¿Quién no se despierta cada mañana leyendo un nuevo post de Redry? El impulso para levantarse de la cama, para comerse el mundo. Un empuje a la vida. Voz Nueva no ha dudado en descubrir quién se esconde detrás de esas fotografías que inundan las redes sociales.
David Galán (Valladolid, 1986) nos contamina de buena vibra y nos lleva a la meditación cada día con sus peculiares frases escritas a máquina de escribir. Con 423 mil seguidores en Instagram, bajo el seudónimo de Redry, se ha convertido en uno de los mayores referentes de la literatura española actual. Amante de las letras y de la enseñanza a los más pequeños. David comparte su faceta de escritor con la de maestro de Educación Infantil. Quédate a conocerlo un poco más.
¿Por qué Redry y el número 13 en el nombre de usuario?
Me registré por primera vez en 2001 en las redes sociales. En esa época, yo jugaba a mi videojuego favorito que era Final Fantasy, así que mezclé dos personajes para buscar un nick en ese momento. Mezclé Red XIII con Rinoa y me salió Redrinoa, pero con el tiempo se acortó a Redry. El 13 simplemente fue porque me gustaba el número en aquel momento. No tiene ningún misterio más (entre risas).
¿Algún lugar y hora del día en el que la inspiración se multiplique?
No es un ritual, pero sí que tengo horarios. En este momento es por la noche cuando escribo el 80%. ¿El lugar? Mi escritorio. Cambié de casa y yo tenía mi habitación en casa de mis padres el cual siempre fue mi santuario. Donde vivo ahora estoy tranquilo. Voy creando ese hueco que es especial para ponerme a escribir.
Has publicado dos libros: Abrázame los monstruos y Huir de mí, siendo este último ganador del II Premio Espasa es Poesía 2019. ¿Qué mensaje pretendes dar en cada uno de ellos?
Abrázame los monstruos es un recopilatorio de esos monstruos que defino al principio del libro. Cada capítulo es un monstruo. Creo que todos tenemos personas que te tocan de alguna forma especial. Puede ser una pareja, puede ser tu madre, puede ser tu abuelo, puede ser un amigo que siempre está ahí. Es una recopilación de esas personas con las que me he cruzado en algún momento de la vida porque, al final, este libro es una recopilación de textos de unos ocho u diez años hasta el momento en que se publica.
Huir de mí es un desamor. Es un momento triste, una caída en picado. Se puede escribir desde la tristeza. No pasa nada por exteriorizar estar triste. La felicidad no es una constante. Está en lo pequeñito, en lo cotidiano. Ahora, en el momento en el que estamos, se valoran más esos pequeños detalles. El segundo mensaje es justamente eso, que se puede salir de algo malo a través de la felicidad que te dan esos pequeños detalles. El tercer mensaje que tiene Huir de mí es el valor de la sensibilidad. La sensibilidad es un superpoder porque viene a cambiar las cosas. Se tiende a ver la sensibilidad como si fuese una debilidad, como algo que hay que evitar. Si hace unos años hubiese tenido miedo a escribir lo que sentía no estaríamos aquí hablando.
Ya que eres maestro de Educación Infantil, ¿cómo de importante es la literatura en los niños, que están en pleno desarrollo físico y mental?
No sólo para los niños. Yo creo que la literatura no sólo desarrolla el alma sino la vida de la persona, dando igual la edad que tengas. Desde mi punto de vista, como maestro, me gustaría introducir que el libro es un juguete. Dentro de la educación se tiende a ver por el propio alumnado al libro como una obligación y yo creo que por imposición normalmente no nos gusta a nadie nada. Como te decía, puede ser un juguete para un niño de 5 años y para una persona de 40. Tú te compras un libro para pasártelo bien. Si se llevase a los niños a las librerías igual que se les lleva al parque, pues yo creo que se iría introduciendo de una forma distinta.
¿Qué sientes al saber que para mucha gente eres la fuerza que necesitan en los malos momentos?
Vértigo. Siento mucho vértigo. He analizado eso muchas veces. Se nos ha criticado muchísimo por el simple hecho de publicar en redes y se cuestionaba si lo que hacíamos era literatura o poesía. Esto lo hablaba con un librero de Tenerife en una firma y él me decía: “Da igual lo que estéis haciendo, ya se valorará en el futuro y se analizará, pero hay gente que gracias al haberos conocido en redes ha venido a por vuestros libros y aparte, en la misma estantería, están otros autores de hace un siglo que no leían y que también se los llevan. Igual estáis contribuyendo a que se conozcan aquellos libros que no se estaban leyendo también”. Y eso genera un vértigo que ni imagináis. Es muy emocionante.
Algo que nos llama la atención es tu formato de publicación. ¿Cómo surge esa idea de publicar las frases a máquina de escribir?
Empecé publicando en blogs, pero llega un momento en el que aparecen las redes sociales y los blogs se van dejando de lado. Gracias a mi último blog en WordPress publiqué un libro porque mi editora se coló en él y le gustó. Pero claro, llegan las redes sociales y me tengo que adaptar a ellas. Cuando apareció Instagram yo no conseguía adaptarme. Hacía Paint, copiaba el texto entero, le daba color y lo recortaba de tal forma que entrase el texto en la fotografía. No lo leía nadie. Un día, se me ocurrió coger una libreta con una de mis frases y la puse con la mano sobre el fondo. Fue en Valladolid, en una calle de por aquí. Y eso empezó a gustar muchísimo. Seguí haciéndolo y al pasar un año o dos, decidí darle otro toque pero no se me ocurría nada hasta que uno de mis primos me dijo: “Oye, hay una máquina de escribir en el desván de la tía, ¿por qué no la coges y pruebas a ver qué tal?” La cogí, me la llevé, empecé a publicarlas así y gustó.
¿Estás cumpliendo los sueños que tenías o te imaginabas tu vida diferente a la que es hoy?
Hemos trabajado durante muchos años para llegar a este momento y es una satisfacción. Vivo en un sueño porque me dedico a lo que me gusta. Soy un privilegiado. Me levanto a escribir y soy feliz haciendo lo que hago. Lo único que me gustaría ahora mismo es cambiar la situación que hay en el mundo y poder abrazar tranquilamente a mis padres. Y seguir trabajando porque al final esto es levantarte cada día y seguir un poquito más para que siga la rueda. Esto es trabajo, constancia, como siempre me han dicho mis padres: sé trabajador, sé constante y, al final, las cosas llegan.
Por último, ¿cómo crees que está afectando la actual pandemia al sector literario?
El nivel adquisitivo de la gente va a bajar por lo cual, seguramente, prescindirán de comprar libros. Creo que aunque la literatura sea el alimento del alma y el cerebro, hay otro alimento primario. Esto lo vamos a pagar con un precio muy caro. Otro sector que también nos repercute son las librerías. Si cierran las librerías nos cortan a nosotros los vasos sanguíneos. Yo desde aquí envío un mensaje a que se apoye a las librerías pequeñas, a la librería de tu barrio, a esa que entras y el librero o la librera te recomienda un libro. Lanzo desde aquí este mensaje para que no se pierda esa esencia.
En la web de su tienda redry.bigcartel.com podéis encontrar desde tazas hasta mascarillas con sus frases.