Miley Cyrus, compositora, cantante, productora y… actriz: Una vida de película

La joven estadounidense, a sus 28 años se mantiene entre las cantantes más exitosas del panorama musical mundial, pero… ¿Qué fue de su carrera cinematográfica? 

Con tan solo once años, Miley se dio a conocer por el papel protagonista «Miley Stewart» de la serie de Disney Channel Hannah Montanalo que la convirtió en el ídolo adolescente del momento. El éxito fue rotundo, de manera que entre 2006 y 2011 la serie se desarrolló en cuatro temporadas. De la serie Hannah Montana nació en 2009 Hannah Montana: The Movie, que recaudó 155.5 millones de dólares y ganó varios premios, entre ellos “Mejor canción para una película” por The Climb en los MTV Movie Awards o el “Bafta Children´s Awards”. 

Cartel de la serie Hannah Montana. Fuente: Disney Plus

Aunque se cree que el primer acercamiento al cine por Miley Cyrus fue en la famosa serie musical, en 2001 una pequeña Miley apareció en tres episodios de la serie Doc  y en 2003 interpretó a Ruthie en la película Big Fishde Tim Burton mientras que en 2007, realizaría un cameo en la película de Disney Channel High School Musical 2. 

Fotograma de la película Big Fish (2003).

Tras el éxito de Hannah Montana, en 2010 Miley recibe el papel protagonista del drama juvenil La última canción, en la que interpreta a la rebelde Ronnie Miller que, al verse obligada a pasar un verano con su odiado padre, conocerá a Will (Liam Hemsworth). La película, basada en la novela de Nicholas Sparks, recaudó más de 96 millones de dólares.

Fotograma de la película La última canción (2010).

Ese mismo año, hace un cameo en Sexo en Nueva York 2 y en 2011 aparece en el documental Justin Bieber: Never say never, aunque no será hasta 2012 que protagonizará otra película, LOL. Esta película muestra la difícil etapa adolescente que sufre Lola (Miley Cyrus) entre los romances del instituto y su sobreprotectora madre (Demi Moore). También es en este año en el que se estrena Peligrosamente infiltrada, una comedia en la que, en la piel de Molly, interpreta a una detective privada adolescente.  

Portada de la película LOL (2012). Fuente: SensaCine

Las últimas apariciones de la actriz en estos años han sido en la película A very Murray Christmas (2015) en la que hace de ella misma y en Guardianes de la Galaxia Vol.2 (2017), poniéndole voz a Mainframe.

Aunque actualmente no hay indicios de que vaya a volver a la gran pantalla, los fans de Miley seguro que estarán encantados de que lo haga, en un papel protagonista, después de nueve años de espera. Mientras tanto, sin ninguna duda seguiremos disfrutando de su música, que se mantiene entre los éxitos musicales del momento.

Miley Cyrus – Prisoner (Official Video) ft. Dua Lipa.

Exigencias sobre el escenario, ¿el espectáculo debe continuar?

A pesar de que el feminismo está más presente que nunca, aún podemos observar cánones a los que la mujer artista se tiene que someter. Las críticas a la industria musical se centran en la puesta en escena en los conciertos. Los shows de mujeres y hombres artistas son sustancialmente diferentes.
Jennifer López en la Pepsi Superball de 2020. Fuente: Tropicana

“Aunque cantantes como Beyoncé, Lady Gaga y Madonna son partes esenciales de la cultura moderna, las cantantes han tenido que pasar por un camino muy difícil para poder llegar a donde están y recibir el crédito que se merecen” mencionaba la musicóloga Abbey Philips. Y es que el panorama musical ha sufrido un cambio drástico en comparación con siglos anteriores. El feminismo ha llegado para quedarse, pero aún no parece ser suficiente. Que hoy en día las artistas femeninas lideren la lista de éxitos no significa que estén en igualdad de condiciones.

“Aunque cantantes como Beyoncé, Lady Gaga y Madonna son partes esenciales de la cultura moderna, las cantantes han tenido que pasar por un camino muy difícil para poder llegar a donde están y recibir el crédito que se merecen” 

Abbey Philips

Cuando se menciona el machismo en la música, automáticamente, la mayoría piensa en las letras, y en especial en las del reggaetón y del trap. Sus vídeos y canciones han influido de tal forma en las nuevas generaciones que frases como la de Maluna en 4 babys: «Siempre me dan lo que quiero, chingan cuando yo les digo. Ninguna me pone pero», son normalizadas e integradas en el imaginario colectivo sin hacer saltar ninguna alarma.

Pese a ello, ya despuntan algunas menciones feministas en este género, como el remix del mismo Maluma de Mala Mía: «Algunos no entienden eso que las mujeres tengamos sexo tan libres como los hombres», junto a Anitta y Becky G.

Portada single Mala Mía Remix Fuente: Net.tv

No obstante, la letra no es lo único que puede provocar una idea preconcebida acerca de cómo tratar una mujer. Un aspecto que casi siempre pasa por desapercibido es la puesta en escena en los conciertos. El origen de esta nueva polémica reside en la pasada gala de los MTV Video Music Awards, con Miley Cyrus como protagonista. En ella, la cantante fue criticada por los medios tras su actuación de Midnight Sky, siendo esta calificada como «sobria» o «poco sorprendente».

“Yo sólo estaba haciendo unas peticiones sobre la actuación, nada de exigencias de diva. Quería que las luces estuvieran apagadas y que la luz de la sala solo me apuntara a mí. Sin luz clave, sin luz de belleza”, respondió Cyrus en una charla en The Joe Rogan Experience.

Según el estudio de Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology del año 2018, esas luces que menciona la cantante se usan como antiarrugas, o para el acné común, haciendo que la piel se vea más radiante y rejuvenecida. “La luz de belleza sólo se utiliza para las mujeres y yo le dije al director que quitara las malditas luces. Nadie le diría nunca a Travis Scott o Adam Levine que no pueden quitarlas”, añadió la artista mostrando su desacuerdo.

“La luz de belleza sólo se utiliza para las mujeres y yo le dije al director que quitara las malditas luces. Nadie le diría nunca a Travis Scott o Adam Levine que no pueden quitarlas”

Miley Cyrus

Pero esto no queda ahí. Si se comparan actuaciones entre cantantes femeninos y masculinos, la puesta en escena es muy distinta. Mientras que artistas como Lady Gaga, Beyoncé o Jennifer López deleitan al público con coreografías impensables, cambios de vestuario o incluso fuego; otros como Ed Sheeran o Shawn Mendes sólo se bastan de una guitarra y dos o tres focos para que la performance sea igual de extraordinaria.

Pero, ¿dónde está la raíz de esta problemática? Tal y como menciona la cantante Oum, la industria musical ha sido históricamente un panorama dominado por hombres, motivo por el que posteriormente a la mujer se le exigió mucho más para alcanzar el éxito. No bastaba sólo con tener una voz encantadora, sino que esta debía romper los moldes. En primer lugar, con el contenido de sus canciones, como es fue el caso de Dolly Parton, quien se atrevió a añadir en sus canciones en plenos años sesenta versos como “sus errores no eran peores sólo porque es una mujer”.

Dolly Parton, 1968 Fuente: Taste of the Country

Con la llegada de la música comercial, la voz pasaba a un segundo plano. Los espectadores comenzarían a centrarse en la imagen y espectáculo del artista. Madonna con su tour The Virgin fue una de las primeras en dar un verdadero show con cambios de vestuario y coreografías. La cifra de lo recaudado ascendió a 5 millones de dólares aunque Billboard reportara 3.3 millones. Estos artificios en la música en directo se convirtieron en habituales. Esta tónica persiste a día de hoy y ejemplo de ello son las actuaciones de Lady Gaga o Ariana Grande.

Por tanto, la pregunta es ¿hasta qué punto debe impresionar una mujer en el escenario para que sus canciones tengan éxito? Lo cierto es que frente a aquellas canciones que rompían con lo tradicional y reclamaban la igualdad, los éxitos de hoy en día aún tienen pendiente aprender de las anteriores generaciones. “No creo que los hombres sean el enemigo, creo que las mujeres somos el verdadero enemigo. Estamos actuando de una manera competitiva e insana entre nosotras”, mencionaba la cantante británica Lilly Allen.

Aún así, es cierto que existen cantantes que tratan de seguir con la lucha por el feminismo en la industria. Vídeos musicales como Positions de Ariana Grande son todo un manifiesto feminista, en este caso denuncian la falta de mujeres en los altos cargos del gobierno estadounidense.

Ariana Grande en su vídeo positions simulando ser la presidenta del Gobierno de Estados Unidos Fuente: Youtube

Para continuar con esta batalla, las cantantes femeninas deben ir un paso más allá y aplicarlo en sus puestas en escena. No se basa en competir por una coreografía sorprendente o por el mayor número de fuegos artificiales, sino en luchar unidas para erradicar la ‘espectacularización’ de la imagen femenina en los directos.

Artistas como la jovencísima Billie Eilish y Anne Marie o, recientemente, Demi Lovato ya se han sumado a este nuevo renacer de la mujer en la industria musical. Han dejado a un lado coreografías y se han centrado en perfeccionar su voz o estilo, consiguiendo, en consecuencia, millones de seguidores en todo el mundo.