Hasta siempre Quino, nos vemos en las viñetas

Fuente: Diario Río Negro

Este miércoles, 30 de septiembre, con 88 años de edad se despedía de nosotros Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino, un icónico viñetista, que con su sátira deja tras de sí una sociedad más inconformista, y, sobre todo, más crítica.

Hijo de padres andaluces migrantes, y huérfano a temprana edad, Quino se crió en el seno de la Argentina de los años 30, etapa en la que dio comienzo la Década Infame, que se extendió en el tiempo hasta el año 1943, con dos golpes de estado militares, y, en definitiva, un ambiente de fuerte autoritarismo y violencia, que azotaría con fuerza a la sociedad argentina de la época, lo cual se vería reflejado más tarde en su obra.

Fuente: @MafaldaDigital (twitter)

Su infancia la pasó junto a su gran referente, su tío Joaquín Tejón, también pintor y diseñador gráfico de renombre, al que debe su vocación por la ilustración y el dibujo. Años más tarde, inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal, Mendoza, pero los acabó abandonando tras la muerte de su padre con el objetivo de ganarse la vida como dibujante. Sin embargo, su éxito no fue flagrante en un principio. Se dedicó a vender sus tiras cómicas y a buscar editores interesados en su trabajo, sin mucho éxito.

En 1954, tras realizar el servicio militar obligatorio, que también marcaría toda su creación artística, se asentaría en Buenos Aires, desde donde comenzó a participar, primeramente, en el semanario Esto es y posteriormente en diversos medios como Che, y el diario Democracia. Desde entonces sus publicaciones se comenzarían a editar para revistas y diarios de toda América y Europa. No obstante, también sufrió la censura, siendo en Italia, donde su humor sería clasificado como lectura solo para adultos.

Más tarde, en 1963, publicó su primer recopilatorio, que tituló Mundo Quino, basado en ilustraciones mudas. Poco tiempo después, tras el fracaso de una campaña de publicidad de una empresa de electrodomésticos en la que participó, nace uno de los personajes que más huella ha dejado, y que marcaría profundamente su vida profesional: Mafalda, una encantadora niña caracterizada por su capacidad de reflexión, su reivindicación constante, y por su cuestionamiento continuo del status quo.

Fuente: La Vanguardia

Aparecería por vez primera en la revista literaria Leoplán, después de lo cual comenzaría a publicarse en el diario semanal Primera Plana, cuyo director era buen amigo de Quino. Su fama solo hacía crecer, lo que lo llevó a publicar sus ilustraciones en el Diario El Mundo, entre los años 1965 y 1967, cuyo éxito fue imparable. El viñetista consiguió que poco a poco Mafalda, su personaje estrella, con su particular carácter contestatario, se introdujese por completo en el ideario colectivo.

Sin embargo, en el año 1973, hastiado de tanta guerra y violencia, como la que se vivía entonces en Argentina, decidió dejar de dibujar y de escribir. En 1976 se exiliaría a Milán tras el golpe de estado del dictador argentino, Jorge Rafael Videla.

Fuente: La Nación

En sus últimos años de actividad se limitó a hacer colaboraciones esporádicas con el diario Clarín, y a la realización esporádica de dibujos de Mafalda para distintos anuncios publicitarios, como el de UNICEF o Cruz Roja, que apelaban a la humanidad, el pacifismo, la igualdad, y la protección de la infancia.

Fuente: El Mundo de los ASI, campaña contra el abuso sexual infantil.

Ya en el año 1988 lo reconocieron en Mendoza, como Ciudadano Ilustre como Maestro del Humor, la Sensibilidad, y la Justicia de Proyección Internacional, además de realizar un dibujo en un cartel para el Ministerio de Relaciones Exteriores  en conmemoración de los derechos humanos y de la conquista de la democracia en Argentina. Siendo galardonado también en 2014, con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Quino, creador de Mafalda, condecorado con el Premio Príncipe de Asturias. Fuente: ABC

Quino, cuya trayectoria y obra ha sido reconocida a nivel internacional, fue un hombre reservado, que toda la sabiduría que habitaba en él, la plasmó con creces a través de sus dibujos, logrando como buen artista, conectar su corazón, su cabeza y su mano con un lápiz y un papel, tal y como comentó el actor y director argentino, Boy Olmi, al propio ilustrador, en la entrevista del documental Buscando a Quino.

Fuente: Documental «Buscando a Quin

Esto lo logró empatizando con lo que le pasa a la gente en su día a día, observando y reflejando la vida cotidiana, la familia, las emociones, y en definitiva, participando de lleno en la conformación de una realidad común mucho más equitativa, y no violenta.

Mamá, ¿qué te gustaría ser si vivieras?. – Revista Suples
Fuente: Revista Suples

Todo ello lo hizo de la mano de Mafalda, una mente adulta en el cuerpo de una niña, Susanita o Libertad, que invitan al lector a la reflexión constante, haciendo una crítica profunda a un mundo invadido por el machismo, la pobreza, los estigmas, los autoritarismos, y una libertad a menudo coartada, como expresaría en algunas de sus tiras cómicas.

Fuente: Verne (El País)

Así este ilustrador, que enfrentó la dureza de la vida con humor, deleitándonos, a través de sus viñetas, cuanto menos convenientes para una sociedad tan adormecida, deja con su producción todo un legado a las generaciones venideras donde comenzar a construirse de forma más igualitaria, libre y justa.

Fuente: @Nagu_cl (twitter)