“Diciembre, el 18”. Así anunciaba el cantante malagueño Pablo López hace un mes en Instagram el estreno de Unikornio, Once millones de versos después de ti. Su nuevo disco ya pertenece también a todos sus seguidores, entrando así a formar parte de la banda sonora de la recta final del 2020.
Tras anteriores trabajos como Once historias y un piano o Camino, Fuego y Libertad, el artista, exconcursante de Operación Triunfo 2008 y jurado de La Voz en varias ediciones, nos presenta su cuarto álbum de estudio. Un recorrido con diez paradas en forma de canción que hace viajar al espectador de la oscuridad a la luz.
Todas ellas tienen en común un tono épico, incluso apoteósico. Con un imponente peso musical y unas letras densas, utiliza su asombrosa forma de componer para lanzar mensajes muy potentes.
MámaNo fue la primera pista. Con este single, el primero en salir a la luz, es capaz de sacar un sentimiento muy animal: la rabia. Cuestiona a todo aquel que habla sin saber y que dice conocerlo, y se refugia en la figura de su madre, que es de las pocas personas que realmente pueden hacerlo. “Mamá no, díselo, que no me conocen, no” canta él. Este sentimiento queda reflejado en un videoclip en el que todas las personas a su alrededor aparecen con los rostros tapados.
El siguiente en salir fue Mariposa, un tema convertido en acto de liberación. Con él pone fin a la búsqueda constante de la perfección, que lo atormenta. En una entrevista para La Vanguardia confesó: “pienso que debo seguir pisando charcos, siendo torpe, equivocándome… La mariposa es la antítesis de esto, es perfecta, pero dura poco, y es efímera”. Por eso, prefiere mantener el contacto con la tierra, firme, a pesar de tener alas.
KLPSO, abreviatura de colapso, fue el último single en estrenarse. Con un sobrio videoclip en blanco y negro y una voz desgarradora que se rompe por momentos, se cura las heridas de una autodestrucción interior, y se pide perdón por ser, en ocasiones, su peor enemigo. Por luchar entre lo que debería ser y lo que realmente es. Esta canción es capaz de explotar en lo más alto y volver a convertirse en un susurro de una manera magistral.
Tempo, ImaginaTú y 7 son una especie de “ven, siéntate que te hablo bajito”. Muy desnudas en cuanto a instrumentos, su voz se sitúa como protagonista acompañada de un piano, que es su fiel compañero.
Con KLPSO2 y Viba nos enseña su lado más experimental. En el caso de la primera, juega con lo inesperado utilizando una estructura y un sonido poco habituales. Justo cuando parece que la canción llega a su punto más alto, decide dejar al espectador con las ganas y retrasar el momento, que acaba apareciendo con dramatismo. La segunda es una de las grandes sorpresas del disco, con un sonido rockero e incluso, a veces, robotizado.
La niña de la linterna es un canto a esas personas que sirven de faro en su vida. Con frases tan potentes como “¿dónde guardas tanta luz? Todos los días sales tú”, las compara con el sol. El videoclip desprende una fuerza arrolladora, con un piano en llamas del que pueden disfrutar de forma simbólica quienes consigan la edición especial en vinilo, decorada con una incrustación de las cenizas que quedaron tras la grabación, según contaba en El Hormiguero.
Unikornio es la última parada de este viaje, y la canción que da nombre al disco. Se convierte en su auto – reflejo y hace referencia una vez más a lo tedioso que es llevar las alas a las que se refería en Mariposa. Durante todo el último minuto ya suena a canción final, y culmina de esta forma con el disco en lo más alto.
Pablo López comienza su gira, a la que ha bautizado Mayday & Stay Tour, en abril. Hasta entonces, su público puede seguir deleitándose con esta obra de arte hecha disco, capaz de producir sentimientos muy intensos y hacer experimentar sensaciones nuevas con cada escucha.