Todo sobre mi madre

Todo sobre mi madre es una película que desde que empieza hasta que acaba te mantiene fijo en el asiento como si fueras una estatua. ¿Te preguntas el por qué?
Cartel «Todo sobre mi madre» (1999). Fuente: Todo Almodóvar

La respuesta es simple, dos palabras: un genio. Pedro Almodóvar.

El cineasta, Pedro Almodóvar. Fuente: Nico Bustos (El Deseo), InfoLibre

De todos los directores del panorama cinéfilo español, hay uno que se conoce en todo el mundo, y ese es él. Aunque lo cierto es que sus historias son las que son gracias al increíble reparto que las conforman, él es el capitán que guía el barco. Difícilmente uno ve una película del director y no descubre quién se encuentra detrás. Tal vez es el juego y el uso que hace de los colores o la presencia del ya conocido “Rojo Almodóvar”. Quizá, la composición en sus planos o ese tono cómico-dramático de sus historias pero, lo que es indiscutible, es que sabe marcar su estilo y dejar su esencia en cada historia que lleva inscrita su nombre.

Fotograma de «Todo sobre mi madre», ejemplo del Rojo Almodóvar. Fuente: Todo Almodóvar

Todo sobre mi madre no es menos, y con esta obra maestra se hizo con el cariño tanto del público como de la crítica nacional e internacional. Estuvo nominada a un total de catorce “Goya”, haciéndose finalmente con la mitad, entre ellos Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actriz Protagonista (por Cecilia Roth), y además, ganadora a “Mejor Película Extranjera” en los Óscar, Premios BAFTA y Premios César y “Mejor Película de Habla no Inglesa” en los Premios Globo de Oro, la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles y el Círculo de Críticos de Cine de Nueva York.

Penélope Cruz, Pedro Almodóvar, Cecilia Roth y Marisa Paredes en los Premios Óscar 2000. Fuente: RTVE

El 8 de abril de 1999 se estrena la historia de Manuela (Cecilia Roth), una enfermera argentina que, tras morir su hijo Esteban (Eloy Azorín), vuelve a Barcelona en busca de “Lola” (Toni Cantó), el padre del niño. Allí se reencuentra con Agrado (Antonia San Juan), una transexual que quiere abandonar la prostitución y se pone en contacto con la hermana Rosa (Penélope Cruz), una joven que desea viajar de misionera a El Salvador frente a la negativa de sus padres (Rosa María Sardá y Fernando Fernán Gómez). Al llegar a Barcelona, Manuela se convierte en la secretaria de la gran actriz Huma Rojo (Marisa Paredes), amante de Nina (Candela Peña), una artista adicta al caballo y en decadencia. La historia de todas estas mujeres confluyen de una manera natural, dramática y cómica, siendo Manuela el núcleo central que las une.

El cuarteto principal gira en torno a Manuela, Agrado, la hermana Rosa y Huma Rojo. Cuatro mujeres luchadoras que se enfrentan a los obstáculos de la vida. En torno a las mismas, destaca el concepto de la huida: Manuela llega a Barcelona, tras la muerte de su hijo, huyendo de Madrid; Agrado rechaza una identidad que no es la que le corresponde; la hermana Rosa se aleja de una madre controladora y de la enfermedad de su padre y en relación con Huma Rojo, Nina para huir de la realidad en la que se encuentra, se droga hasta enfermar.

De una manera conmovedora, Pedro Almodóvar consigue definir con claridad la personalidad de cada una de ellas, acercándolas al público de una manera sobreacogedora.

«Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma». Agrado (Antonia San Juan) en Todo sobre mi madre.

El papel de la mujer es especialmente importante en las obras del director, y así lo refleja tanto en la historia como en la dedicatoria final de la película, que dice así: A Bette Davis, Gena Rowlands, Romy Schneider… A todas las actrices que han hecho de actrices, a todas las mujeres que actúan, a los hombres que actúan y se convierten en mujeres, a todas las mujeres que quieren ser madres. A mi madre. Un final conmovedor que Almodóvar lleva a cabo para homenajear, principalmente, a su madre y a todas las mujeres. Todo sobre mi madre es una obra feminista y reivindicativa que hace referencia a figuras femeninas del cine clásico (Eva al desnudo y Un tranvía llamado deseo) como medio para guiar la historia, en especial la segunda obra, ya que tendrá un papel esencial en el desarrollo de la historia.

Antonia San Juan, Marisa Paredes, Ceciliar Roth, Pedro Almodóvar, Penélope Cruz y Candela Peña en el Festival de Cannes (2000). Fuente: RTVE

La música de Alberto Iglesias también posee mucha importancia junto al desarrollo de la historia ya que, con toques de jazz y vals, crea una unión con la procedencia latinoamericana de la protagonista, facilitando empatizar con ella y a su vez, apoyando al audiovisual y la narrativa.

Trailer Todo sobre mi madre. Fuente: Youtube

Todo sobre mi madre es una de las obras de Pedro Almodóvar más aclamadas por el público, pues el director muestra un cine en el que la mujer líder es una luchadora y a través de ella, conocemos una historia tan cómica como dramática y enternecedora, que difícilmente se podría conseguir de otra manera.  

Valoración de la película

Puntuación: 4 de 5.

Una historia tan humana y sencillamente compleja que nadie debería perderse

Madres jóvenes: una especie en peligro de extinción

Ser madre siempre ha sido un desafío y más cuando lo eres a temprana edad. En la sociedad actual la mujer es reconocida socialmente como independiente. Ya no se le atribuye el cuidado de los hijos y de la casa como antaño. Los nuevos hábitos y las grandes crisis actuales han influido también en que hoy en día, ser madre a temprana edad no es una opción, más bien una lluvia de problemas

La dificultad que supone la maternidad para una joven es una evidencia que pueden demostrar los datos. Según Statista, los nacimientos en España en 2019 proceden, mayoritariamente de madres entre 30 y 37 años, es decir, el 53% del total. De ese total, solo 58.772 proceden de mujeres entre 20 y 27 años o, lo que es lo mismo, el 16%. Todo ello sin contar con su baja tasa de natalidad ese año de un 7,62% y el índice por fecundidad (número medio de hijos por mujer) de 1,24%. Si nos fijamos en su tasa de natalidad podemos observar que ha bajado con respecto a años anteriores: en 2018 con un 7,94% y en 2009 con un 10,65%, según afirma Datos Macro.

Mientras que un 53% de las madres españolas en 2019 son entre 30-37 años, el 16% son entre 20-27. Fuente: Statista

Sin embargo, ¿por qué son tan pocas las madres jóvenes? La respuesta puede parecer muy sencilla, pero hay un trasfondo detrás. Las mujeres jóvenes sí quieren tener hijos, aunque según la Encuesta de Fecundidad de la INE, cada vez más tarde. Las razones se extrapolan a razones económicas y laborales como la conciliación de la vida laboral con la familiar, trabajos cada vez más precarios o, incluso, un nivel superior de estudios. Las mujeres con nivel de estudios superiores de entre 45 y 49 años han tenido 1,50 hijos, mientras que las que completaron Secundaria o no tienen estudios tienen 1,58 y 1,63 hijos respectivamente.

María Dolores de Espartinas: madre a los 25

Algunas tienen hijos sin pensárselo demasiado, como María Dolores de Espartinas, Sevilla: “Decidí ser madre joven quizás un poco inconscientemente, sin saber lo que se me venía encima, la verdad, me gustan mucho los niños y en cuanto tuve la oportunidad de tener pareja estable lo decidí”. Lo difícil de tener unos hijos es la conciliación con la vida laboral: “Me hubiera gustado saber que un hijo y una pareja necesitan un hogar, un techo propio, y la responsabilidad que supone. Siempre nos quedamos con la parte positiva, pero es muy dura la crianza”. Hay cosas de las que se puede arrepentir una, sin embargo, ese regalo trae felicidad a tu vida, aunque sea a una edad muy temprana: “A día de hoy hubiera esperado por lo menos a los 30 años. Los jóvenes de hoy en día no creo que puedan planteárselo a no ser que tengan un buen respaldo familiar”.

Siempre es genial contar con alguien, pero María Dolores no tuvo esa suerte: “Mi familia no me apoyó en aquel momento y fue una traba más añadida a la situación. Pero, al tiempo, demostré que podía siendo muy fuerte psicológicamente y trabajando mucho”.

La razón principal por la cual las mujeres jóvenes no quieren o pueden tener hijos es la conciliación laboral y la situación económica. Fuente: Bebés y más

Almudena de Manzanares: madre a los 21

Las capacidades económicas son todo un reto, sin embargo, cuando no estás sola en la casa puedes sobrellevarlo. Así lo afirma Almudena de Manzanares, Ciudad Real: “Económicamente yo nunca he tenido ningún problema, entonces me podía dedicar a mis hijos el 100% del día. Eso fue fácil, pero eran pequeños y cuando me divorcié todo se complicó muchísimo. Cuando te divorcias, te encuentras a dos adolescentes y tienes que compaginarlo con trabajar para llevar una casa. Estás sola y evidentemente la situación se complica. Fueron golpes tanto económicos como a todos los niveles. Mi familia nunca me apoyó ni cuando me divorcié ni cuando eran pequeños. Fueron unos años muy difíciles para una madre sola y que no tenía prácticamente nada: ni dinero, ni vida laboral”.

Y, obviamente, ser madre a temprana edad es cada vez más complicado: “Yo pienso que actualmente los jóvenes lo tienen muy difícil. La gente joven está estudiando hasta los 20-21 años, luego tienen que afianzar su vida laboral. Tanto las niñas como los niños están cada vez más preparados, aunque tienen cada vez menos trabajo. Económicamente es un desastre porque la gente joven no tiene un trabajo estable y, no solamente eso, sino que necesita de alguien para pagar una casa en condiciones. Y cuando están los dos trabajando, ¿quién se encarga de cuidar a los hijos?”.

No obstante, los jóvenes se adaptan mejor a los cambios y sabrían llevar una vida, aunque fuera en sus etapas más duras. “A mí, realmente, me encantaban los niños. Además, me considero una persona muy responsable. La verdad es que no lo he tenido difícil para criarlos, sobre todo cuando eran pequeños. Hay que tener mucha paciencia. Muchas veces no sabes lo que les pasa cuando están malitos. Había que jugar con ellos… Todo eso me apasionaba. Yo estaba preparada para la infancia y para criar un hijo, pero no estaba preparada para la adolescencia. Esa etapa es muy larga. Los adolescentes creen que tienen más derechos que obligaciones y se te suben encima. Antiguamente, la educación era distinta: cuando un adolescente no se comportaba como debía los padres le decían: “ahí tienes la puerta”. Ahora todo es distinto. Con mis hijos, he de reconocer que he tenido muchísima suerte, pero hay madres con casos peores”, afirma Almudena.

La conciliación de la vida laboral y las capacidades económicas han impedido la maternidad en algunas familias. Fuente: Saber Vivir

Casos así se repiten a día de hoy, incluso, en peores circunstancias. La precariedad económica laboral, la imposible conciliación en sus hábitos diarios y la inexperiencia en algunos aspectos dificulta a día de hoy que jóvenes españoles se puedan plantear tener un hijo. Todo apunta, en definitiva, que tendrían que esperar unos años para estar económica y mentalmente preparados para iniciar esta etapa.