El alto el fuego entre Israel y Hamás: historia de una guerra interminable

Tras once días de conflicto bélico ha entrado en vigor un alto el fuego acordado entre las dos partes y con la intermediación de Egipto

La historia continúa. Parece que el conflicto desatado a principios del siglo XX entre el estado de Israel y Palestina no tenga fin. Esta disputa armada, que se remonta a los tiempos de la Primera Guerra Mundial, surge como consecuencia del antisemitismo que se vivió más tarde en Europa. Al término de la Gran Guerra apareció un movimiento sionista que defendía el establecimiento de los judíos en Israel. Por ello, muchos judíos se marcharon a Palestina, pero no fue hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial y el asentamiento del fascismo y el antisemitismo en la Europa Occidental cuando se aprobó el fraccionamiento en dos de lo que, para entonces, era el mandato británico en Palestina: una parte judía y otra árabe. Su población, de esta manera, quedaría partida entre 500.000 judíos y 400.000 árabes palestinos; así como el territorio, del cual los judíos solo poseían el 7% de las tierras palestinas mientras que los árabes palestinos dominaban un 44%. La guerra civil estalló cuando los judíos aceptaron el plan pero los árabes lo rechazaron, desencadenando la huida de dos tercios de la población palestina del país.

Mapa del proceso de evolución del conflicto entre Palestina e Israel. Fuente: Wikicharlie

En mayo de 1948, coincidiendo con la declaración de independencia del Estado de Israel, los países vecinos árabes le declararon la guerra al nuevo estado. Finalmente, los israelíes consiguieron derrotarlos y se negaron a aceptar la entrada de los árabes palestinos que habían huido años antes. Más de 700.000 palestinos, que habían estado viviendo desde entonces en campamentos de refugiados y en varias ciudades como Líbano, Siria o la Franja de Gaza, fueron rechazados por Israel.

De esta manera, y durante todos estos años, se han sucedido una serie de confrontaciones armadas, entre las que se encuentran la Guerra de Yomkipur (1973) y la Guerra de Líbano (1983), las cuales han sido las de mayores consecuencias. Aún con el intento mediador (y ambiguo) de diversos actores como Estados Unidos, Europa o la ONU, las partes en conflicto no han conseguido todavía resultados fructíferos.

Una columna de tanques avanza por las calles de Beirut (Líbano), durante la invasión del Líbano en junio de 1982. Fuente: Ynet

Y con este contexto llegamos a la actualidad. Hamás, el grupo militar armado surgido en 1987 en contra de la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza, es el grupo islámico más popular dentro del lado palestino. Este grupo armado consiguió tomar el control de la Franja después de ganar las elecciones palestinas en 2007. Por otro lado, Israel cuenta con un ejército robusto y un eficaz sistema de inteligencia, además del respaldo internacional de grandes potencias como Estados Unidos.

Los once días de conflicto continuo se desatan cuando el pasado 6 de mayo, coincidiendo con la celebración del Ramadán, los árabes palestinos se dirigieron a la Puerta de Damasco, situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, para protestar contra las restricciones policiales. Este creciente enfado de la población palestina se entiende en un marco en el que las políticas israelíes han sido calificadas por la organización Human Rights Watch de “apartheid”. A la mañana siguiente, en la mezquita de al-Aqsa, los fieles que acudieron a rezar se encontraron con una fuerte presencia policial que acabó desatando un combate en el que más de 200 palestinos y 17 oficiales israelíes resultaron heridos. Como respuesta a estos disturbios, Hamás reaccionó lanzando cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel. La respuesta de este último, bombardeos hacia Gaza. 

Manifestación en la Puerta de Damasco. Fuente: France 24

Uno de los episodios más controvertidos que nos dejan estas últimas semanas es el bombardeo de Israel a las oficinas de la cadena de televisión Al Jazeera, en Gaza, y de la agencia estadounidense de prensa Associated Press. Asociaciones como Reporteros sin Fronteras vieron en este ataque un intento de la ofensiva israelí por silenciar la cobertura mediática de la masacre que estaba teniendo lugar en la Franja de Gaza.

Tras casi dos semanas de continuos bombardeos y después de que el mundo entero haya sido espectador de la escalada más mortífera desde el año 2014, el balance de víctimas es aterrador: al menos 232 palestinos muertos, entre los cuales se contabilizan hasta 65 niños. Los casi 4.000 cohetes lanzados desde la ofensiva de Hamás acabaron con la vida de 12 israelíes, incluidos 2 niños.

Incendio en un edificio de la Franja de Gaza tras un ataque aéreo israelí. Fuente: Youssef Massoud / AFP

El pasado día 20 de mayo se cerró con una buena noticia: el alto al fuego entre Israel y Hamás. “Una tregua mutua y simultánea”, como ha confirmado Hamás a Reuters. De esta forma, como bien han adelantado varios medios libaneses, si Israel detiene los bombardeos, Gaza dejará de lanzar cohetes. Así, vuelve iniciarse un paréntesis de calma hasta el próximo estallido. Egipto ha tenido un papel significativo en el proceso ya que ha hecho de mediador clave entre las partes. Joe Biden, por su parte, aludió que “el alto el fuego es alentador”, tras las cuatro conversaciones que mantuvo con Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. Por ahora, las armas callarán en Oriente Medio. 

¿Qué significa la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París?

Estados Unidos se reincorporó al Acuerdo de París pocas horas después de la toma de posesión de Joe Biden. El presidente de EE. UU. cumplía así su compromiso electoral del que la Administración Trump se retiró el pasado año
Celebración tras el acuerdo alcanzado. Fuente: latinclima.org

El Acuerdo de París es un tratado internacional donde los países firmantes se comprometen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático. Se trata de un tratado jurídicamente vinculante que fue adoptado por 196 países de todo el mundo el 12 de diciembre de 2015 en la XXI Conferencia sobre Cambio Climático (COP21), celebrada en la capital francesa.

El objetivo de este tratado es acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono, limitando el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales.

Este Acuerdo comenzó a ser aplicado en el pasado 2020, tras la finalización de la vigencia del Protocolo de Kioto, aunque ya entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 tras la firma de los países.

Resumen del funcionamiento del Acuerdo de París. Fuente: YouTube / Naciones Unidas.
¿Qué son las NDC? ¿Para qué sirven?

Las NDC (por sus siglas en inglés) son Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, es decir, planes de acción climática que presentaron los países en 2020 para comunicar las medidas que tomarán para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

Se entiende que el punto máximo de las emisiones llevará más tiempo a las partes que son países en desarrollo, y que las reducciones de las emisiones se realizan sobre la base de la equidad y en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza, que son prioridades de desarrollo fundamentales para muchos países en desarrollo.

Cada plan climático refleja la ambición del país de reducir las emisiones, teniendo en cuenta sus circunstancias y capacidades nacionales.

Fuente: Ministerio del Ambiente y Agua.

¿Se cumple, verdaderamente, lo firmado en el Acuerdo?

Un total de 184 países han presentado planes de recorte de emisiones hasta ahora y el resultado es que menos del 20% de los mismos se consideran suficientes para cumplir con el Acuerdo de París. Muchos de esos planes son dispares y difíciles de comparar en muchos casos.

Sin embargo, el principal escollo es el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero de los países que no están siendo ambiciosos. La Unión Europea sólo representa el 9% de las emisiones globales, mientras que los principales emisores ahora son, además de Europa, China (26,8%), Estados Unidos (13,1%), India (7%) y Rusia (4,6%). China e India están dentro de la categoría roja del informe, la de países «con planes de recorte insuficientes». Rusia ni siquiera ha presentado el suyo. Y Estados Unidos data de un plan de la época de Obama que se considera insuficiente.

La realidad, según expertos como Pablo Canziani del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es que aún estamos muy lejos de llegar a los dos grados y que, cuanto más se retrasen las medidas, mayores serán los costes socioeconómicos y, por supuesto, medioambientales.

El único cambio posible está en nuestras manos. Fuente: Dreamstime.

La vuelta de Estados Unidos, ¿que supone?

La vuelta de Estados Unidos, ¿que supone?

Una de las primeras decisiones del nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fue la reincorporación al Acuerdo de París contra el cambio climático. Se ha comprometido a suscribir cada uno de los contratos y cláusulas del tratado. Así lo anunciaba el perfil oficial de Twitter de la Casa Blanca:

«El presidente Biden firmó una orden ejecutiva para reincorporarse al Acuerdo de París». Fuente: Twitter Casa Blanca.

El dato más importante es que Estados Unidos es responsable de casi un tercio del exceso de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre, ya que alberga más del 4% de la población mundial. Su vuelta supondría la reducción de gases de uno de los países más contaminantes del mundo, algo que se valora muy positivamente.

A todo esto, hay que sumarle el fuerte compromiso que presenta Joe Biden con el medioambiente y su protección. Sin lugar a dudas, uno de los planes más ambiciosos de su legislatura es el New Deal medioambiental, con el objetivo de conseguir que Estados Unidos reduzca a cero sus emisiones netas de carbono en el año 2050. Para ello, presentó una inversión de 2 billones de dólares a lo largo de 10 años, sumado a un plan nacional que incluya el incentivo de energías limpias el abandono de la nuclear.

La crisis eléctrica en Texas y la amenaza del cambio climático

El estado americano sufre el fallo de red más grave desde hace décadas
Una calle de Austin (Texas) sin electricidad. Fuente: The New York Times

Las bajas temperaturas en el estado sureño de EE. UU. hicieron que la población se viera sumida en una ola de apagones intermitentes por el temporal de nieve. Texas, un estado que raramente alcanza los 8 ºC en el día más frío del año, registró el pasado lunes -7 grados centígrados en Houston. Como bien afirma la BBC, “las temperaturas en la ciudad de Dallas, por ejemplo, llegaron a una máxima de -10 °C el lunes. Lo normal en esta época del año es 15 °C”.

Al darse estas temperaturas tan mínimas, las centrales eléctricas registraron una demanda excesiva de energía por parte de los ciudadanos, que encendían masivamente sus calefacciones para protegerse de un frío al que ni los habitantes ni las infraestructuras eléctricas están acostumbrados. Ante esta situación de máxima demanda ciudadana, muchas centrales eléctricas de gas del estado se quedaron fuera de servicio, y otras muchas sufrieron una falta de combustible por la escasez de gas natural. Las turbinas eólicas también se congelaron y dejaron de funcionar. El domingo, el presidente Joe Biden declaró el estado de emergencia en Texas, autorizando a las agencias públicas a coordinar ayudas.

Las ráfagas heladas de clima ártico han dejado a millones de ciudadanos estadounidenses sin electricidad. La red eléctrica de Texas, Ercot (Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas), ha estado causando desde el lunes cortes rotativos de luz para controlar y evitar que “la red colapsara” y llevara al estado a un apagón total. Los precios de la electricidad se han disparado. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha pedido que se abra una investigación sobre Ercot debido a que “demasiados habitantes están sin electricidad y calefacción en sus hogares. Nuestro estado enfrenta temperaturas bajo cero y un clima invernal severo”, manifestó el gobernador en un comunicado. “Esto es inaceptable”, añadió.

Semáforos apagados en Odessa, Texas, el pasado lunes. Fuente: The New York Times

En este momento, en Austin, la capital de Texas, la población se ha quedado sin comida y las tiendas permanecen cerradas. Además, la mitad de la ciudad sigue sin electricidad ni calefacción, a pesar de las bajas temperaturas.

Beto O’Rourke, candidato al senado en 2018 derrotado por Ted Cruz (actual senador de Estados Unidos por el estado de Texas), declaraba en una entrevista al canal de televisión estadounidense MSNBC que “nos estamos acercando a un estado fallido en Texas y no tiene nada que ver con Dios o con desastres naturales”. Asimismo, el candidato acusó a Greg Abbott y a otros líderes republicanos de “centrarse en estúpidas batallas culturales en lugar de priorizar proyectos como mejorar la red eléctrica”.

¿Qué particularidad tiene la red eléctrica de Texas?

La principal red eléctrica del estado funciona de manera independiente a la del resto del país. Esta se construyó teniendo en cuenta los fenómenos meteorológicos extremos y las particulares altas temperaturas de Texas, que hacen que en verano los ciudadanos enciendan el aire acondicionado de golpe.

Consejos regionales de confiabilidad y las interconexiones de América del Norte. Fuente: Wikipedia

Como se puede ver en la imagen, la única red eléctrica independiente de Estados Unidos es la del estado de Texas (verde), conectada a la Easter Interconnection (Interconexión oriental, en azul claro) y vinculada también a sistemas en México. Las demás son tales como Western Interconnection (Interconexión occidental, en naranja), y Québec Interconnection (Interconexión de Québec, en azul oscuro), entre otras.

Ercot, el principal administrador de red eléctrica en el estado sureño, no cubre todo Texas; la ciudad de El Paso, por ejemplo, se encuentra en otra cuadrícula.

Esta separación tiene su origen en la evolución de las empresas eléctricas a principios del siglo XX. Décadas después de que Thomas Edison inaugurara la primera planta de energía del país, surgieron varias plantas generadoras de menor tamaño en el estado de Texas, llevando la electricidad a las distintas ciudades del territorio. Durante la Primera Guerra Mundial las instituciones eléctricas empezaron a vincularse. Mas tarde, ya en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, varias empresas públicas texanas se unieron para formar el Sistema Interconectado de Texas. Este sistema tenía –y sigue teniendo– como objetivo principal mantenerse fuera del alcance de los gobiernos federales.

El papel del cambio climático en la crisis eléctrica

El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS, por sus siglas en inglés) afirma que la tormenta invernal que sacude a Texas y a otros estados sureños del país se debe a un “brote ártico” originado en la región fronteriza entre EE. UU y Canadá, dejando a su paso tormentas de nieve y bajadas extremas de las temperaturas.

Debido a la situación, se espera que en los próximos meses se exploren las formas de posibles reconstrucciones en la red para reforzar las infraestructuras texanas ante un clima extremadamente frío. Algunas de las posibles ideas, como relata el periódico The New York Times, podrían ser “construir más conexiones entre Texas y otros estados para equilibrar el suministro de electricidad (una medida a la que el estado se ha resistido durante mucho tiempo), animar a los propietarios de viviendas a instalar sistemas de reserva de baterías, o mantener más centrales eléctricas en reserva”.

Todo esto estará supeditado al cambio climático ya que, según algunos científicos del clima, el calentamiento global podría traer consigo una ola de tormentas invernales. “Algunas investigaciones indican que el calentamiento del Ártico está debilitando la corriente en chorro, la elevada corriente de aire que rodea las latitudes del norte y suele frenar el frígido vórtice polar. Esto puede permitir que el aire frío se escape periódicamente hacia el sur, dando lugar a episodios de frío intenso en lugares que rara vez se ven afectados por las heladas”, concluye The New York Times.

Mujer envuelta en una manta cruza una calle cerca del centro de Dallas, Texas. Fuente: LM Otero / Associated Press

Los seguidores de Trump asaltan el Capitolio de EE.UU.

Cientos de manifestantes pro-Trump han entrado en el edificio por la fuerza tras saltar el cordón de seguridad en el exterior, donde aún permanecen miles de personas. Han impedido que el acto de certificación de votos electorales que daban la victoria a Joe Biden siguiera adelante

La situación es crítica en la capital de Estados Unidos. Sobre la una de la tarde en Washington (7 de la tarde en hora peninsular española) comenzaban a llegar los primeros seguidores del republicano a las inmediaciones del Capitolio. Han destrozado puertas, ventanas y cristales. Algunos incluso han conseguido introducirse en la sala del Pleno de la Cámara de Representantes, lo que ha provocado el cierre de emergencia del edificio.

Protestas en EE.UU. Los manifestantes invaden el Capitolio. Fuente: Meganoticias

Los 534 legisladores presentes han sido evacuados al sótano del Capitolio. La policía ha ordenado que se equipen con máscaras antigás de máxima protección o «escape hoods«. La Guardia Nacional de EE.UU. está siendo movilizada para ayudar a frenar el asalto.

La policía en el interior del edificio tiene preparadas las armas para disparar a los manifestantes, según informan periodistas presentes en el lugar de los hechos. Una mujer ha sido herida por un disparo en el pecho durante el asalto y se encontraba en estado crítico con una fuerte hemorragia. Finalmente ha muerto, al igual que otras tres víctimas que fallecieron en urgencias. Hay un total de 52 detenidos.

Donald Trump no ha parado de tuitear, ni siquiera durante el asalto. En un primer momento ha solicitado a los manifestantes que sean pacíficos.

Tweet de Donald Trump. Fuente: Cuenta de Twitter (@realDonaldTrump)

Traducción: «Estoy pidiendo a todo el mundo en el Capitolio de los Estados Unidos que permanezca en paz. ¡No a la violencia! Somos el partido de la Ley y el Orden. Respetad la ley y a nuestros grandes hombres y mujeres de azul. ¡Gracias!”.

El vicepresidente, Mike Pence, por su parte, ha pedido a los manifestantes que pongan fin a la «violencia y destrucción». También ha solicitado que todas las personas implicadas sean procesadas «con todo el peso de la ley».

Tweet de Mike Pence Fuente: Cuenta de Twitter (@Mike_Pence)

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha comparecido ante los medios tras el asalto al Congreso para pedir a Trump que exija el final de la violencia. «Nuestra democracia está bajo un ataque sin precedentes. Un asalto a los representantes de nuestro pueblo y a los trabajadores del servicio público. Las escenas de caos en el Capitolio no representan lo que somos y no reflejan la verdadera América. Esto es caos, roza la sedición y debe acabar ya», ha afirmado. Por ello, ha pedido a Trump que acuda a «la televisión nacional» para defender la Constitución y «exigir el final de este asalto».

Finalmente, durante la madrugada del 7 de enero, el líder republicano ha reconocido públicamente que su mandato ha terminado y ha prometido una «transición ordenada», después de que el Congreso haya confirmado la victoria electoral de Joe Biden. «Esto representa el fin de uno de los mejores primeros mandatos presidenciales y es sólo el inicio de nuestra lucha para devolver a Estados Unidos su grandeza», ha añadido.

Exterior del Capitolio durante el asalto Fuente: Leah Mills, Reuters

Suspendida la cuenta de Twitter de Trump

Trump ha pedido a los manifestantes que abandonen el Capitolio, sin dejar de insistir en que se ha producido un fraude electoral. Él mismo animaba esa tarde a sus seguidores que marchasen hacia el Congreso cuando se había de ratificar la victoria de Biden. Lo ha hecho a través de un vídeo en su cuenta de Twitter. El perfil de esta red social del presidente de EEUU ha sido suspendido durante 12 horas y algunos de sus últimos tuits han sido borrados por la aplicación, entre ellos el vídeo.

Desactivada una bomba en la sede del Partido Republicano

Los cuerpos de seguridad han desactivado un artefacto explosivo en la sede del Partido Republicano en Washington, según han confirmado fuentes al New York Times. La sede Demócrata también ha sido evacuada por un paquete sospechoso. Ambas sedes se localizan en una zona próxima al Capitolio.

Puedes seguir en directo los acontecimientos en el Capitolio en alguno de estos hilos de Twitter:

Fuente: Hilo de Twitter de @igorbobic
Fuente: Hilo de Twitter de @Guerraeterna

Especial Casa Blanca: Donald Trump acusa de fraude electoral a Joe Biden

Donald Trump en un acto de campaña. Fuente: Twitter (@realDonaldTrump)

Donald Trump, presidente de Estados Unidos desde hace cuatro años, ha acusado de fraude electoral a los demócratas (liderado por Joe Biden). Aún no es oficial, pero los últimos resultados apuntan a que Donald Trump no va a ser reelegido presidente de los Estados Unidos.

El pasado martes, 3 de noviembre, Estados Unidos tenía una cita con las urnas para elegir al nuevo presidente de los Estados Unidos. Dos bandos, dos partidos, dos candidatos y un solo ganador que conseguirá hacerse con la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. En el bando demócrata, Joe Biden, que a pesar de todo, muchas encuestas auguraban su triunfo, aunque en las últimas semanas su rival republicano (el hasta ahora presidente de los Estados Unidos, Donald Trump) había recortado distancias en las últimas encuestas publicadas.

Hasta el momento, Joe Biden ha logrado el 50,5% de los votos (73.558.010 votos) y Donald Trump el 47,8% de los votos (69.658.857 votos). El líder republicano ha liderado los estados de: Idaho, Montana, Utah, Wyoming, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Iowa, Kansas, Misuri, Oklahoma, Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama, Florida, Tennessee, Kentucky, Virginia Occidental, Ohio, Indiana, Carolina del Sur, Indiana. Por lo que en total, hasta el momento, ha conseguido 214 votos electorales, mientras su rival, Joe Biden, ha logrado 264 votos electorales.

Hay que tener en cuenta que para entrar en la Casa Blanca hay que conseguir 270 votos electorales, por lo que, el candidato demócrata está a punto de ser nombrado presidente. Pero, el líder republicano lejos de asumir su inminente derrota, ha alertado a través de su cuenta de Twitter que hay que parar las elecciones. Después de acusar de fraude electoral a los demócratas sin mostrar pruebas a través de su cuenta de Twitter, la propia red social ha calificado sus tweets de engañosos.  

Traducción: «Anoche yo iba en cabeza, a menudo muy sólidamente, en varios estados clave, la mayoría de ellos controlados y gobernados por demócratas. Entonces, uno tras otro, empezaron mágicamente a desaparecer conforme papeletas sorpresa se iban contando. MUY RARO».

Traducción: «Estamos ganando a lo grande, pero ellos están tratando de ROBAR las elecciones. No les dejaremos hacerlo. No se puede votar después de que las urnas han cerrado».

Estas acusaciones han provocado, según apuntan algunos medios, algunas manifestaciones frente a colegios electorales en Pensilvania o Arizona, pero sin incidentes de relevancia. Además del candidato republicano, Matt Morgan (consejero general de la campaña de Trump) decía “esta elección no ha terminado. La falsa proyección de Joe Biden como ganador se basa en resultados en cuatro estados que están lejos de ser definitivos”, en un comunicado recogido por la CNN.

Habrá que esperar un poco más para conocer al nuevo presidente de los Estados Unidos, pero cada vez tiene más complicado Donald Trump la reelección, ya que, según el último recuento de Fox News, Joe Biden está a solo seis delegados de la Casa Blanca.

Si quieres conocer un poco más sobre las elecciones estadounidenses desde otra perspectiva, en Voz Nueva, también encontrarás un artículo sobre esta cita con las urnas desde la perspectiva demócrata.

Especial Casa Blanca: Joe Biden abraza la victoria en unas elecciones muy reñidas

A falta del recuento de votos en estados clave como Pensilvania, Carolina del Norte, Nevada y Georgia, Biden se perfila como nuevo presidente.

Bien es sabido por todos que las elecciones presidenciales de Estados Unidos son el único evento político que podría ser equiparado a los Juegos Olímpicos. Asimismo, este acontecimiento fue calificado en 2015 como “el mayor espectáculo sobre la Tierra”, según la revista The Economist.

El pasado 3 de noviembre tuvo lugar el mayor acontecimiento político de todo el 2020. Aunque las encuestas daban cierta ventaja al candidato demócrata frente a Donald Trump, después de lo que sucedió en 2016 con Hillary Clinton no podíamos confiar plenamente en los sondeos americanos. En este momento, Biden se encuentra en ventaja con respecto a Trump. El candidato demócrata tiene un total de 264 votos frente a los 214 del candidato republicano.

Bajo el lema de “Juntos, somos el Partido Demócrata”, el Comité Nacional Demócrata afirma: “luchamos por un futuro mejor, más justo y brillante para todos los estadounidenses: arremangarse, empoderar a los votantes de base y organizarnos en todas partes para recuperar nuestro país.” Además, son un firme defensor de los derechos civiles, la atención médica o la Seguridad Social, así como de los derechos de los trabajadores y de las mujeres, según afirma la propia página web del partido.

Joe Biden, en su cuenta oficial de Twitter: «Permítanme ser claro: hice campaña como un demócrata orgulloso, pero gobernaré como un presidente estadounidense.»
Una campaña casi silenciosa

La campaña electoral del Partido Demócrata ha sido igual de caótica que la de los republicanos. Biden ha ejecutado una campaña casi silenciosa. Bien diseñada para evitar actos multitudinarios, a diferencia del líder republicano. Las formas han sido un arma clave para su campaña: la presencia de la mascarilla ha supuesto una señal de inteligencia frente al negacionismo de Trump. “Vamos a controlar la covid-19 con un mandato nacional de mascarilla, distancia social, pruebas y rastreos”; “vamos a vencer al virus, y el primer paso para derrotar al virus es ganar a Donald Trump”, afirmó Biden en un mitin en Michigan.

El distanciamiento del líder demócrata a lo largo de toda la campaña electoral marca también su principal mensaje: detener el número de contagios en el país, que ya superan los 9 millones y medio de casos.

El papel de Obama en la campaña de Biden

El expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha estado muy presente en la campaña del candidato demócrata a las elecciones presidenciales. Y es que, Obama no configuró su ayuda hacia Biden hasta que no se resolvieron las primarias. Biden suele recurrir a la amistad que mantiene con el expresidente en su campaña, así como elogiarlo. Algunos votantes afroamericanos que antaño estuvieron del lado de Barack Obama confirman ahora su apoyo hacia Biden debido precisamente a esta relación entre los demócratas. Barack Obama, el presidente afroamericano que sentenció la esclavitud y la discriminación racial, ha jugado un papel muy importante en la campaña de Biden, en un momento donde las movilizaciones por el ‘Black Lives Matter’, importan más que nunca.

Barack Obama, en su cuenta oficial de Instagram: «Eso es, hoy es el último día para votar. Si aún no lo has hecho, encuentra tu lugar de votación en iwillvote.com/locate.»

Así mismo, Kamala Harris, candidata para la vicepresidencia por el partido demócrata, ha supuesto un buen remedio para la campaña. Como hemos indicado anteriormente, en mitad de las movilizaciones antirraciales contra las políticas de Donald Trump, la designación de Harris se ha convertido en una decisión simbólica de Biden. El nombre de la abogada y política de 55 años acerca al partido demócrata el voto de los jóvenes y, sobre todo, de la comunidad afroestadounidense.

Trump, en su línea, acusa a Kamala Harris de ser “la más mala, horrible e irrespetuosa del Senado”. No obstante, cabe destacar que Donald Trump anteriormente ya había publicado en su cuenta oficial de Twitter un vídeo de la campaña electoral de Joe Biden en el que calificaba a Harris de “falsa” y a Biden de “lento”. Además, el líder republicano, indica que juntos son perfectos, pero “incorrectos para Estados Unidos”.

Kamala Harris, en su cuenta oficial de Twitter, el día de Halloween: «No hay nada más escalofriante que la idea de repetir los últimos cuatro años. Así como dice Barack Obama: no abuchees, vota.»
Trump acusa de fraude electoral

El todavía Presidente de los Estados Unidos ha acusado al candidato demócrata de “fraude masivo”, tras el comienzo del recuento de votos por correo. Donald Trump amenaza con que irá a los tribunales. «Haremos una litigación masiva. Probablemente esto termine en la Corte Suprema», ha afirmado el presidente. Asimismo, Trump confirma que existe “una corrupta red demócrata” que ha estado realizando recuentos a escondidas e incorporando falsos votos. Pero aquí no termina el asunto. Donald Trump afirma que el Partido Demócrata cuenta con la “protección” de los medios de comunicación para llevar a cabo este fraude.

Trump, desde la Casa Blanca, afirmaba: «Ha sido un proceso injusto, tal y como predije, está destruyendo nuestro sistema y es un sistema corrupto». De esta manera, mientras el actual presidente daba el discurso sobre el supuesto fraude de Biden en pleno directo, las tres grandes emisoras de Estados Unidos, –NBC, CBS Y ABC–, decidieron cortar y desmentir el discurso del líder republicano. «Tenemos que interrumpir a Trump porque el presidente ha hecho una serie de afirmaciones falsas», declaraba el periodista Lester Holt, presentador de NBC Nightly News.

Además, Trump afirma que hay 3 estados concretos en los que Joe Biden ha resultado ganador pero que considera que él debería haber sido el vencedor. Pensilvania, Georgia y Michigan. En este último, el candidato demócrata a la presidencia ha vencido con un 50,6% de los votos, frente al 47,9% del líder republicano. En Pensilvania, estado perteneciente al cinturón industrial (o también llamado cinturón del óxido – ‘Rust Belt’) y en Georgia, todavía no están escrutados todos los votos. Con el 99% de los votos escrutados, ambos estados, tanto Georgia como Pensilvania, dan por ganador a Biden. En este último, Donald Trump iba a la cabeza, pero Biden ya ha tomado la ventaja. Un 49,5% de votos para el demócrata frente al 49,4% de Trump.

«Solo debe contar el voto del día de las elecciones», ha afirmado Trump. El cuestionamiento de la claridad del voto por correo no es algo nuevo en el actual presidente. Desde hace unos meses comenzó a entonar su discurso en torno al fraude debido a que, por miedo a la pandemia, muchos votantes demócratas acudiesen a esta fórmula para ejercer su derecho al voto. Y así lo han confirmado los colegios electorales: el 90% de los votos por correo son favorables al candidato demócrata.

Donald Trump, en su cuenta oficial de Twitter: «¿Cómo es que cada vez que cuentan los basureros por correo son tan devastadores en su porcentaje y poder de destrucción?»
Donald Trump, en su cuenta oficial de Twitter: «¡Dejad de contar!»

Si quieres conocer un poco más sobre las elecciones estadounidenses desde otra perspectiva, en Voz Nueva, también encontrarás un artículo sobre esta cita con las urnas desde la perspectiva republicana.

Kamala Harris hace historia en EEUU

Hace apenas unos minutos se hacía oficial. Kamala Harris hace historia en las próximas elecciones de EEUU al convertirse en la primera mujer afroamericana candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos, como mano derecha del candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden.

Kamala Harris junto a Joe Biden. Fuente: Twitter (@JoeBiden)

“Acepto la nominación a la Vicepresidencia de Estados Unidos de América. Lo hago comprometida con los valores que mi madre me dio”, señalaba Kamala.

Esta noticia se hace oficial tras la convención del partido demócrata en EEUU para elegir al futuro candidato a la vicepresidencia, si en las próximas elecciones, el candidato que los ciudadanos estadounidenses deciden en las urnas que debe permanecer los próximos cuatro años en la Casa Blanca es Joe Biden. Es ah donde, la candidata de origen afroamericana, aceptaba tal nominación tras la propuesta del propio Biden.

Kamala Harris, nacida el 20 de octubre de 1964 en Oakland. Durante su adolescencia, cofundó una pequeña compañía de danza. En 1981 decidió especializarse en Ciencias Políticas y Economía en la Universidad Howard. Todo esto propició que desde 1990 a 1998 empezara a desempeñar un papel como Fiscal de Distrito Adjunta en el Condado de Alameda, California.

El pasado 21 de enero de 2019 anunció de manera oficial su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. En el primer debate presidencial demócrata en junio de 2019, se enfrentó al exvicepresidente Joe Biden (actual candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos). El apoyo de la ciudadanía por Kamala aumentaba, hasta que el pasado 3 de diciembre de 2019, retiró su candidatura a la presidencia. En marzo de 2020, Kamala anunció su respaldo a Joe Biden como presidente de los Estados Unidos.

El New York Times informaba el pasado 12 de junio que Kamala Harris se convertía en la favorita para ser la mano derecha del candidato a la presidencia Joe Biden, ya que era la única mujer afroamericana con la experiencia política igual a la de los vicepresidentes.

De esta manera, Kamala Harris hace historia en las elecciones a la Casa Blanca de los Estados Unidos al convertirse en la primera mujer afroamericana candidata a la vicepresidencia. De momento, la mayoría de encuestas dan como favorito al candidato demócrata (Joe Biden), por delante de Donald Trump (candidato republicano), pero este año los estados importantes serán más determinantes que nunca, ya que los porcentajes de intención de votos están muy igualados.

Ya queda menos para conocer quién será el nuevo presidente de los Estados Unidos durante los próximos cuatro años, en unas elecciones marcada por la pandemia del coronavirus. De hecho, el actual presidente de los EEUU, ha superado recientemente el coronavirus después de haber dado positivo, el cual le obligó anular durante unos días su agenda. Dentro de poco se verá si de manera oficial, Kamala Harris alcanza la Casa Blanca como mano derecha del candidato demócrata (Joe Biden).

Historia de una carrera a la Casa Blanca

En un país con más de 8 millones y medio de casos por COVID-19 y un total de 225.000 muertos, Donald Trump y Joe Biden se disputan en su carrera por establecerse en la Casa Blanca. Trump, confiado. Biden, luchador. Esta es una historia de una carrera a la Casa Blanca en mitad de una pandemia.

Sin apretón de manos y con apenas gente en la sala, comenzó el que sería el primer debate presidencial. Trump, interrumpiendo al líder demócrata al son de «Will you shut up, man?» (“¿Quieres callarte, hombre?”). Chris Wallace, periodista y presentador de televisión estadounidense, –moderador en este caso–, tuvo que intervenir varias veces para calmar la situación. «Señor presidente», dijo Wallace. «Su campaña acordó que ambas partes tienen respuestas de dos minutos. Ininterrumpidas. Su parte acordó. Observe lo que acordó su campaña», dijo. 

La noche del martes 29 de septiembre fue agitada. Joe Biden, un presidente mucho más convencional, se notaba algo nervioso al principio, pero después terminó por acostumbrarse a las interrupciones de Trump. «Donald, ¿podrías callarte un minuto?», rogó el candidato demócrata. El debate se dividió en seis grandes cuestiones aunque, probablemente, entre las conversaciones cruzadas y los gritos, a los potenciales votantes americanos les costaría aclarar las posiciones de cada uno.

En un debate condicionado por la crisis del coronavirus, Biden aprovechaba para acusar al presidente de mentir y, de paso, satirizar una de las recomendaciones que hizo Trump como método anti-covid: la ingesta de lejía. «Por cierto, a lo mejor se podrían inyectar lejía en el brazo», criticaba Biden la gestión del gobierno durante la pandemia. Trump, ante las duras palabras del exvicepresidente, respondía atacando al intelecto del líder demócrata: «Jamás podrías haber hecho ese trabajo, no lo llevas en la sangre. No hay nada inteligente en ti, Joe».

En esta línea, el actual presidente de los Estados Unidos también aprovechó para criticar que Biden llevase mascarilla “todo el tiempo”. «Tengo mascarilla, tengo una aquí mismo, pero no la uso como él, que cada vez que lo ves tiene una mascarilla. Puede estar hablando, a 200 pies (unos 60 metros) de distancia y lleva la mascarilla más grande que hayas podido ver», afirmaba Trump. «Él ha sido totalmente irresponsable en la forma en la que ha gestionado el distanciamiento social y la gente con mascarillas, básicamente animándoles a no hacerlo. De acuerdo entonces. Es un tonto», añadía el exvicepresidente.

A la izquierda, el candidato republicano a las elecciones presidenciales, Donald Trump; A la derecha, Joe Biden, candidato demócrata. Fuente: AFP / Jim Watson

Los dos militantes a la Casa Blanca deberían haberse disputado en tres debates pero, debido al positivo en COVID-19 del presidente Trump, sólo fueron dos. Este segundo y último debate tuvo lugar el pasado viernes 23 de octubre y fue más civilizado que el primero. Para evitar la desvergonzada sesión del 29 de septiembre, en esta ocasión se cerraron los micrófonos de ambos políticos cuando el otro estaba hablando. Ya no vencieron los insultos, ni los gritos. Aquí ganaron los argumentos presidenciales acerca del futuro de Estados Unidos.

Durante la hora y media que duró dicho debate, ambos expusieron sus ideas. Fue un debate tan refinado y cortés con respecto al anterior que no se sabe quién salió ganando. Quizás, debido a que después del primer debate presidencial las expectativas en cuanto a Trump eran muy bajas, en este segundo su discurso tomó fuerza. Según explicó Alejandro Ibáñez, miembro del Think Tank Baker Institute de la Universidad de Houston, al periódico El Mundo, «la pregunta vital tras el debate de esta noche es: ¿Ha conseguido Trump dar un giro de 180 grados para encauzar la remontada? No lo creo. Lo ha intentado con ataques personales constantes, pero Biden ha aguantado el tipo».

Pero, ¿qué dicen las encuestas? A los medios les costó averiguar quién fue el verdadero ganador del segundo y último debate. Según ABC7 News, a través de una encuesta realizada de forma online, Trump ganó el debate por un minúsculo margen: 51% vs. 49%.

Ya han votado más de 50 millones de personas. Tal y como afirma el diario nacional El País, «más de 6,3 millones de votantes han ejercido su derecho en Texas, que abrió las urnas para el voto anticipado el pasado lunes. Otros dos millones lo hicieron en el Estado de Florida, que habilitó el voto por correo la semana pasada. La balanza de la votación la han inclinado, principalmente, los demócratas. Las cifras de Florida mostraron que del total de votos 1,1 millones corresponden a personas registradas ante el Partido Demócrata, mientras que los republicanos apenas han alcanzado unos 681.000 votantes.»

Intención de voto para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Fuente: El Periódico

Los dos debates han supuesto, por tanto, la última oportunidad de decisión de los ciudadanos americanos. Por el momento, las encuestas electorales de Estados Unidos otorgan una clara victoria a Joe Biden, con 7,5 puntos por encima del líder republicano. Sin embargo, en algunos estados clave como Pensilvania o Florida, puede que en estas semanas que quedan suceda lo inesperado. En esta línea, según las mediciones de Real Clear Politics, Joe Biden se llevaría al menos 232 delegados frente a los 125 de Trump. No obstante, quedan en el aire otros 181 que podrían inclinar la balanza hacia cualquiera de los dos candidatos.

Donald Trump confía. Biden, añade: «Todo el mundo sabe quién es Donald Trump. Mostrémosle quiénes somos nosotros. Elegimos esperanza frente al miedo. Unidad frente a la división. Ciencia frente a la ficción. Y, sí, el honor y la integridad frente a la mentira», dijo el candidato demócrata al final de uno de sus discursos en el Congreso. 

El presidente Donald Trump, en Twitter: «Muy importante VOTAR por los republicanos en la Cámara. Aléjate de Pelosi y de sus nuevos amigos de izquierdas radicales. ¡Protege tu 2da Enmienda, militares, veterinarios y mucho más!»
El candidato demócrata Joe Biden, en Twitter: «El presidente Trump y su administración pueden haber renunciado al pueblo estadounidense, pero les puedo prometer que yo nunca lo haré.»