El onanismo o masturbación es la actividad sexual más frecuente entre los seres humanos. También es la más práctica, pues no depende de nadie más que del propio individuo. Estaba muy demonizada siglos atrás, pero poco a poco la sociedad ha ido normalizándola.
A día de hoy, esta normalización aparenta ser mucho más propensa en el sexo masculino que en el femenino, pudiendo llegar a considerarse incluso tabú. Sin embargo, según un estudio británico realizado en 2008 por la sexóloga Makeda Gerressu, no hay mucha diferencia entre ambos: Un 95% de los hombres aseguran masturbarse, frente a un 89% de mujeres. Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de la masturbación?
En primer lugar, a nivel sexual es bastante útil. Es una forma de autoaprendizaje y autoconocimiento para explorar nuestro propio cuerpo y experimentar con distintos gustos, además de conocer nuestras limitaciones. Es una forma de cumplir con la fantasía sexual de cada uno sin tener que depender de nadie ni comprometerse.
«La masturbación más que pedir fantasías las exige»
Nancy Friday
Según la escritora Nancy Friday «La masturbación más que pedir fantasías las exige», pues se cumplen en el momento y no hay que rendir cuentas a nadie. Además, la autoerótica incrementa el deseo sexual, siempre que no se practique de forma excesiva. No se puede ser infiel con la masturbación siempre que sea un acto individual y no implique a otra persona, sería como tratar de infidelidad a los sueños.
Dentro del plano psicológico, nuestra colaboradora la psicóloga Estrella Cubiles, afirma que provoca una combinación muy variada de sentimientos y emociones. Puede ir desde la culpabilidad y el rechazo a la satisfacción y el bienestar. Permite acabar con el estrés y liberar tensiones, lo cual es bastante recomendable dentro del trabajo.
Asegura también que esta práctica sexual mejora el sueño, lo cual es primordial, teniendo en cuenta lo que repercute dormir bien en el estado de ánimo. Es una dotación del ser humano a sí mismo para poder librarse de ese miedo interno que limita las relaciones sexuales, conociéndose más a sí mismo. Este autoconocimiento deriva en un aumento de la autoestima, como culminación de todos estos beneficios.
También implica una serie de ventajas en la salud física. La psicóloga Cubiles apoya la idea de que disminuye el riesgo de contraer un cáncer de próstata, o el de tener un infarto de miocardio, ya que la masturbación baja la presión arterial. También indica que posibilita mejorar el control de la vejiga por parte de las mujeres. Existen rumores de que con la masturbación se pierde testosterona, sin embargo, esta práctica sexual cuenta como ejercicio. No obstante, se recomienda no abusar de esta, y que se practique después de realizar los entrenamientos y no antes.
A pesar de todos estos beneficios, no se puede obviar la necesidad de una educación sexual en torno a la masturbación. Esto puede ser esencial para eliminar esas connotaciones negativas alrededor de esta, que solamente podrían ser reales en casos extremos de masturbación compulsiva o adicción.
Cultura No Fap
Se está extendiendo dentro de Internet una especie de filosofía de vida llamada No Fap. Como su propia traducción indica consiste en no masturbarse. Es uno de los resquicios que quedan de la demonización de esta actividad. Podría tener su origen en un desafío llamado No Fap September que surgió en la página 4chan. Este reto consistía en aguantar el mes de septiembre entero sin masturbarse.
Esta cultura la han impulsado varios youtubers que intentan cumplir con ese desafío, no solo un mes, sino 90 días. Cuando cumplen ese trimestre, extienden el reto al resto de su vida. Suelen culpar a la masturbación de aspectos como la abulia, la frustración sexual, el conformismo, el fracaso en el amor… Para ellos, el fin de la masturbación supone el fin de todos esos aspectos.
Si bien es cierto que masturbarse de manera excesiva y demasiado frecuente puede acarrear malas consecuencias, está demostrado que los beneficios de una masturbación controlada tienen mucha más presencia que sus posibles perjuicios.