo que la gran película de Kurosawa quedó un poco en el olvido y en la retaguardia o en “la parrilla” de aquellos espectadores más cinéfilos y dispuestos a disfrutar de esas cuatro horas en japonés subtitulado de las que hablaba anteriormente.

Imagen del elenco principal durante el rodaje de los 7 magníficos, 1960. Fuente: Reddit

Por lo tanto, hilando con la idea lanzada al principio, Kurosawa creó una historia de verdaderos héroes capaces de arriesgar su vida a cambio de un plato de comida, sólo para ayudar a personas necesitadas de sus servicios; desgraciadamente, la increíble historia que creó ha sido eclipsada por la industria americana siendo recordada por el western clásico de los años 60 y, si me apuras, por la imagen de Denzel Washington caracterizado de pistolero cual Sheriff Woody.

Y, hablando de películas de Disney Pixar, ¿recordáis Bichos? Pues también está inspirada en Los siete samuráis, pero eso ya es otra historia. ¿Os apetecería saber más?

Heimlich en una de las escenas de bichos. Fuente: Giftmania

¿Y vosotros? ¿Conocíais la relación entre estas películas?

Los tatuajes: un arte tanto antiguo como actual

Los tatuajes, aunque parezcan una moda actual, son tan antiguos como los propios seres humanos en la modernidad. De hecho, uno de cada tres españoles de entre 18 y 35 años poseía un tatuaje en 2019, según la Academia Española de Dermatología. Sin embargo, aunque los tatuajes han sido una costumbre en diferentes culturas y épocas, su percepción se enturbió con el tiempo. A su vez, actualmente los tatuajes veganos son los que están ganando terreno en este mundo artístico.

En 1991 se encontró en los Alpes de Ötzal a la que se cree que es la primera persona con pinturas en su propio cuerpo.  Se trata de una momia que vivió durante la Edad de Cobre. Tenía 68 tatuajes en la muñeca izquierda, dos en la  espalda, cinco en la pierna derecha y dos en la pierna izquierda. Se teorizó que podría tratarse de un método de acupuntura o curación mágica. Del mismo modo, nos encontramos en Egipto con la momia Amunet. De este país provienen los tatuajes de henna. Su uso se dedicaba a prevenir enfermedades y como muestra de valentía o madurez.

Momia Amunet. Fuente: El Semanario Sin Límites

Los tatus de henna servían para decorar el cuerpo de la mujer para celebraciones o ritos de in iniciación desde finales de la Edad de Bronce. Son temporales y normalmente cubren las manos y los pies, lo cual se conoce como arte mehndi. Se descubrió en Occidente a partir de la década de los 90. Una de sus grandes portadoras ha sido Madonna. La henna se elabora mediante ramas y hojas machadas de la planta Lawsonia Inermis. Una vez aplicada la pasta de henna y después de haberse secado, se le rocía encima con una mezcla de jugo de limón y azúcar. Cuando la pasta se retira, deja una marca naranja del dibujo en la piel, la cual tarda entre una y dos semanas en desaparecer.

Pasta de henna aún sobre la piel. Fuente: Pinterest: enfemenino

Pasta de henna ya eliminada y marca naranja restante. Fuente: Pinterest: Divine Henna – Henna Hair and Body Art Products Australia

Por otra parte, en la Polinesia se utilizaban como estrategia en el campo de batalla. En las Islas Marquesinas tenía un concepto erótico o sexual. Y por último, en la Isla de Pascua se creía que esta práctica evitaría que las arrugas aparecieran en tu piel. Respecto a la forma de hacerlos, eran muy variadas: aguja, hilo y colorante; cortes, escarificación a través de cicatrices o con un hierro ardiendo.

En la Edad Media, con el catolicismo, la imagen de los tatuajes comenzó a degradarse y a definirse como una mutilación al propio cuerpo. Sin embargo, esta impresión de los tattoos cambió en los años 60 gracias al Movimiento Hippie. Por fin se consideraba una práctica médica y se puso de moda la micro pigmentación. Esto se debe a la creación de las tintas elaboradas a base de óxido de hierro en suspensión de alcohol y glicerol. Asimismo, el primer tatuador que se conoce fue Martin Hilderbrandt,  tatuador oficial de los bandos de la Guerra Civil Americana; aunque la primera máquina para tatuar la inventó Samuel O’Reilly en 1891.

Primer tatuador Martin Hilderbrandt. Fuente: Style International

Samuel O’Reilly, inventor de la primera máquina para tatuar. Fuente: The Irish Times

Primera máquina de tatuajes inventada por Samuel O’Reilly. Fuente: Pinterest: Society6

No obstante, actualmente este arte en la piel no está bien visto en Japón, ya que recuerda a la mafia Yakuza. Sin embargo, en el año 1.000 a.C. los tatuajes tenían como uso marcar a los criminales. Más tarde, exactamente en el siglo XVIII, se prohibieron al abrirse paso al Occidente para no causar una mala imagen.

De nuevo en la actualidad, concretamente en la última década, los tattoos se han convertido en una moda global. Esto ha sido gracias a los deportistas de élite o artistas musicales que los comparten a través de sus redes sociales. De hecho, uno de cada tres españoles de entre 18 y 35 años poseía un tatuaje en 2019, según la Academia Española de Dermatología. No obstante, llegaron a España bastante tarde, alrededor de los años 80, mientras que en Londres habían llegado un siglo antes.

Un gran problema que afecta a este sector es el intrusismo laboral. Por cada empleado legal hay dos ilegales, según la Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales (UNTAP). Del mismo modo, la UNTAP considera que entre el 12 y el 15% de la población española está tatuada. También valora que la media de personas que se hacen tatuajes al año se encuentra en torno a un millón. Asimismo, el 5% de los europeos tenía al menos un tatuaje en 2003, mientas que en 2016 era el 12%, según la Unión Europea.

Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales (UNTAP). Fuente: untap.org

Por otra parte, las tintas están compuestas por pigmentos derivados de metales, como ya hemos visto anteriormente. La tinta roja proviene del mercurio, la negra del carbón, la azul del cobalto, la verde del cromo, la púrpura del magnesio y la blanca del titanio o  del óxido de zinc. Por este motivo, cada vez es más usual que haya una mayor cantidad de reacciones alérgicas o rechazo a la tinta por parte de la propia piel.

Debido a esto y a la búsqueda de sostenibilidad para proteger al medio ambiente, se han creado los tatuajes veganos en grandes ciudades como Nueva York, Londres o Berlín. En España los realizan estudios como Alchemist’s Valley, el cual tiene sedes en Madrid y Barcelona. Utilizan productos cruelty free, es decir, productos que no tienen origen animal ni se testean en animales. Como ventaja podemos destacar que estos tatuajes son hipoalergénicos, por lo que la piel los asimila mejor. Sin embargo, posee una desventaja y esta es que la tinta se decolora más rápido.

Estudio de tatuajes Alchemist’s Valley. Fuente: http://www.alchemistsvalley.es

Para finalizar, aquí tienes algunos factores a tener en cuenta cuando te hagas un tatuaje, los cuales te sirvan de ayuda:

– Haz caso a los profesionales.

No dejes el plástico durante mucho tiempo.

Espera unos días para utilizar la crema.

Evita el sol, el mar y la piscina.

Prescinde del ejercicio por unos días.

Elude el agua caliente.