Saga Winx: ¿animación o live action?

Las hadas llegaron a Netflix con Destino: La Saga Winx el 2 de enero de este mismo año. Serie en la que Bloom (Abigail Cowen) llega al Otro Mundo para formarse como hada de fuego en la prestigiosa escuela de Alfea, donde terminará por descubrir los secretos de su pasado y el de su familia. Así, junto al resto de sus amigas tendrán que enfrentarse a Rosalind (Lesley Sharp) y a la amenaza más allá de la barrera: los Quemados.

“Si lo quieres, tú lo serás, una del club”, dice la canción principal de la serie de dibujos animados, Winx Club. Era el sueño de muchos niños y niñas nacidos en el 2000, agolpados todos los días de emisión frente al televisor… Ser parte de ese fantástico mundo mágico. Sin embargo, esos niños han crecido y las Winx han querido marcar lo que ahora puede ser el fin de su etapa adolescente o el principio de su etapa adulta.

En esta nueva serie fantástica de la plataforma americana, los dibujos han pasado a ser personas de carne y hueso. Entonces, ¿están todas los protagonistas originales? Bloom, Stella, Flora, Tecna, Musa, Layla… Desgraciadamente, no. Tampoco están todos los especialistas que acompañaban a las hadas o, al menos, de momento.

Reparto del live action en comparación con la serie animada. Fuente: Pinterest
Atención: contiene spoilers

En principio, la premisa de esta adaptación parece ser mucho más oscura y adulta de lo que era la serie original. Desde el capítulo uno se presentan unas criaturas llamadas “Quemados” que viven más allá de la barrera que protege a la escuela Alfea. Estos seres son invención propia de la productora, pues son las Trix las «malas» de la serie original. Sin embargo, parece ser que Beatrix (Sadie Soverall) tiene algo que ver, pues “revive” a los «quemados» con su poder de tormenta. ¿Acaso es un guiño a las Trix? Su nombre sí parece serlo y su poder recuerda a Stormy.

Respecto a los personajes secundarios, hay algunos de los especialistas de la serie original entre los que se encuentran Sky (Danny Griffin) y Raven (Freddie Thorp). Los especialistas son un grupo de estudiantes formados para ser guerreros hábiles en batalla. Aunque en los dibujos tenían armas mágicas, aquí no parece haber justificación al por qué hay personas sin poderes como ellos en el «Otro Mundo».

Aunque una parte de la serie permanezca siendo fiel, a los fans todavía les duele la pérdida de Tecna, hada de la tecnología, y Flora, hada de la naturaleza. También el cambio en el nombre de Layla, ahora llamada Aisha (Precious Mustapha), hada del agua. E incluso los nuevos poderes de Musa (Elisha Applebaum) quien pasa de hada de la música a la de la empatía.

En la nueva adaptación es Terra (Eliot Salt) quien tiene los poderes de Flora e incluso se la llega a nombrar cuando dice que es su prima. ¿Eso significa que va a aparecer? La posibilidad está ahí, y son muchos los que lo están pidiendo a gritos. Las preguntas sobre si más adelante aparecerá Tecna e, incluso, el resto de especialistas como Brandon o Helia está en el aire. Porque, tal y como pasaba en la original, cada hada tenía a su especialista predilecto.

Pero parece que Netflix optó por cambiar las relaciones amorosas. Y lo que antes era una relación de amistad entre Stella, el hada de la luz (Hannah van der Westhuysen) y Sky, ha evolucionado hasta ser una relación de pareja. Aunque esto no impide que Bloom vaya a permanecer muy distanciada de su especialista favorito.

Fotograma de la serie entre Stella y Sky. Fuente: Elite Daily

Es la trama de Beatrix la que se presenta más o menos fiel a los dibujos: infiltrarse en la escuela, “hipnotizar” (en este caso, seducir) a Raven y Dane, y conseguir información secreta que la directora de la escuela, Farah Cowling (Eve Best), mantiene en su despacho. Todo esto con un propósito: despertar a Rosalind. Esto mismo podría sonar a algunos pues en Élite, ya aparece un trío peculiar parecido al de la serie en la primera temporada.

Es obvio que los cambios son buenos y a esta serie le venían bien si es que quería ser independiente de las referencias con Winx Club. Pretende que las protagonistas sean el prototipo adolescente más común: drogas, fiesta, alcohol y sexo. Aunque como punto a favor, han conseguido que temas como traumas familiares (la muerte de la madre de Musa o el descubrimiento de Bloom de que es una “intercambiada”) pasen a hablarse de forma abierta y sin prejuicios. Y, para variar, se han adaptado a esa lucha contra los cuerpos ideales. Si bien las Winx originales eran personajes con un cuerpo extremadamente delgado y curvas perfectas, las nuevas Winx han introducido cuerpos realistas y diversos.

Lo que sí parece ser una crítica de los fans son las tramas de Terra y Dane (Theo Graham). En primer lugar, la línea argumental de Terra desde un principio es el desplazamiento que los estudiantes le hacen por ser aburrida o pesada, además de reflejar las inseguridades del personaje con el tamaño de su cuerpo. ¿Su único problema? Ser gorda. Lo mismo pasa con Dane, un especialista que parece ser homosexual. ¿Su trama? Ser parte del colectivo. Y ahí Netflix vuelve a estropearlo. Se necesitan personajes LGTB cuyo hilo argumental no sea exclusivamente ser del colectivo: son personas cualquiera con muchos más problemas. Ni que decir tiene que el personaje de Musa solo se centra en Sam (Jacob Dudman), hermano de Terra, pues parece que sin él, Musa se queda apartada en el rincón de “no relevante”.

Fotograma de la serie con Terra, Musa, Dane y Sam, de izquierda a derecha. Fuente: Fangirlish

Lo que sí ha quedado claro es que los argumentos van cayendo conforme la historia avanza. Hay demasiados agujeros de guión, con multitud de tramas abiertas que se quedan sin resolver, todo aventurado y abierto a una segunda temporada. De hecho, Netflix ya ha avanzado que tienen todo planeado para unas cuatro temporadas ya que es un mundo con muchas posibilidades.

Pero esto mismo puede hacerles perder en la balanza contra los espectadores. Es cierto que el estreno de la serie ha causado furor y que dentro de lo que cabe, entretiene y tiene una buena premisa. Pero esta misma se va desmoronando en tan solo seis capítulos.

Ni que decir tiene lo que a Netflix le gustan los guiños a lo oscuro. No solo le valía con rescatar a una actriz de Las escalofriantes aventuras de Sabrina, sino que además ha querido copiar los carteles promocionales de la serie Witch.

Al final las opiniones se dividen. ¿Seguirá cayendo la trama en la segunda temporada? Muchos esperan que no, pues al final este nuevo mundo de hadas ofrece un abrazo a todos aquellos fans que llevan en su corazón la serie de dibujos animados. Los cambios son buenos, pero también hay que saber adaptarlos, claro está.

Valoración

Puntuación: 3 de 5.

El mundo es amplio, con muchas posibilidades de argumentos y personajes interesantes. La ambientación está bien y la trama de la protagonista sin duda es la mejor llevada. Pero el resto de personajes carecen de una historia individual que les haga destacar, por no decir que Netflix no se ha librado de las comparaciones con la serie original.

El intento ha estado bien, pero se necesitan pulir aún muchos detalles para que las nuevas Winx brillen por sí solas sin recurrir a la vieja gloria que es la serie animada.

En esta primera temporada no se ha cerrado ningún hilo argumental, por lo que todas las soluciones tendrán que esperar a una segunda parte que, esperemos, esté mejor construida que la primera.