Día del Periodista: El otro lado de la información

El periodismo, con sus bajadas y subidas, es una de las profesiones cuya función de informar ayuda a la sociedad a ser consciente de su realidad. Un trabajo que puede parecer sencillo, pero en ocasiones puede poner en vilo la vida e integridad del periodista. Hoy, 24 de enero, día del periodista en España, hablaremos sobre su situación.
Fuente: Pixabay
Francisco de Sales y su don comunicativo

El 24 de enero se celebra en territorio nacional el Día del Periodista en conmemoración de su patrón: San Francisco de Sales. Nació en 1567 en Francia y con tan solo 13 años marchó con los jesuitas para formarse. Estudió Teología y Derecho en la Universidad de París y en la Universidad de Estudios de Padua (Italia). Destacó notablemente por sus dotes comunicativas, gracias a las cuales fue nombrado predicador en los púlpitos de París entre 1618 y 1619. Además, fue el primer prescriptor de noticias, dado que repartía folletos informativos a la población de Chablais (Francia). Por toda esta labor en favor de la comunicación, Pio XIII lo declaró en 1923 patrón de los escritores y periodistas. Un nombramiento más que merecido.

San Francisco de Sales, patrón de los periodistas. Fuente: InfoVaticana
La mordaza del periodismo

El periodismo tiene muchas facetas. Una de ellas es la investigación y la denuncia social. Una función que debería incitarse para conseguir una mayor transparencia en nuestro sistema y sociedad. Desgraciadamente, acciones políticas como la aprobación de la conocida Ley Mordaza en España demuestran que la libertad de información y expresión no es querida por todos. En 2019, la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) presentó a las Naciones Unidas un informe firmado por entidades periodísticas denunciado dicha ley.

Son muchas las asociaciones que han manifestado su postura contraria ha esta limitación de su derecho de libertad de información. Algunos puntos que impiden el libre ejercicio de la información han sido denunciados por el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía. Estos son las múltiples denuncias que pueden sufrir los periodistas y la incautación de su material audiovisual. Sin este no se podrá denunciar posibles abusos policiales por falta de pruebas. Además, ante cualquier acto oficial donde intervenga cuerpos de seguridad, los periodistas deberán pedir previamente acreditación.

Manifestación contra la Ley Mordaza en España. Fuente: El País
El periodismo sin libertad en otro países

La libertad de información es un deseo más que un derecho en otros países. Se interponen leyes severas para aquellos que quieran ejercerlas con duras penas. Así se puede observar en lugares como Afganistán con la llegada de los talibanes. Los periodistas deben cumplir las 11 reglas del periodismo a la hora de publicar sus artículos. Entre algunas de estas normas destaca que sus publicaciones no deben ser contrarias al Islam, no pueden insultar a las figuras nacionales, ni tampoco violar la intimidad. Otro país que también limita esta libertad es la región de Hong Kong en China como así ha denunciado Reporteros Sin Fronteras. A finales de 2021 el periódico Stand News tuvo que cerrar al ser detenidos seis miembros de su equipo. El Departamento de Seguridad Nacional consideró que habían editado publicaciones sediciosas.

Reporteros Sin Fronteras ha realizado un ranking de libertad de prensa en 150 países. Afganistán ocupa el puesto 122 y Hong Kong el 80. Fuente: Pexels

Las dificultades que un periodista puede encontrarse a lo largo de su carrera no son solo de índole jurídica. En ocasiones, su integridad física se ve en peligro al cubrir noticias en zonas de alto riesgo. Desafortunadamente, algunos han perdido sus vidas mientras que ejercían su profesión. Por ejemplo, Ricardo Ortega en 2004 cuando se encontraba trabajando en una manifestación en Haití. También el año pasado David Beriain y Roberto Fraile al ser atacados por un grupo armado en Burkina Faso. Grandes profesionales que siempre vivirán en el recuerdo de sus seres queridos y de sus colegas.

Algunos países con la mayor censura del mundo son Corea del Norte, China, Eritrea o Arabia Saudita. En ellos los gobiernos ejercen una fuerte influencia en los medios. Fuente: Pexels

La labor de los periodistas, independientemente de sus especialidad, es esencial para una sociedad democrática y libre. Por supuesto, la responsabilidad de estos es adherirse a una correcta ética profesional basada en la veracidad y objetividad. Para ello se debe de proporcionar un espacio seguro donde se defienda su libertad de información. Un derecho, que no un capricho, por el que toda la sociedad se ve beneficiada.

Entrevista exprés a Juan Soto Ivars

Hoy en día es difícil encontrar personas íntegras, lúcidas y con un sentido común ostensible. Esas personas que no aceptan un matrimonio infinito con una determinada ideología, que son críticas con todo lo que ven y escuchan, sin miedo a expresar opiniones que no son políticamente correctas, alejándose así de los buenismos y los malismos, que parecen ser los gobernantes de nuestra actualidad política y vital. Ese es el motivo de esta entrevista exprés a un gran periodista y escritor como Juan Soto Ivars.

1. El identitarismo suele reventar la convivencia y el propio diálogo. ¿Con qué o quiénes se identifica Soto Ivars?

Me identifico con escritores muertos, básicamente. Dado que no pueden defenderse más allá de revolverse en sus tumbas, considero que no hago mal a nadie. Aunque, por supuesto, guardo en secreto con cuáles me identifico, pues sería de una vanidad inmensa declararlo. Por lo demás, no tengo tribu. Cuando un grupo cerrado de gente empieza a estar muy contento con lo que digo, sigo dándole vueltas a las cosas y acabo traicionándolos con mucha rapidez.

2. ¿Es cierto eso que nos contaron: “si trabajas en lo que te gusta no volverás a trabajar nunca”?

No, ¡jaja!, eso es absurdo. Si trabajas en lo que te gusta has de matarte a trabajar más todavía, puesto que el resultado de tu trabajo es vinculante y te importa. La catástrofe de trabajar en lo que viene si no tienes tiempo libre. Por eso, en un caso y otro, tenemos que luchar por el tiempo de ocio, es la gran asignatura pendiente de este siglo XXI hiperproductivo, estresante y precario.

3. Los límites del humor y la política, ¿son en algunos casos los mismos? Por ejemplo, un chiste de David Suárez y un meeting de VOX puede hacer enfurecer a unos, mientras otros los apoyarán tranquilamente.

No tiene nada que ver. La diferencia entre un mítin político y un espectáculo humorístico es inmensa. Los políticos tienen poder de verdad, incluso cuando están fuera del gobierno, en la oposición. No me parecen comparables, como tampoco lo son un espectáculo de Arévalo y un mítin de Podemos. Por otra parte, yo no creo en los límites del humor. Cada cual pone los suyos, nadie debería imponerlos al resto. A mí me hacen gracia auténticas gilipolleces.

4. ¿Qué libro le recomendaría a Pablo Iglesias tras lo ocurrido en Madrid? ¿Por qué?

Después de lo ocurrido en Madrid (si te refieres a su marcha de la política) le recomendaría “Hambre”, de Knut Hamsun, no para que aprenda nada, sino para que pase un bueno rato leyendo ahora que tiene más tiempo libre. No creo que Iglesias le falten lecturas, por cierto. Creo que en su trayectoria política le faltó sentido de la realidad, y eso no te lo da ningún libro.

5. ¿España funcionaba mejor con el bipartidismo o con la actual pluralidad de partidos?

Todo tiene pros y contras. El bipartidismo demostró ser un régimen proclive a la corrupción. Creo que hoy es más difícil, puesto que los gobiernos son más precarios. Sin embargo, era un régimen estable y la política nos importaba menos. Aunque un régimen bipartidista como el estadounidense ha demostrado que puede polarizarse de la misma forma que nuestra actual sopa de siglas. La pluralidad será buena cuando aumente la cultura democrática de los partidos políticos y dejen de estar en campaña electoral permanentemente. 

6. La sociedad española es adicta a poner etiquetas a cualquier fenómeno, ¿es ahí donde nacen los vacíos ideales que aprovechan los discursos sensacionalistas?

No sólo España es adicta a las etiquetas. Este es uno de los resultados del tribalismo, que es un fenómeno que se da mucho más allá de nuestras fronteras, en todo Occidente al mismo tiempo, con unas pocas excepciones. El tribalismo lo siembra todo de etiquetas porque convierte la sociedad en una batalla de fronteras. Esas etiquetas son una forma de ordenar una realidad confusa y caótica.

7. Viendo la sociedad actual, ¿Qué motivos hay para el optimismo de cara al futuro?

Hay gente muy formada y panzas lo bastante llenas como para que no nos metamos en una espiral de violencia. Aunque también había de eso en la antigua Yugoslavia… Mi confianza está en las instituciones y la burocracia. Mientras funcionen, no llegaremos a las manos. Pero el populismo se ha propuesto destruirlas.

8. ¿Está consiguiendo España un periodismo independiente?

Creo que hoy hay más periodismo independiente que antes gracias a internet. El problema es que también hay más periodismo tóxico, y el público suele preferir lo segundo.

9. Han nacido numerosas formas de comunicación en los últimos años como Twitch y You Tube, ¿el periodismo actual está sabiendo coger esa ola? 

No, de hecho en Youtube y Twitch lo que tienes es a generadores de opinión alternativos a los medios, y con frecuencia más seguidos y poderosos. El periodismo es un trabajo que requiere reflexión y formación: lo que sí se ha subido a la ola de los nuevos medios sociales es la forma de trabajar, infestada de inmediatez y prisa. Pero hay muchos buenos proyectos en marcha y mucho buen periodismo. La cosa es que a alguien le importe lo más mínimo… Eso ya no lo sé.

Desde VozNueva toca agradecer a Juan Soto la disponibilidad y prontitud con las que se ha prestado a la realización de esta entrevista exprés. Sin duda cada respuesta da lugar a un debate interno, de esos que remueven la conciencia.

Juan Soto Ivars. Fuente: VozPópuli

Rafael Rodríguez: “El paro y el hambre de un periodista son los mayores enemigos de la libertad de expresión”

Hablamos con Rafael Rodríguez, distinguido con la Medalla de la Ciudad de Sevilla y presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Nos relata cómo funciona la asociación y la situación actual del periodismo

Fuente: Extradigital
Para que los jóvenes, sobre todo los periodistas, lo entiendan, ¿qué es realmente la Asociación de la Prensa de Sevilla? ¿Qué se hace concretamente ahí?

La Asociación de la Prensa de Sevilla es la segunda de España. Y, por detrás de Madrid, somos la que tenemos más asociados. Estamos volcados en el periodismo y en los periodistas y, sobre todo, en la situación actual de precariedad del periodismo y de su debilidad absoluta tanto económica como ética: defendemos la honestidad, el buen periodismo y los buenos periodistas.

Nos ocupamos del empleo, de la ética y de la formación. En materia de empleo, actualmente está muy mal y la pandemia ha venido a ponerlo peor. Y cuando salgamos de esto, estaremos mucho peor. Todos los medios de España están en una situación de ERTE y después de todo esto derivará en ERE. Si no el teletrabajo que es lo peor que puede haber en el periodismo y que vendrá para quedarse: una plantilla de 50 personas la puedes convertirla en miles de falsos autónomos. Miles de personas trabajando para ti.

En cuanto al tema de la enseñanza, tenemos dos programas: La Prensa en las Escuelas y La Igualdad es Noticia. Son talleres teóricos-prácticos que vamos haciendo en los institutos de la provincia de Sevilla enseñándoles a los alumnos todo lo referente sobre los medios de comunicación con una visión crítica. Estamos negociando —primero con el Ministerio, luego con la Consejería de Educación— que la alfabetización mediática sea una asignatura en secundaria y en bachillerato porque es una formación transversal que vale tanto para el periodismo como para cualquier profesión.

El tema de la ética es otra cuestión que a la Asociación de la Prensa de Sevilla nos importa mucho y estamos muy alerta porque, ahora mismo, la mentira prevalece sobre todo.

Recientemente la APS ha creado una comisión contra el plagio y el robo de imágenes y texto ¿no es preocupante que se llegue a esta medida si se supone que a los periodistas se les enseña a no hacer precisamente esto?

Sí, es la Comisión de Ética y Deontología. La hemos desarrollado para todo el tema del plagio de fotos y de texto porque con el tema de Internet, cualquiera puede coger una foto y hacerla suya. Tenemos muchos pleitos con medios de comunicación que se van resolviendo y llegando a un acuerdo donde el medio o la persona en cuestión le paga después al autor de la foto.

Rafael Rodríguez recibiendo la Medalla de la Ciudad de Sevilla. Fuente: Extradigital

En los medios, desgraciadamente, se hace de todo. La mentira está imperando ahora y, sobre todo, por el uso de las redes sociales donde todo el mundo es periodista sin serlo. La mentira ha invadido todos los ámbitos. La verdad ahora es lo que cuesta que la gente crea y el problema es que cualquiera puede decir una mentira —ya cada uno con su responsabilidad. Si un político miente, es responsabilidad suya, pero un periodista jamás puede hacerlo. Tampoco tiene que ser objetivo, neutral o independiente. Aunque no lo enseñen en las escuelas, debe ser honesto y decente y que haga una información veraz. 

En relación con tu persona, eres un periodista muy polivalente: has trabajado en prensa, en televisión y en radio además de escribir varios libros como Morir por Andalucía y, recordando el pasado 28-F, ¿crees que ha desaparecido esa fuerza que hubo en Andalucía?

Tengo muchos libros relacionados con la autonomía de Andalucía, pero en referencia a la fuerza que hubo en el 28 de febrero creo que se ha perdido. En aquel momento —con el 4 de diciembre de 1977 y luego con el 28-F— se destapó el orgullo de ser andaluz. Ahora está dormido. Las generaciones nuevas desconocen lo que fueron esas fechas: Andalucía tenía subdesarrollo, con 15% de población analfabeta, casi sin hospitales, las carreteras estaban en mal estado, no había alcantarillado… Un desastre.

La autonomía era una lucha por conseguir todo eso que nos faltaba. No se sabía lo que era la autonomía, pero se entendía que era una forma para poder luchar y conseguir esas cosas. Hace falta volver a recuperar ese espíritu andaluz.

Los mismos periodistas éramos militantes en defensa de la libertad y la lucha contra el subdesarrollo. Pasamos de una etapa bastante mala —de despidos, de no haber puestos de trabajo— a una mejor. Pienso que el paro y el hambre de un periodista son los mayores enemigos de la libertad de expresión. Por eso se escriben burradas, es lo que pasa cuando se aprovechan de la situación precaria del periodismo.

¿Está Andalucía olvidada y relegada por las otras comunidades?

Yo eso no lo comparto. El problema de Andalucía es que estaba en un profundo pozo: durante el franquismo todo el desarrollo fue de Madrid hacia arriba. A Andalucía no llegó nada. Cuando se instauró la democracia, todas las subvenciones importantes iban para el sector minero de Asturias o para el sector automovilístico de Cataluña. Aquí, sí venían, era para el tema del campo por el Plan de Empleo Desarrollo Rural y se daba poquísimo.

Acortar la distancia con las demás comunidades y equipararse a su nivel era muy difícil. Sin embargo, con el tema de que Andalucía pudo conseguir su autonomía el 28 de febrero fue como un empujón muy fuerte que la hizo equipararse a todas las demás. El desarrollo de Andalucía a lo largo de estos 40 años ha sido espectacular: de una situación de nada hemos pasado a tener carreteras, más centros de salud, colegios… Era tal el subdesarrollo que antes, si te ponías enfermo, tenías que esperar a que el médico que se ocupaba de tu pueblo pasara. Iba en una moto pequeña, así que tardaba bastante.

Todos los colegios y demás deberían tener una asignatura sobre la historia de Andalucía, pero la presente porque así le daríamos el valor que se merece la evolución que ha tenido esta comunidad. Y darnos valor a nosotros mismos, no infravalorar ni nuestra tierra ni nuestro acento.

¿Cómo ves a los estudiantes actuales de periodismo? Teniendo en cuenta que la carrera está obsoleta y los estudiantes no leen las noticias.

La Facultad de Comunicación tiene una asignatura pendiente: enseñar a los estudiantes a ser periodistas. Y eso no se hace en la facultad. En el momento en que se entre en la facultad tienen que estar formándose y aprendiendo prensa, radio y televisión, pero desde el primer día. ¿Hacen falta asignatura sobre lengua, economía u otras materias? Sí, pero como un complemento. Primero va el periodismo que es el que tienen que enseñar, inculcar y adaptar a los nuevos tiempos digitales. ¿Cuántas asignaturas de nuevas tecnologías tenéis? Una cuatrimestral en toda la carrera y no puede ser.

La redacción periodística siempre se ha estudiado en primero y en segundo, ahora es en tercero y en cuarto. No tiene sentido. Cada vez escribimos peor con las nuevas tecnologías y, por eso, importante tener esta asignatura —el tema de las faltas de ortografías en cada facultad es impresionante. Eso te lo tienen que enseñar de primera hora: cuando llegas a la facultad y ves todo eso ya sabes si te gusta o no la carrera. Y si te gusta, ya puedes elegir si prensa, radio o televisión porque son medios totalmente distintos.

La facultad tiene que formar a los compañeros que entran porque si no con la situación actual de precariedad solo va a generar a más gente de carne de cañón para el paro. Las prácticas son necesarias en la carrera: hay gente que sale sin haber pisado un plató o un estudio de radio. El periodismo, ante todo, es vocacional y práctico.

¿Cómo apoya la APS a los periodistas que acaban de salir de la carrera?

Imagina lo siguiente: sales de la facultad, ya has acabado la carrera y tienes una idea como Voz Nueva o quieras crear el periódico para la facultad porque no tiene. Pues, tú vienes para a la Asociación de la Prensa y nosotros te orientamos. Te damos todas las claves para poder salir hacia delante o te vehiculamos hacia dónde deberías ir para que tu proyecto salga a flote.

Los medios tradicionales ahora, en vez de contratar a gente, la echan. Si antes te costaba hacer un buen producto con muy poca gente ¿cómo vas a hacer lo mismo con mucha menos gente? Es imposible. El ejemplo positivo que ponemos siempre es el The New York Times que está invirtiendo en la contratación de buenos periodistas. De esta manera anima a la gente a leer porque demuestran que la información que proporcionan es de calidad. Aquí no hacemos eso.

Este medio ha logrado un récord por suscriptores y contración de periodistas. Fuente: niallkennedy (Creative Commons)

El modelo de negocio del futuro es incierto: por ahora se ha desarrollado en varios periódicos las suscripciones, pero da todavía recelo a pagar por la información. Nosotros estamos elaborando varias campañas para que los periodistas puedan suscribirse a medios de comunicación pero cuesta trabajo. La gente no está acostumbrada a pagar por la información y la información de calidad cuesta mucho dinero. Hay que mentalizar a la población.

Y, volviendo a tu pregunta, nosotros facilitamos todo a los compañeros que se meten aquí como los cursos de formación que ofrecemos. La situación del periodismo es mala y precaria, además de ser un trabajo sacrificado y vocacional.

¿Cómo ha afectado la covid-19 al periodismo?

La covid-19 ha venido a rematarlo. Ha habido recortes salariales, ERE y teletrabajo que viene bien para algunos, pero para el periodismo es malísimo. El periodismo es algo presencial, no es información de calidad la que te manda el gobierno de turno o los partidos políticos todo editada y modificada.

Luego, a nivel empresarial, con el teletrabajo al empresario ya no le hace falta tener una oficina con sus trabajadores. Puede alquilar una mucho más pequeña y tener a los periodistas trabajando en su casa por lo que los quitan de plantilla y los hace falsos autónomos.

10 admirables respuestas de famosas a preguntas machistas

A lo largo de la historia el papel de la mujer en la sociedad se ha visto reducido a una especie de extensión, un apéndice del hombre. Desde que salió de la costilla de Adán, esta ha mantenido un rol secundario – ya lo dijo Aristóteles refiriéndose a la mujer como un hombre incompleto-, hija, madre y esposa eran las etiquetas que eclipsaban cualquier otra.

Pero nunca han estado exentas del espíritu luchador con el que fueron conquistando sus derechos progresivamente. Constancia de ello deja el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, declarado en 1975 oficialmente por la ONU en conmemoración de la misma fecha del año 1857. Fue en Nueva York hace más de un siglo y medio cuando las protestas de las trabajadoras textiles por los derechos laborales dieron pie a la emancipación gradual de la mujer y a su desarrollo íntegro como individuo.

“Parecen hombres, son casi hombres, pero son tan inferiores que ni siquiera son capaces de reproducir a la especie, quienes engendran los hijos son los varones”, (…). “Son meras vasijas vacías del recipiente del semen creador”

Aristóteles

Sin embargo, a pesar de que desde 1945 se reconociera la igualdad entre mujeres y hombres en la Carta de las Naciones Unidas, parece que aún no son percibidos como iguales ante la sociedad. Aunque las mujeres han ido ocupando altos cargos y adquiriendo un reconocimiento notable de forma independiente, la experiencia lleva a una conclusión: el trabajo ejercido por ellas no tiene el mismo reconocimiento o legitimidad social que el realizado por los hombres. 

“Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos (…) a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas(…)”

Carta de las Naciones Unidas

Ejemplo de esto son las preguntas que hacen algunos periodistas a distintas celebridades, que, cansadas de atender siempre a cuestiones que reducen su trabajo y esfuerzo a su físico, responden de forma revolucionaria.

1. Si tuvieras que usar tu móvil o maquillaje por última vez, ¿Cuál escogerías?

Esta fue la pregunta de un periodista a Ariana Grande en la cadena de radio Power 106FM, a lo que respondió: «¿Esto es sobre lo que crees que las chicas tienen problema en elegir?», seguido de otros toques de atención.

Entrevista a Ariana Grande en Power 106 FM. Fuente: Cherry N’ Bomb
2. ¿Hay una parte en ti que se nutre del drama, o es solo dolor e incomodidad?

Enunciada por una periodista de The New York Times a Nicki Minaj sobre los enfrentamientos entre su entonces pareja, Mekk Mill, y Drake. La cantante respondió “esto es una falta de respeto. ¿Por qué una mujer adulta tendría que nutrirse del drama?».

3. ¿Consideras que tu figura, tus atributos físicos, tras los cuales la gente siempre se gira, se interponen en tu objetivo de ser una actriz exitosa?

Pregunta Michael Parkinson a Helen Mirren en el programa Parkinson, en 1975. Pero su respuesta fue icónica: “(…)Porque una actriz seria no puede tener pechos grandes ¿Es lo que quiere decir? (…) Desearía que la actuación, el papel, la relación que existe entre la gente sobre el escenario y el público sobrepasara todas estas preguntas aburridas”.

Respuesta de Helen Mirren a Parkinson. Fuente: Magnet
4. ¿Cómo lo hiciste para conseguir la forma física de Black Widow? ¿Tuviste que hacer algo en especial en cuanto a la dieta?

En una rueda de prensa de Los Vengadores, Scarlett Johansson respondió a esto refiriéndose a su compañero de trabajo, Robert Downey, que se hallaba a su lado: «¿cómo es que tú recibes preguntas existenciales realmente interesantes y yo recibo las preguntas de la comida de conejo?».

5. Entonces, ¿podías usar ropa interior?

Simon Cowell a Scarlett Johansson en el programa Extra, sobre su papel de Black Widow. Ella respondió: «eres como la quinta persona que me pregunta eso hoy, ¿Que está pasando? ¿Desde cuándo la gente empezó a preguntar el uno al otro sobre su ropa interior?».

Entrevista a Scarlett Johansson. Fuente: Iconos.
6. ¿Hay algo a lo que te sometas en cuanto a dieta, ejercicio(…)? ¿Hay algún ejercicio en particular?

Preguntó Simon Cowell a Anne Hathaway en el programa Extra sobre su papel de Catwoman. Hathaway, con tono sarcástico, comenzó a devolverle las preguntas: «¿estás intentando perder peso? ¿Cuál es el problema? ¡Luces genial!».

7. Hay un tema sobre el que no hemos discutido, y se trata de algo de lo que todo el mundo habla(…) tus pechos.
Periodista a Britney Spears. Fuente: hugebritneyfan
8.Tienes muchos fans aquí, muchos de ellos son hombres, y quieren saber: si pudieras salir con cualquier persona del mundo, deportistas, actores de cine…¿a quién elegirías?

Fue en el Open de Australia de 2014 donde lanzaron esta cuestión a la tenista canadiense Eugenie Bouchard.

Entrevista a Eugenie Bouchard. Fuente: collingwoodrocksafl
9. ¿Puedes darte la vuelta y hablarnos de tu look?

De nuevo, Eugenie Bouchard recibió esta pregunta por parte de un periodista tras ganar a su contrincante en el Open de Australia de 2015.

Entrevista a Eugenie Bouchard. Fuente: ABC News
10. ¿Cómo compaginas tu carrera y tu vida privada?

En los Hollywood Film Festival de 2015, una periodista preguntó lo anterior a Keira Knightley. Aplausos y, posteriormente repercusión mediática, sucedieron a su respuesta “¿le vas a preguntar lo mismo a todos los hombres que hay aquí hoy?

Respuesta de Keira Knightley. Fuente: Gold Derby

Estas son preguntas y respuestas que han tenido gran repercusión en las redes, por lo que no es de extrañar que la mayoría sean sobre celebridades del mundo del espectáculo. Pero realmente se trata de una cuestión transnacional, generacional y laboral, pues víctimas de estas han sido mujeres de muchos otros ámbitos. “La cara bonita” como objetivo primordial que se impone a la mujer y “el recipiente vacío” que promulgaba Aristóteles no son más que distintas expresiones del mismo problema: el machismo. 

Heródoto, el primer reportero de la historia

El Periodismo ha evolucionado hasta convertirse en un elemento esencial para que un régimen democrático siga su curso. A pesar de su relevancia, resulta complejo ubicar el origen de esta profesión, y lo es aún más identificar al individuo concreto que plantó su semilla. Sin embargo, tras siglos de debate, se han asignado al oficio definiciones que llevan a interpretar quién pudo ser uno de los pioneros: Heródoto de Halicarnaso, cronista del siglo V a.C.

Ya en el siglo XXI, el Periodismo se encuentra claramente desarrollado y definido con un código deontológico continuamente revisado y cuidado, que evoluciona adaptándose a los diversos cambios que se suceden en la sociedad. Sin embargo, sus bases resultan bastante difusas.

Se conoce un amago desde la Antigua Roma, que puede interpretarse más como comunicación social que como Periodismo. O su despegue en la Edad Moderna con los géneros menores. También su posterior desarrollo en el XVIII, así como su implantación en el XIX, gracias a todo lo que trajo consigo la Revolución Industrial. Incluso la Edad de Oro del Periodismo, a finales del XIX y principios del XX. Pero, ¿dónde tiene su origen exacto? 

Acta diurna de la Antigua Roma. Fuente: Moleskine Periodístico.

Todo depende de cómo se conciba la ocupación periodística. Si se percibe de una forma exageradamente general, y muy debatida actualmente, puede tratarse del mero oficio del informador. Y, siendo la información un simple mensaje emitido y recibido, periodista hubiera sido cualquier ciudadano, como ocurre actualmente -algo que se deduce del derecho a informar, reconocido en la Constitución española-.

«1.Se reconocen y protegen los derechos:

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades»

Artículo 20.1, apartado d) de la C.E.

No obstante, para llegar a una conclusión cabal sobre un asunto tan amplio, se hace necesario partir de otras premisas. Ello puede facilitarse enunciando de forma más exacta el método de obtención legítima de la información al que debe responder todo periodista actualmente. Se distingue, en primer lugar, el proceso de obtención mediante la indagación, investigación y averiguación de los hechos. En segundo lugar, destaca la elaboración de la información como un proceso creativo sin censura ni insultos, y siempre respondiendo a la veracidad; y, finalmente, se ejerce el derecho cuando se publica la información tratada.

Por otro lado, también debe puntualizarse que existe una diferencia entre periodista y reportero. Los periodistas dan información veraz sobre acontecimientos de interés general o de relevancia pública, es decir, sobre hechos noticiables que son, generalmente, de relativa actualidad. Difunden información mediante diversos soportes: elaboran y editan noticias y artículos en prensa, locutan en radio, presentan en televisión…etc. Sin embargo, no es necesario que traten la información de forma directa, algo que sí hace un reportero

Reportero de guerra. Fuente: BBC

Este último se dedica al reportaje, es decir, la narración subjetiva de noticias basada en declaraciones emitidas por alguien, identificando las fuentes. Dicho de otro modo, las afirmaciones no las hace el autor, sino que las pone en boca de otra persona y, tal y como se declaró en la STC 178/1993, FJ5, el origen de la información obtenida debe ser fiable, serio y fidedigno. Además, es frecuente que el reportero se encuentre al pie de la noticia, presente en el lugar de los hechos. En suma, podría decirse que todos los reporteros son periodistas, pero no todos los periodistas son reporteros.

“La prisa y la restricción del espacio ha minimizado el reportaje, que siempre tuvimos como el género estrella”

Gabriel García Márquez

Volviendo al misterio del primer reportero, surge la misma problemática que con cualquier estimación sobre algo demasiado lejano. El origen de todo aquello que sucede a lo largo de la historia siempre será una incógnita, y no es excepción el de este asunto: el oficio de la comunicación. Las numerosas y variadas definiciones dadas por los estudiosos del Periodismo ayudan a orientar en la interpretación y conclusión sobre qué persona recibe el título de ser el primer dedicado a la difusión de la información obtenida legítimamente – registrado en la Historia al menos-.

Todo apunta a que se trata de Heródoto de Halicarnaso, historiador y geógrafo considerado padre de la Historia en el mundo occidental. Fue el primero en elaborar un relato razonado y estructurado de las acciones humanas, para lo que viajó en busca de información que le permitiera elaborar esta obra de gran valor histórico y literario.

Aristóteles definió su estilo como “ordenado y concatenado”, pues al tratarse de la primera obra griega escrita en prosa conservada, era de esperar que se caracterizase por un estilo simple y arcaico con un lenguaje sencillo en el tratamiento de los datos más perceptibles. Todo esto, en términos periodísticos actuales, puede traducirse en un intento de dar forma e interpretar los hechos elaborando una especie de Agenda Setting y de tratarlos de una manera clara para el lector.

Se trata de Historiae, también conocida como Historias o Historia, más tarde dividida en nueve libros, uno por cada musa. En el primer párrafo explicaba la finalidad de la obra: una investigación y recopilación de los acontecimientos de aquel contexto. Se estima que fue escrita en Turios, colonia situada en la Magna Grecia en el año 430 a.C y relataba la historia, etnografía y geografía que en su tiempo aconteció. 

La clave para que el autor sea merecedor de esta designación no se encuentra en lo que narraba en sí. Más bien se trata de cómo lo hizo, en la precisión con la que trató los temas y la cantidad ingente de fuentes a las que recurrió. Además, no se limitó a narrar de manera excesivamente general, sino que profundizó hasta llegar a los aspectos más curiosos de los pueblos y personajes protagonistas de las guerras. Esto último lo hizo mediante fuentes orales, normalmente indefinidas y de cuya dudosa fiabilidad era consciente el mismo Heródoto.

«Me veo en el deber de referir lo que se me cuenta, pero no a creérmelo todo a rajatabla; esta afirmación es aplicable a la totalidad de mi obra»

Heródoto (VII, 151, 3)

También destacaron las fuentes escritas. En primer lugar, citaba a poetas como Homero, Museo o Solón, entre muchos otros destacados. También aludió a logógrafos (historiadores que le antecedieron), así como a los filósofos presocráticos, cuyas ideas exponía directa o indirectamente. Así mismo, recurrió a inscripciones, listas oficiales y administrativas de los distintos Estados y oráculos, todos ellos documentos que interpretaba ingenuamente, ya fuera por desconocer la lengua de los escritos o porque se tratase de jeroglíficos. Esto último y las explicaciones que dio a los acontecimientos humanos recogidos, no exenta de la voluntad de los dioses, no impidieron que a Heródoto se le considerase “padre de la Historia”. 

Hasta aquí, resulta evidente que el cronista griego reúne dos características esenciales que definen a un profesional del Periodismo: valorar la importancia de los hechos y ofrecer una información veraz y contrastada. La compatibilidad entre la obtención de una gran diversidad de fuentes, el razonamiento de los acontecimientos, la exposición de estas ideas de forma ordenada y el uso de un lenguaje comprensible y sencillo, son factores que respaldan que Heródoto sea considerado el primer periodista.

“El periodismo es el relato e interpretación de hechos actuales, a la luz de ciertos principios, con el objeto no sólo de informar sino de orientar, día a día a las personas que viven en la sociedad”

Horacio Hernández Anderson en su Tesis jurídica sobre el periodismo

Pero, como se ha señalado anteriormente, existe una diferencia entre el periodista y el reportero. El padre de la historia recoge un requisito más, y es que investigó en primera persona: a él no le llegó la información, sino que fue a buscarla. Además, escribió desde el mismo escenario espacio-temporal donde se desarrollaron los hechos narrados.

Por otro lado, aunque no disponía de tecnologías que facilitasen el registro de los acontecimientos en el momento, consiguió recoger los datos y testimonios sobre aquellos sucesos relativamente recientes, algo que supera el esfuerzo de todo periodista actual. En definitiva, el trabajo de Heródoto no solo es la primera obra historiográfica griega, sino que en realidad se trata de un extenso y elaborado reportaje, lo que lo convierte, por extensión, en el primer reportero de la Historia.

Nieves Concostrina y la indigencia intelectual

Fuente: Público / Jesús Pozo

Hemos podido entrevistar a Nieves Concostrina, periodista y escritora madrileña, quien actualmente colabora en los programas La Ventana y Cualquier tiempo pasado fue anterior de la Cadena Ser donde da un giro de tuerca a la historia.

En tus podcasts, hemos visto que tienes como una especie de amor obsesivo por el mastuerzo de Fernando VII. ¿Por qué decidiste hablar sobre este personaje y cómo es que te ha dado tanto juego?

Esto es una cosa que me preguntan mucho. ¿Qué por qué hablo mucho de él? Lo que me sorprende es que la gente no le tenga manía y con esto doy por hecho que nadie conoce la figura de Fernando VII.

Es uno de los personajes más nefastos de la historia de España, pero es un gran desconocido: la gente no se preocupa de conocer su historia. No es que esté obsesionada con Fernando VII, el problema es que de todos los Borbones que hemos tenido este fue el peor —junto con Alfonso XIII, Juan Carlos I e Isabel II. Sinceramente, hay muchos Borbones malos. Sin embargo, Fernando VII, este en concreto, fue un personaje infame que provocó el retroceso de España y que mantuvo una actitud en contra de la cultura del país. Un hombre lamentable. Con esto es con lo que deberían estar cabreados todos los españoles.

Cuando la gente me pregunta por qué le tengo manía a Fernando VII, mi respuesta es “¿y por qué no se la tienes? Porque no lo conoces, no sabes quién era”. Hablo de él porque fue un personaje muy importante en la historia de España y como personaje importante que es debo hablar de él, pero con la verdad: no hablo sobre lo que nos contaban de pequeños en el colegio. Antes, le llamaban Fernando VII El Deseado y eso era una absoluta mentira. Cuando somos adultos, tenemos la responsabilidad de informarnos y de culturizarnos, pero este país está a falto de eso.

En tu libro, Pretérito Imperfecto: Historias del mundo desde el Año de la Pera hasta ya mismo, aparte de que le dedicas más páginas a Fernando VII, eres muy crítica con el mundo religioso. Nos gustaría saber con quién estás menos conforme ¿con Dios o con la Iglesia?

Dios no existe. Es un personaje de ficción. Una invención. Dios es el objeto de negocio de una empresa que se llama Iglesia. No es que no esté conforme, simplemente, es que todos son unos estafadores ¿Qué Dios es el real? Dios, Alá, Yahvé, Jehová… ¿Cuál de los 200.000 que hay en el mundo es el bueno? Es una estafa. Lo que a mí me extraña es que gente con dos dedos de frente se lo crea.

No estoy disconforme o conforme con la Iglesia, solo basta con estudiar la historia de la religión para saber el mal que ha hecho la Iglesia y, sobre todo, lo que busca: ignorantes a su servicio que no se cuestionen nada y engullan continuamente las mentiras de la Biblia que no es más que un novelón impresionante.

Hay partidos políticos con intenciones compulsivas de eliminar la Ley de Memoria Histórica o de cambiarla por algo menos relevante. ¿Cómo de importante es la memoria de un país? Porque, por ejemplo, la juventud actual no lo entiende.

Tienen un problema de cultura general y de desinformación. La mayoría son unos ignorantes y por eso no lo entienden: la memoria de un país es fundamental, es la historia de sus abuelos. Yo no tengo ninguna esperanza ni con la juventud ni con nadie. No creo que vayamos a ser mejores.  

Cómo periodista, y cuando en tu momento estudiaste la carrera, ¿cómo ves a los futuros periodistas sí, como tú dices, estamos muy desinformados y desmovilizados?

Fatal. Los estudiantes que he conocido, —una mayoría, no todos— los he encontrado muy mal preparados, culturalmente deficientes, con una visión desfigurada de la historia y apuntados muchos a una carrera que, como todos sabemos, es muy fácil.

En mi época se apuntaban a Periodismo los que no sacaban nota para poder ir a otra facultad. Para poder ser periodista tienes que estar bien informado y tener un hábito de lectura —a los alumnos no los veo leer periódicos ni escuchar la radio. Insisto, la mayoría.

Hace no mucho, un año y pico, tuve una reunión en Madrid con un grupo de unos doce alumnos de la Juan Carlos I. Eran de comunicación. De los doce que había, solo dos estaban interesados en la entrevista que me estaban haciendo porque era para un trabajo. Tuve que parar la entrevista para preguntarles “oye, ustedes ¿por qué estáis aquí? ¿Por qué hacéis periodismo?”. Uno estaba mirando al techo, otro se tocaba la zapatilla… “No os interesa nada de lo que estoy diciendo y como tengo la sensación de que os estoy haciendo perder el tiempo, os pediría que os fuerais y me dejéis con los compañeros que sí necesitan hacer el trabajo”.

Ya me ha pasado varias veces, pero no son todos. Hay gente que está interesada en su oficio y quiere mostrar la verdad porque el periodismo no es contar lo que te dicen todos: es contar la verdad. Ese es el oficio del periodista y no poner un micrófono a cualquiera porque una cosa es ser objetivo y, otra cosa, es recoger las declaraciones de Hitler. Si se hace esto, el periodismo solo funciona como altavoz a los discursos de Hitler.

El periodista debe tener el criterio para contar las maldades y estupideces de otros sin darles voz. Por ejemplo, no hace mucho, en un magazine de La Sexta, la presentadora, aparentemente indignada, anunció la última pieza donde aparecía una influencer que había hecho algo vergonzoso. Mostraron la pieza e hicieron un reportaje sobre la influencer diciendo que lo que estaba haciendo era una salvajada. Pero hicieron exactamente lo que estaban criticando, dar voz a una estúpida y regalarle un reportaje fantástico sin explicar dónde estaba la supuesta salvajada. Alguien al otro lado atendería más a lo mona que era la muchacha y a la tontería que decía, que a la supuesta crítica.

Es el viejo debate entre la obligación de informar con la acción de poner un micrófono a cualquiera. Si alguien dice que llueve y otro dice que no, el deber del periodista es asomarse a la ventana y ver si llueve realmente. No se le puede dar voz a todo el mundo porque ahí los tienes, a los del partido «color verde moco», diciendo que la violencia no tiene género.

Volviendo a la historia, esta en los colegios se da fría y distante. Tú lo haces de una manera más llevadera y cercana. ¿No sería más interesante dar las clases de historia como tú lo haces?

Sé que siguen habiendo los mismos malos profesores de siempre, pero también hay buenos profesores. Los “malos” simplemente no les gusta la historia y la cuentan desde un punto de vista derechista: siempre que no pongan delante de la palabra Franco “el Dictador” ya tienes a un facha delante.

No soy docente para saber cómo hacerlo. Solo la doy como me hubiera gustado que me la contaran. La narro desde mi punto de vista periodístico y con la libertad que tengo para contarlo. Libertad para poder decir cosas como que la Monarquía es corrupta, que la Iglesia es una gran estafa moral y que solo viven del negocio o que Dios es mentira. Yo ya tengo mi libertad conseguida y lo que está por venir ya es problema de las generaciones futuras que ya veremos cómo os la apañáis porque lo tenéis muy difícil.

En el programa Acontece que no es poco narras anécdotas de la historia que la gente desconoce ¿por qué decidiste hablar sobre historia de esta manera? Por ejemplo, del verdadero origen de la bandera de España.

Yo no cuento anécdotas. Las anécdotas son una cosa pequeña, corta y graciosa y yo no hablo de eso. Yo cuento historias, pero como lo hago en un tono más cercano parece que son anécdotas. La historia de la bandera de España no es una anécdota: es la historia del nacimiento de la bandera de España.

¿Por qué no le tengo ningún cariño a la bandera de España? Primero, porque es la que impusieron los golpistas fascistas arrancando la oficial y democrática que ondeaba en la España democrática, aunque luego la asumiera la Constitución del 78 porque la transición nos la organizaron, en gran medida, los franquistas. Segundo, nació en un despacho y lo que nace en un despacho no se le puede tener el cariño que, por ejemplo, le tienen los franceses a su bandera que nació de una revolución o los estadounidenses a la suya, que surgió de la independencia con Reino Unido. Ahí hubo unos ciudadanos que lucharon por una bandera.

En España nadie luchó: la inventó Carlos III en su despacho y luego Isabel II la hizo bandera nacional —esa bandera solo la utilizaba el ejército. La primera bandera española democrática es la republicana, la que aparece por primera vez recogida en una constitución democrática, en la de 1931.

La bandera de la Constitución era la de la República. La otra es fruto de un golpe de Estado. La actual tuvieron que hacerla constitucional durante la Transición.

Has trabajado tanto en prensa como en radio, pero, hoy en día, estás más activa en el sector radiofónico ¿por qué te atrae más la radio?

Al principio trabajé en el desaparecido Diario 16. Cuando cerró, nos despidieron a todos. Tuve que buscar trabajo. El oficio te va moviendo, tú no eliges dónde vas a trabajar. Te adaptas.

Cuando se me presentó la oportunidad de la radio… Me encantó. La radio es muy bonita: te permite escribir —los guiones los tengo que hacer previamente—, no tiene la tensión de la televisión, es inmediata y difícil de manipular porque nadie puede interpretar tus palabras. En prensa esto es peligroso y se corre un gran riesgo. Por ejemplo, las cosas que estoy contando dichas de otra forma pueden ser perjudiciales para mí. Hay gente que por un buen titular mata. Es una cuestión de confianza en la otra persona, pero eso depende de la profesionalidad de cada uno.

A mí lo que más me gusta es la radio. La televisión no tanto porque se pierde mucho tiempo con cualquier intervención, hay muchas horas de maquillaje, de cambios de platós…

Sin embargo, has estado haciendo la serie documental Pioneras.

Sí, ya lo hicimos. Solo han sido cuatro capítulos, pero ya está hecha. Para lo poco que aparezco ha llevado mucho tiempo aun así me ha gustado porque se ha quedado como una serie reflexiva y seria. Hay un gran trabajo detrás, ya que, obviamente, no he sido solo yo. Parece que yo, que pongo la cara, me llevo todo el mérito, pero no es solo mío: es de los directores, de los guionistas, de la productora que tuvo la idea, de todas las invitadas… Todos ellos han estado trabajando arduamente en este proyecto. Y por, poco que parezca, lleva bastante tiempo.

La radio es, para mí, mucho más cómoda. Justo ahora estoy terminando de escribir en la intimidad de mi despacho un guión para el miércoles que viene para La Ventana de Carles Francino. Me conecto a la radio y entro para hablar con él. De esta forma, no me tengo que preocupar por si tengo el ojo pintado o los pelos de punta. Nadie se va a entretener con mi imagen porque no quiero que me digan “no me gustó el jersey que llevabas” “Vale, pero… ¿Te gustó lo que dije?” “Es que en eso no me fijé”. La imagen es algo que no me preocupa.

Como última pregunta, si tuvieras que hacer un libro histórico sobre los políticos actuales ¿cómo los describirías?

Te podría decir de los dirigentes de Madrid, que son los que sufro más. A Isabel Díaz Ayuso y su caravana de políticos los calificaría como “indigentes intelectuales”. Son personas muy mal preparadas y, sobre todo, lo que más me preocupa es que son retrógrados y machistas. Los llamo la Triple A —Ayuso, Aguado y Almeida— con el plus de la Villacís.

Creo que el gobierno actual lo está haciendo bien: se han encontrado con una pandemia absolutamente impresionante y, menos mal, que tenemos este gobierno de coalición. Si hubiera habido uno de derechas yo no quiero ni imaginar lo que podría haber sido. Lo último que importaría sería los españoles. Un partido corrupto hasta la médula… No me quiero imaginar cómo hubieran gestionado las ayudas europeas que, seguramente, habrían ido a parar a las manos de los empresarios y los corruptos. El PP es así: por un lado, Cifuentes robando cremas y permitiendo que falsifiquen su Máster y que otros sean condenados por falsificar un documento público para sustentar su mentira. Es de lo más rastrero.

La derecha en este país es de vergüenza. A mí me gustaría que hubiera una derecha decente, una buena oposición en España. Ciudadanos tuvo su oportunidad y la perdió. En vez de ser la alternativa al PP y hacer una posición seria, se sumaron a la ultraderecha.

“Sáquenme de aquí por favor”: la historia de un periodista que murió por COVID y escribió su último relato desde el hospital

Augusto Itúrburu ingresaba el pasado marzo en un hospital ecuatoriano por una simple tos causante de un positivo en COVID que le arrebató la vida un mes después
Augusto Itúrburu. Fuente: diario El Telégrafo

Latinoamérica era arrasada con especial fuerza por la primera ola de la covid-19 arrastrando la vida de miles de personas. Guayaquil, Ecuador, fue la primera ciudad afectada. En el primer mes y medio de la pandemia en Guayas, provincia donde se ubica Guayaquil, murieron 16.000 personas. Allí residía Augusto Itúrburu, un periodista cuya muerte estuvo envuelta en cierta polémica el pasado abril.

La crítica situación en Guayaquil en la primera ola de la pandemia. Familias conviven con los cadáveres de sus parientes. Fuente: YouTube: El Mundo

Augusto trabajaba desde 2013 en el diario ecuatoriano El Telégrafo. Sus trabajos en relación con el deporte le hacían destacar entre la redacción por su afición al mismo. Años más tarde aceptó formar parte del Comité de Empresas del diario por su gran profesionalidad.

Habían pasado pocas semanas del fallecimiento de su madre por cáncer de estómago. Augusto comenzó a sentir malestar a principios de marzo. Sus compañeros de trabajo recuerdan: «Él bromeaba, tosía y decía ‘ojalá que no sea coronavirus’”. Acudió finalmente al hospital, donde simplemente le recetaron unos antibióticos que no resultaron ser muy efectivos. Una semana después regresaba al centro hospitalario, en el que a pesar de presentar claros síntomas de ser portador del virus, no se le realizó ninguna prueba. Diez días más tarde se la realizaban, obteniendo en esta ser positivo como era de esperar. Fue ingresado en el Hospital Los Ceibos el 23 de marzo por dificultades respiratorias. Era tarde para frenar el virus. Falleció el 15 de abril de 2020 a la temprana edad de 40 años.

Augusto Itúrburu. Fuente: El Universo

El 29 de febrero, el periodista acudía a una conferencia de prensa en la cual componentes del gobierno nacional anunciaban el primer caso de coronavirus en Ecuador. La vida parecía avisarle. Él no trabajaba para la sección de salud, pero aquel día le tocó hacer guardia. En el acto no hizo ninguna pregunta. Mostraba cierta indiferencia en el tema. Sus allegados cuentan que en la intimidad se burlaba del virus quitándole importancia. Ese virus que meses después acabaría con su vida.

El diario El Telégrafo informa de la muerte de Itúrburu. Fuente: Instagram

El día de su ingreso, Augusto dejó sus objetos personales en una bolsa roja. Sus pertenencias serían entregadas a sus familiares (o al menos eso le transmitían). El personal del hospital le permitió quedarse con su móvil. Esto era inusual, pues la mayoría de pacientes que ingresaban por covid-19 no tenían ningún tipo de comunicación con el exterior.

Su teléfono fue su fiel compañero en aquella soledad. En él se desahogaba y hablaba con sus familiares. A través de este escribió el que sería su último relato. Augusto enviaba sus desahogos al que fue además de su amigo, su antiguo editor. El último mensaje que este recibió decía: “Esto agota el cuerpo”. Él ya intuía que no saldría con vida de aquella habitación. Cuando su amigo le dice que se recuperará, Augusto responde: «Lo dudo». Su novia también recibía frecuentes mensajes. “Sáquenme de aquí por favor”, le escribía.  

El 27 de marzo Augusto fue entubado. El personal sanitario le retiró el móvil para que dejara de pensar en el exterior.

La polémica llegaría tras su muerte. Su hermano, Nelson Itúrburu, contaba a los medios que las pertenencias de aquella bolsa roja nunca aparecieron. “Yo estaba en la morgue cuando mi papá me llama, y me dice que han sacado la plata de la cuenta del banco, que la tarjeta (que tenía Augusto cuando ingresó al hospital) estaba activa y que esa mañana habían sacado la plata”, contaba. Decidieron denunciar, abriéndose así una investigación.

Comunicado oficial del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social ante la denuncia de los familiares de Itúrburu. Fuente: Twitter (@lahistoriaec)

Este no fue el único robo que se ocasionó en este hospital. La gran cobertura mediática de esta noticia dio el impulso necesario a otros ciudadanos afectados para denunciar.

La historia de Augusto Itúrburu no es más que un reflejo de la tragedia que supone esta pandemia para miles de familias. El horror de la desesperación se hacía notar en cada rincón de aquel hospital. Augusto lo garantizaba desde su móvil. Un móvil mediante el que ha sido posible conocer cada pensamiento de un afectado. Pensamientos comunes alrededor del mundo sin importar raza, género o edad.