Los cambios en la nueva Ley Trans

El Gobierno de España aprueba el Anteproyecto de la Ley Trans, con la cual Irene Montero, Ministra de Igualdad, asegura será “un paso de gigante en los derechos LGTBI y particularmente los derechos de las personas trans”. Con esto, España se une a países como Argentina, Portugal, Malta y Dinamarca, entre otros.

A esta norma, impulsada por la Ministra de Igualdad y el Ministro de Justicia del Gobierno, Juan Carlos Campo, se le ha dado luz verde. Sin embargo, aún debe pasar primero por órganos consultivos, después volver al Gobierno y, por último, pasar al Congreso antes de su aprobación definitiva.

Con esta ley las medidas que se toman son:

Las personas transexuales no serán reconocidas como enfermas, lo cual queda ya indicado en la actualización del CIE-11 de la Organización Mundial de la Salud, ni tendrán que presentar un informe psiquiátrico o médico que acredite que están enfermas para ser reconocidas.

También se reconoce el derecho de las niñas y niños a ser escuchados no solo en los aspectos que se encuentran dentro de la Ley de Infancia, sino también en otros ámbitos.

Incluye varios derechos LGTBI de forma integral, es decir, presenta medidas para hacer frente a las discriminaciones que sufren en el empleo, en la salud y en la educación, entre otros campos. Las más importantes que menciona la Ministra de Igualdad son:

  • Las mujeres lesbianas, bisexuales, sin pareja y las personas trans con capacidad de gestar, tras 7 años, tendrán de nuevo derecho y acceso a las técnicas de reproducción humana asistida.
  • La filiación de los hijos/as de las mujeres lesbianas y bisexuales, aunque no estén casadas, Irene Montero señala “A partir de ahora a las mujeres lesbianas o bisexuales con hijos o hijas se les reconocerá a ambas como madres”.
  • Con independencia de que la persona haya dado su consentimiento, queda prohibido las terapias de conversión, aversión o contra condicionamiento destinado a modificar la orientación, identidad sexual o la expresión de género de las personas.
  • Legislan los derechos fundamentales de las personas intersexuales y establecen un régimen de infracciones y sanciones para asegurar su derecho a no sufrir mutilación alguna al nacer o el de no tener que ser identificado en un sexo que no tienen definido durante los primeros meses de vida.

Acorde a la página oficial del Gobierno de España, la Ley Trans agrega medidas que favorecen el acceso de las personas LGTBI al trabajo, sobre todo de las mujeres transexuales, y otras de igualdad en el ámbito laboral. Garantiza que la atención sanitaria a las personas trans se realizarán en función a los principios de no patologización, autonomía, codecisión y consentimiento informado. Al mismo tiempo, el profesorado deberá presentar en su currículum conocimiento y formación sobre la diversidad sexual, de género y familiar.

Fuente: unsplash / Mary Saxaroz
¿Qué proceso hay que seguir para el cambio de sexo?

Destacar que ya no es necesario presentar un documento oficial de un psicólogo o un médico en el que se declare que estás enfermo para modificar su nombre y sexo en el DNI, ni para la hormonización.

Por tanto, las personas trans realizan su determinación de la identidad ante la persona encargada del Registro Civil, sin pruebas ni testigos, en una doble comparecencia.

Estas rellenarán un formulario en el que expondrá su disconformidad con el sexo mencionado en su DNI y la petición de cambio. A continuación, el mismo encargado del Registro Civil informará a la persona de las consecuencias legales que tendrá el dicho cambio, dando la posibilidad de rectificación.

Hablamos de una doble comparecencia ya que, pasados como máximo 3 meses, la persona debe presentarse de nuevo ante el encargo del Registro Civil y confirmar su solitud y la permanencia de su decisión de cambio de sexo. Durante el mes siguiente a esta segunda comparecencia, el encargado del Registro Civil dictará una solución.

Esta Ley reconoce que todas las personas mayores de 16 años podrán solicitar la rectificación del registro de su sexo por sí mismas ante Registro Civil. Las personas mayores de 14 y menores 16 años, acompañadas de sus representantes legales también podrán realizar el proceso. En el caso de que exista un desacuerdo entre los progenitores, la persona deberá presentarse con un defensor judicial.

En cuanto a los mayores de 12 años y menores de 14, el procedimiento será mediante Jurisdicción Voluntaria, es decir, “con intervención judicial para comprobar la madurez necesaria del menor y la estabilidad de su voluntad de rectificar registralmente la mención de su sexo” ha explicado el ministro de Justicia.

Georgine Kellermann: una periodista que dejó de esconderse

Georgine Kellermann, de 61 años, es una periodista transexual alemana a la que una casualidad le cambió totalmente la vida. Esta mujer se ha convertido en un ejemplo de diversidad para la televisión alemana.

Kellermann siempre había pensado que comenzaría su transición cuando se jubilara, dado que su puesto como periodista reconocida le pesaba mucho a las espaldas. La alemana temía dar el paso mientras seguía trabajando delante de las cámaras por la reacción que podría generar entre la gente y entre su propio entorno, por lo que había decidido alargar el inicio de su transición hasta el momento de su jubilación. Sin embargo, los planes de la periodista se torcieron.

Georgine Kellermann en la sede de WDR. Fuente: Michael Englert. El País

El año pasado, durante sus vacaciones en EE. UU., con todavía apariencia masculina, Kellermann decidió salir a la calle maquillada, con las uñas pintadas y calzando unas bailarinas, dado que se encontraba lejos de su país y no le apetecía fingir. Se sentía cómoda y tranquila puesto que estaba siendo quien verdaderamente era. Todo iba bien hasta que en el andén de la estación de tren se encontró casualmente con una colega de la televisión, a la que en otro momento habría tratado de esquivar, pero que, en esa ocasión, con mucha valentía y coraje, decidió acercarse y saludar. La reacción de su compañera fue totalmente inesperada, ya que, en vez de burla o rechazo, lo que le transmitió fue confianza y esperanza, dándole la fuerza necesaria para dar el paso definitivo que la llevaría a la felicidad. El día que volvía a Alemania, y antes de subirse al avión, actualizó su perfil de Facebook, acabando con George y dando lugar a su nueva vida como Georgine. En ese momento, posteó una foto en la que no pararon de subir los “me gustas”, reforzando la firmeza de que había hecho lo correcto. 

Kellermann pensaba que su decisión iba a generar revuelo en su lugar de trabajo, el canal de televisión WDR, donde hoy en día es jefa territorial, teniendo a 120 personas bajo su cargo. Sin embargo, para su sorpresa, la reacción de sus compañeros fue muy positiva. Ella les explicó que tenía la necesidad de cambiar y ellos de manera considerable le mostraron su apoyo. Muy emocionada la misma Kellermann reconoció a El País que “aquello fue muy alentador”. Todos fueron bastante respetuosos y su lugar de trabajo se adaptó rápido a la nueva persona en la que se había convertido: cambiaron su nombre en la puerta de la oficina, al igual que la firma del mail y de las tarjetas. Uno de los mayores miedos de Georgine a la transición era que no la dejasen trabajar como lo había hecho durante tantos años, delante de las cámaras, lo cual no supuso un problema para el jefe de recursos humanos de la empresa, quien abogó por la visibilidad de la diversidad en los medios de comunicación.

Foto de presentación de Georgine Kellermann en WDR. Fuente: WDR

En su vida privada, la periodista reconoce que siempre se había sentido una mujer. En la intimidad de su casa, antes de la transición, Georgine vestía con trajes femeninos, con los que sentía totalmente cómoda, como afirma en su entrevista a El País: “En cuanto llegaba a casa, lo primero que hacía era ponerme un vestido. Sé que eso no me convierte en una mujer, pero para mí era un símbolo”. Por esto, cuando dio el gran salto hacia lo que sería su felicidad, ya tenía el armario completo de ropa que ahora podría ponerse públicamente.

“En cuanto llegaba a casa, lo primero que hacía era ponerme un vestido. Sé que eso no me convierte en una mujer, pero para mí era un símbolo”

Georgine Kellerman

Georgine Kellermann es una más de las numerosas mujeres transexuales que se han liberado gracias a la transición, consiguiendo ser la persona con la que siempre había soñado, sin importarle qué diría la sociedad o su entorno más cercano. Es un ejemplo de lucha, a pesar de los inconvenientes y el tiempo que tardó en tomar la decisión, sobre todo al ser un personaje público que está de cara a la gente, normalizando su imagen y dando voz y prestigio al colectivo en la pequeña pantalla.

Lo que la historia ha omitido

Actualmente existe un intenso debate sobre la sexualidad que ha provocado la aparición de nuevas investigaciones junto a conceptos o clasificaciones diferentes que están comenzando a emerger contra los estereotipos sociales. Antes de meternos de lleno en ello, mejor empezar desde una definición: la sexualidad va orientada a dos ámbitos; sexual e identidad. Según la RAE, la sexualidad es el «conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo, o apetito sexual».

Identidad sexual. Fuente: Diario Sur

Todas las personas tenemos un género, un sexo y una orientación que, si bien se relacionan entre sí, son diferentes. Por ejemplo, existen dos tipos de identidad: una sexual (el sexo biológico otorgado al nacer a partir de la interpretación de nuestros genitales) y de género (identificación de una persona con una identidad masculina, femenina o andrógina, que es el encuentro de ambos rasgos sin que exista dominancia de uno u otro).

Sin embargo, la sociedad y su cultura influyen de manera directa en la concepción del género, llegando a crear los llamados “roles de género”, pues va más allá de lo biológico, el ser hombre o mujer está ligado a la forma de comportarse o de vestir, por ejemplo.

Esta concepción hoy en día es algo que se está rompiendo, aunque su lucha lleva consigo muchos años. Comenzó como una reivindicación por parte del colectivo homosexual, quienes pedían ser tratados igualitariamente tanto en el ámbito social como en el de oportunidades, y se ha convertido en lo que es ahora: el colectivo LGTBIQ+ luchando por poder expresar su sexualidad libremente, su identidad y sus preferencias sexuales, y contra el desprecio que se sigue manifestando hacia ellos.

Manifestación de la Gay Activist Aliance. Fuente: LGTB Media Spectatorship

La ciencia que estudia el Hecho Sexual Humano, es decir, el concepto de sexología, aparece por primera vez vinculado al pensamiento feminista y el género a finales del siglo XIX, de la mano de Elizabeth Osgood Goodrich Willard, con un enfoque biológico, para clasificar los dos sexos y sus características. A la vez, la medicina comenzaba a regular los estudios en relación con la sexualidad –aunque siempre entendiéndola como la práctica heterosexual conyugal y reproductiva–. Esto hizo que fuera quedaran otras atracciones sexuales, pues aún se entendían como “enfermedad mental”.

A principios del siglo XX, un grupo de sexólogos comienzan a abrir el enfoque a la diversidad. Se fundó la Liga Mundial por la Reforma Sexual que reivindicaba derechos para la comunidad, comprensión científica hacia la constitución sexual o reformas legales y sociales para eliminar los peligros de la prostitución, entre otros objetivos.

La revuelta más conocida y la que sin duda, marcó un antes y un después, fue la de Stonewall Inn en 1969. Un grupo de policías realizó una redada en el bar Stonewall para sacar de allí a los clientes, todos de dicha comunidad. Sin embargo, estos se defendieron ante tal injusticia, obligando a los policías a refugiarse dentro del bar. Tras esa noche, los gais y lesbianas se unieron en organizaciones, como Gay Activists Alliance y Gay Liberation Font, precursoras del primer Desfile Gay como conmemoración del aniversario de la revuelta.

Revueltas de Stonewall. Fuente: El cierre digital

En España, en 1970, surgió la primera acción clandestina por los derechos homosexuales: Movimiento Español de Liberación Homosexual. En contraposición, ese mismo año se habían aprobado penas de prisión o internamiento psiquiátrico para los homosexuales.

Con el surgimiento de la enfermedad del SIDA, el colectivo transexual y homosexual retrocedió aquellos pasos que había conseguido dar, pues su origen se asoció a las relaciones entre personas del mismo sexo y entre transexuales. No fue hasta el 17 de mayo 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la homosexualidad no era una enfermedad. Miles de personas se lanzaron ese día a las calles para celebrar esa victoria a pesar de que el terrorismo contra la comunidad estaba aumentando. En 1999, ocurrió el atentado de Admiral Duncan llevado a cabo por un terrorista de extrema derecha quien acabó con la vida de tres personas que se encontraban en el local, un sitio que en nuestros días, es un símbolo para la comunidad LGTBQ+ londinense.

Tras ello, en 2001, Holanda aprobó el matrimonio homosexual. Le siguieron Bélgica en 2003, Canadá y España en 2005 y Sudáfrica en 2006, entre muchos otros. Actualmente está permitido en 28 países, entre los que están Reino Unido y Costa Rica, los últimos en aprobarlo a principios de este mismo año.

La OMS declara que la homosexualidad no es una enfermedad. Fuente: El Mundo

Por otro lado, aparece la figura de Michael Dillon, que tras recibir la primera cirugía de reasignación de sexo en 1939, pudo llegar a ser él mismo. Dilon fue el encargado, años más tarde, de operar a Roberta Cowell, la primera mujer trans británica conocida en someterse a la misma operación. De hecho, existió una mujer trans antes de ella, Lilith, que no pudo seguir viviendo tras haber sido operada y su registro no consta en ningún lado. La muerte de Cowell se dio en 2011, tras una larga vida luchando por los derechos de las personas transexuales.

Más recientemente, en 2018, el presidente alemán, Frank-Walker, se disculpó a la comunidad por los crímenes cometidos durante el Holocausto. El mismo año, la OMS expulsó la transexualidad de la categoría de trastorno psicológica y pasó a ser una cuestión física.

“Les pido perdón por ello. Por el dolor y por la injusticia pasados y por el largo silencio que le sucedió”

Frank-Walker, presidente de Alemania

Hoy en día somos conscientes de que que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no están ligadas únicamente a la reproducción, sino que son una variante del comportamiento humano, también unida a la identidad como ya hemos explicado. La sexualidad mantiene una estrecha relación con los derechos y la dignidad de la persona, un camino que la sociedad todavía está protagonizando, y que aún seguirá recorriendo, puesto que supone plantear otro enfoque de los derechos humanos: la sexualidad está relacionado con el ámbito social, cultural, político y económico. Al fin y al cabo, los grandes cambios llevan su tiempo.