Un grupo de jóvenes graduados en la Escuela Técnica Superior de Arquitectos en Madrid dan rienda suelta a su imaginación en varios de sus nuevos proyectos. PKMN, cuyas siglas se desglosan en el término anglosajón pac-man, es una nueva organización de investigación por y para la construcción que diseña planos de espacios muy limitados con elementos que los transforman a espacios funcionales y modernos.
Un ejemplo de obras de este colectivo se transporta a la casa de Yolanda en el proyecto All I Own House. Esta construcción pretende que los objetos personales de Yolanda se muestren como parte de decoración de la casa, ya que son los objetos que más “representan” a la propietaria. Pero una característica esencial de estos objetos es que se mueven para reorganizar el espacio y adaptarlo a las necesidades de Yolanda. Los libros se colocan junto a su ropa al despertarse por la mañana, la cama desaparece hasta por la noche y la ropa se aproxima cuando se va a tomar una ducha. Esto es posible gracias a un sistema de guías industriales que organiza la predisposición de los objetos en cuestión. Esta nueva incorporación puede facilitar las tareas del día a día de Yolanda o satisfacer sus necesidades con solo mover un brazo.
En el proyecto de Pequeñas grandes casas, en cambio, aprovechan cada centímetro de la vivienda particular para adherir sistemas móviles o elementos plegables a la habitación. Es decir, una vivienda de 70 m² puede tener una cocina de 50 m² sin escasez de espacio. Es el caso de la casa de Stella en Madrid, que tiene un dormitorio extra que desaparece con solo pulsar un botón y que se transforma en un despacho. Al igual que pasa con el cuarto de invitados que, a la noche, puede transformarse en un ropero y viceversa.

Los muebles multitarea no son nada nuevo en el mundo de la arquitectura y se emplea a menudo en los proyectos de este colectivo para las minicasas. De hecho, el estudio de B.L.U.E. Architecture pone en uso este concepto que ya es tendencia en la arquitectura internacionalmente. Para hacer el hogar lo más cómodo posible y con el máximo confort se requieren de estos tipos de muebles: estanterías que se vuelven literas, camas y mesas plegables, etc. No solo rentabilizan el espacio, sino que tienen un valor añadido ya que pueden llegar a transformarse en algo nuevo y realizar varias funciones.

Pero los planos de este colectivo también caben en la calle. De hecho, diseñan acciones y pasos a seguir de participación en el ámbito de la construcción de la ciudad que impulsan maneras creativas de atender a las necesidades urbanas. Un ejemplo de ello es el Urban Spa o Taller del Desierto situado en el parque Urueta en México. Esta iniciativa parte de la colaboración de los vecinos del parque por la necesidad de crear un espacio comunitario para adultos y niños. De tal manera que este taller, con una fuente central, aprovecha la sombra de un árbol localizado en la bomba de la fuente para crear un espacio de ocio. Viene equiparado con tumbonas y gradas, áreas ajardinadas y una rampa para su acceso. El grupo PKMN ha convertido este espacio en una zona tanto de descanso como zona de actividades como yoga o zumba.

Según críticos de la arquitectura, PKMN plantea, además, la reflexión acerca de las relaciones entre las distintas normas que intervienen en el ámbito de la creación contemporánea, cuyos límites son cada vez más difusos. Es decir, que desarrollan procesos experimentales con los que vincular lo local a nuevas tendencias contemporáneas. El paisaje urbanístico y contemporáneo que retratan los proyectos de PKMN hacen que espacios públicos deteriorados o en desuso sean aprovechados por la ciudadanía. Sin embargo, a veces, son criticadas sus construcciones en calles tradicionales con monumentos o edificios históricos ya que sus proyectos contrastan demasiado con el paisaje.

Al contrario que otras estructuras arquitectónicas de otros colectivos, PKMN planea los diseños con materiales eco-friendly y reutilizables. No obstante, la utilización indiscriminada de recursos naturales tiene diversas consecuencias negativas sobre la economía, como, por ejemplo, la madera que conlleva efectos indeseables sobre el medio ambiente. Estos recursos son cada vez más escasos y, por consecuencia, más costosos a la vez que aumenta la demanda para realizar estas iniciativas.

Aunque también reforman casas con materiales low-cost o ecológicos con el fin de no impactar en los recursos renovables. El proyecto I am recycled lo plasma así en el edificio industrial de Arrasate, que solía ser una empresa metalúrgica y que ahora es un taller de recogida-reciclaje y venta de productos de segunda mano. Este proyecto apunta a preservar ciertos materiales del edificio como el hormigón para su reutilización como nuevo edificio. De tal forma que beneficia a la nueva empresa de manera ecológica y económica. En la fachada, el icono aparece como un gran sello de reciclaje superpuesto al edificio.
En definitiva, en PKMN Arquitecture usan la creatividad para crear espacios transformables tanto en el exterior como en el interior de una vivienda. Habrá que ver si la sociedad estará preparada ecológica y económicamente, pero, lo que sí es cierto, es que las minicasas ecológicas, los elementos transportables y las infraestructuras modernas son el principio de la innovación en este sector.