El cáncer es una enfermedad que, con tan solo nombrarla, nos provoca una sensación de miedo e incertidumbre. Afortunadamente, la investigación ha tenido grandes avances que han beneficiado a su diagnóstico y tratamiento. Es por esto que es esencial su financiación y apoyo.
El cáncer en la pandemia
El SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) escribió sobre la necesidad de destinar recursos técnicos y humanos con la finalidad de evitar diagnósticos tardíos que dificulten el tratamiento de los pacientes con cáncer. Durante la presentación online de Las cifras del cáncer 2021, el pasado febrero, el doctor Rodríguez Lescure aseguró que un 20% de personas con esta enfermedad aún no han sido diagnosticadas debido a la pandemia.
Estos diagnósticos que no se lograron realizar en 2020 se irán haciendo durante el 2021, por lo que el nivel de casos y de mortalidad, al detectarse en fases más avanzadas, se verá afectado.
Desgraciadamente, la crisis del coronavirus consiguió una vez más perjudicar a la sanidad pues gran parte de los recursos sanitarios fueron puestos a su disposición. Consecuentemente, otras enfermedades quedaron «descubiertas» en su proceso de dictamen y curación.
Inversión en el cáncer
Las consecuencias de limitar los recursos necesarios para el cáncer han sido visibles durante el último año de pandemia. No solo para el diagnóstico y tratamiento, sino también para su investigación. Se pone de manifiesto la importancia de invertir y proporcionar los recursos esenciales en sanidad, para evitar un empeoramiento de un problema tan serio como pueden llegar a ser las enfermedades graves.
En 2021, el Gobierno Español destinó un 60% de los fondos proporcionados por la Unión Europea para afrontar al coronavirus en ciencia. Una ayuda económica favorable pero, como indica Xosé Bustelo, presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), hay que replantearse la situación que habrá a la hora de recibir estos fondos que vienen de fuera.
Hay diversas asociaciones y organizaciones que se encargan de la investigación del cáncer en España. Algunos ejemplos son ASEICA, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) o la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), entre otras muchas.
Los avances de la investigación
Gracias a todo el trabajo de investigación alrededor de este enfermedad se han conseguido grandes avances.
Algunos de ellos como la biopsia líquida, que permite hallar las células cancerígenas en la sangre mediante el análisis de su ADN, han conseguido dar un importante paso a favor del detenimiento y la prevención contra el cáncer.
Por otra parte, cabe destacar el progreso del estudio en la metástasis en el que investigadores de la Universidad de Ginebra han identificado un tipo de células que inducen a dicho proceso en el cáncer de colon.
SOCIEDAD AMERICANA DE ONCOLOGÍA CLÍNICA (ASCO)
Según reporta EFE Salud, la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), en su encuentro de este año, informó sobre importantes avances en la investigación de algunos tipos de cáncer.
En cuanto al cáncer de mama, en la investigación de Olimpia se descubrieron dos genes hereditarios, el BRCA 1 y el BRCA 2, que aumentan el riesgo de padecer un cáncer más grave en mujeres jóvenes.
En el cáncer de próstata, se ha experimentado con el radiofármaco el lutecio en aquellos tumores que ya no obtienen resultados con otros tratamientos. Además, se averiguó que los hombres negros tienen un mayor riesgo de padecer este tipo de tumor. Asimismo, en este estudio se ha hallado indicio en los que un alto nivel de PSA, proteínas de las células, aumenta el riesgo de metástasis.
Por otro lado, la inmunoterapia ha podido llegar al tumor de esófago y ha experimentado con ella con el carcinoma, tumores que comienzan en la piel o en la superficie de las células de órganos internos, de las células renales. También se discutió sobre la aplicación de esta terapia en el cáncer de pulmón en las primeras fases.
¿Cuál es el futuro de la investigación contra el cáncer?
La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha asegurado que los futuros tratamientos deberán pasar por la interdisciplinariedad y será necesario trabajar junto a matemáticos, físicos e informáticos. El objetivo final de esta tarea cooperativa de investigación sería la aceleración del proceso desde el diagnóstico hasta la elección del tratamiento idóneo.
La terapia dirigida y la inmunoterapia también parece que tienen un futuro prometedor dentro del tratamiento de la enfermedad.
En primer lugar, la terapia dirigida se trata de una serie de fármacos que actúa sobre los genes y proteínas que ayudan a las células cancerígenas a sobrevivir. Además, tiene menos efectos secundarios que la quimioterapia al afectar a un menor cantidad de proteínas. A veces, ambos procedimientos son utilizados juntos. Actualmente, se está estudiando sobre nuevos métodos dentro de la terapia dirigida.
Según el National Cancer Institute la inmunoterapia es un tipo de terapia biológica que usa sustancias producidas por organismos vivos para tratar el cáncer. Refuerza nuestro sistema inmunológico para que consiga atacar con mayor eficacia a las células cancerígenas. Ha conseguido mejorar los resultados de la quimioterapia y la calidad de vida de los pacientes.
Gracias a las diversas investigaciones que se han realizado durante los últimos años la mortalidad del cáncer ha disminuido. Todavía queda mucho por averiguar sobre esta enfermedad. Por ejemplo, cuál es el origen de algunos tipos de cáncer o conseguir terapias más avanzadas para tener mayor probabilidad de éxito.
Para ello se debe reconocer la importancia y la necesidad de su investigación Apreciar el gran trabajo que hay detrás de cada uno de los adelantos sanitarios que se consiguen para garantizar un diagnóstico más preciso y tratamiento de calidad.
Si queremos que este progreso siga adelante hay que apoyarlo, para que obtenga los recursos necesarios por parte del Estado y también de otras instituciones que puedan ayudar. Para que se consiga acabar con ella como enfermedad grave. Y que finalmente, algún día, la palabra «cáncer» deje de producir miedo por todo el dolor y pérdida que es capaz de causar.